Vivo: Miike Snow en La Trastienda

Hacía rato que no iba a ver un show con la sensación de intertidumbre con la que encaré la primera visita de Miike Snow a la Argentina. De hecho no hubo casi planificación. Un amigo iba, me pinto acompañarlo y ya. Esa incertidumbre tenía varios componentes. Sólo conocía la canción Animal como el hit dance pop de 2009 y que la banda estaba formada por un dúo de excelsos productores electrónicos (te suenan Toxic y Can`t Get You Out of My Head?), pero nada más que eso. Luego, cómo sonarían, qué tocaba cada uno, cuanta gente iba a haber, y mucho más ecteteras, estaban en veremos. Entonces si arranco la crónica diciéndoles que hubo poca gente (el viernes, no sé el sábado), que el show duró 51 minutos exactos, y que pague $150 pensarán que me fui a las puteadas. Algo de eso hubo. Pero no tanto.
Los tipos aparecieron en el escenario en medio de un mantra electrónico con unas pintorescas máscaras blancas que le daban a La Trastienda un aire de rave veneciana. De ahí en más el show fue una certera demostración de que estos tipos podrían crear los hits que más vas a bailar en tu vida. No fallaron una. Y acompañaron el set de canciones con mucha energía, un gran virtuosismo electrónico y percusivo, pasajes justos de cuelgue rockero y en medio de eso la impecable voz de Andrew Wyatt, un verdadero antihéroe electrónico. Hasta que llego Animal, ellos arengaron, nosotros nos prendimos fuego, y chau. Cerraron el telón. La gente no se hizo mucho drama, ya estaban arreglando a qué fiesta irían después. Pero yo me quede un poco demudado esperando que vuelvan. Las teorías en el viaje de vuelta eran muchas: que no había gente, que están acostumbrados a tocar en festivales con set cortos, etc. Y me vino a la mente el recordado show de Prince en River que duró 45 minutos. Si era fanático del morocho lo mataba, pero en este caso con Miike Snow no esperaba nada y me llevé la dicha de convertir una banda One Hit Wonder en mi banda de la semana.
Ah y para mí el hit ahora es este...


Foto: Nicolás Pigeard