Revista Cine

'Vivir para siempre': Deseos de eternidad

Publicado el 03 noviembre 2010 por La Mirada De Ulises

[6/10] Una película sobre un niño con leucemia es todo un riesgo porque es fácil que al director se le vaya de las manos y termine en el melodrama lacrimógeno, porque el espectador puede tener pronto la sensación de estar asistiendo a algo déjà vu que no le deja más que sentimientos pasajeros, porque la serie televisiva sobrevuele de continuo por la sala como una terrible amenaza de sobremesa que incluya el sopor. En “Vivir para siempre”, su director Gustavo Ron encara con valentía esos retos, y en algunos sale mejor parado que en otros. Fiel al realismo mágico del que hizo gala en “Mía Sarah”, nos ofrece ahora la historia de Sam, un niño enfermo que comienza a escribir su diario –con textos, dibujos e imágenes grabadas– con sus últimos deseos antes de morir (como Coixet en “Mi vida si mí”, pero en otro tono) y sus preguntas siempre sin contestar. Es la mirada de un niño sin malicia ni miedo al dolor y a la muerte, que sueña con ser libre e ir contracorriente subiendo unas escaleras mecánicas que bajan, con sentir como un adolescente que fuma y besa, con volar y ver las estrellas de cerca… porque entiende la muerte como “una parte del ciclo vital de la oruga”.

“Vivir para siempre”: Deseos de eternidad

Atrevimiento del director para tratar la muerte y hacerlo dando oxígeno a momentos duros, para no cargar las tintas en lo sensiblero ni en lo dramático… aunque no falten escenas conmovedoras. Apuesta por la contención en la lágrima y en la desgracia, y por la evasión al mundo mágico que la imaginación de un niño sabe crear… y que Ron ilustra con insertos de recortables de cartón, con escenas oníricas donde todo es posible porque la fuerza del deseo así lo permite, o con recuerdos grabados por su cámara de vídeo y que su padre contemplará cuando él ya no esté… para seguir juntos. Una estructura narrativa en la que el diario de Sam sirve de guión de la propia película, y en la que distintas texturas fotográficas nos transportan de un mundo a otro, mientras la música nos eleva a una realidad con solo cerrar los ojos. Una mirada a la muerte sin aspavientos ni frialdad ni lloriqueos, pero sí con humanidad y dulzura: esa es la intención de la película, alejada tanto del realismo crudo como de la sensiblería vacua, y eso lo consigue.

Para ello, Ron se esfuerza en dar naturalidad a los diálogos entre niños y no poner en sus labios discursos pretenciosos ni moralejas paternalistas. El buen amigo Félix sirve de réplica al inocente Sam en sus preguntas e inquietudes existenciales, y también la abuela está ahí para mantenerle con los pies en la tierra y evitar que se vaya con los fantasmas (en el momento más logrado de la película). Más desaprovechada y fallida está la subtrama del padre, primero distante en su miedo a la enfermedad y después próximo a su hijo, pero con una reacción poco convincente y un retrato un tanto esquemático. Tampoco los secundarios están demasiado perfilados, y flaco es el servicio que le presta el doblaje y la excesiva presencia inicial del narrador. Aunque a la cinta le cuesta enganchar al espectador por falta de fuerza e intensidad dramática –es el riesgo de volar por el universo de lo mágico–, a medida que avanza va cogiendo consistencia para ofrecernos una visión de la muerte distinta a la habitual en la cartelera y coherente en su construcción de ficción.

“Vivir para siempre”: Deseos de eternidad

Sin duda, no estamos ante un trabajo redondo pero sí realizado con sensibilidad y buen gusto, con buenas maneras para hablar de lo más humano y no quedarse atrapado en lo inmediato, con la valentía e intención de generar ese clima cálido y amable ante la muerte, que llega de manera plácida y delicada… pues la cámara la deja fuera de campo una y otra vez, porque lo importante es la vida… y esa nos la ha mostrado con el amigo Félix siempre rebelde pero entrañable, con el padre que aprende en su debilidad –por una vez el padre no está ausente–, y con esa jovencita dispuesta a concederle su último deseo… para la eternidad.

Calificación: 6/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Vivir para siempre” – Copyright © 2010 El Capitán Pictures, Formato Producciones y Life & Soul Productions. Distribuida en España por European Dreams Factory. Todos los derechos reservados.


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