Revista Cultura y Ocio

Vladimir Nabokov: Desesperación

Publicado el 15 diciembre 2023 por Juancarlos53

"El mayor sueño del escritor consiste en convertir al lector en espectador; ¿lo consigue alguna vez? Los pálidos organismos de los héroes literarios que se alimentan bajo la supervisión del autor, se hinchan poco a poco con la sangre vital del lector; de modo que la genialidad del escritor consiste en otorgarles la facultad de adaptarse a esa -no muy apetitosa- comida y a medrar con ella"

Vladimir Nabokov: Desesperación

"la revista de emigrados Desesperación la escribe Vladimir Nabokov en Berlín en 1932. Pasados dos años Sovremennye Zapiski, de París, publicó la novela por entregas a lo largo de 1934, y la editorial de emigrados Petropolis, de Berlín, publicó el libro en 1936.". Sin embargo la versión que acabo de leer es la que el autor bendijo en 1965 ("lo satisfecho y emocionado que me habría sentido yo en 1935 si hubiese podido leer anticipadamente esta versión de 1965."). Estamos, por fecha y calidad del texto, evidentemente ante un clásico de la literatura universal. Toda esta información que acabo de escribir la da el propio escritor ruso en el prólogo que hizo en Montreux a esa edición de 1965.

¿De qué va la novela?

En Desesperación un hombre ( Hermann Karlovich), de profesión chocolatero en proceso de seria e inminente ruina busca, para intentar escapar de ella o al menos paliarla, una solución. La misma se le presenta en un viaje a Praga donde se topa con un mendigo que, se le ocurre, bien podría ser su doble. Esta persona se llama Félix y con él inicia una serie de comunicaciones y encuentros que según avanza la narración el lector, en este caso, claro, yo mismo, dudará de si es algo real o simple producto de la fantasiosa imaginación de este industrial casado con Lydia una mujer a la que desprecia profundamente.


Junto a la peripecia de este hombre se desarrolla toda una muestra del quehacer literario. Estamos ante una novela haciéndose. El propio Hermann está redactando la novela que estamos leyendo y se la dirige a un editor -ese posible lector que nombra reiteradamente en acotaciones o digresiones que rompen el relato principal- quien así conocerá la "verdad" de lo sucedido. Pero la verdad, eso lo sabemos todos y más cuando nos acercamos a ella a través de una obra artística siempre es huidiza, evanescente. Esta parte de la novela, entreverada artísticamente con el resto del texto, es claramente metaliteraria y en ella percibimos la figura agigantada del autor, Vladimir Nabokov, ruso de nacimiento, escritor en esa lengua pero también en francés e inglés, y poseedor de un inmenso background literario. Dentro de este fondo de armario que posee y exhibe predominan los autores rusos, en especial Turguenev y Dostoievski, pero también Pushkin y varios otros más. De los franceses destacaría a Maupassant. Y, aunque no lo cite nunca por su nombre, la figura y el estilo de Frank Kafka sobrevuela por muchas páginas de esta novela que en algunos momentos me ha parecido ciertamente inmersa en el surrealismo.

En el prólogo, el mismísimo novelista hace referencia a su obra más conocida, "Lolita", aparecida diez años antes de esta edición de 1965 y que desde entonces había levantado un enorme revuelo en Europa y Estados Unidos. El motivo que le lleva a hacerlo es la semejanza por nombre y edad del protagonista masculino de una y otra novelas: Humbert, el de Lolita, y Hermann, el de Desesperación. Nos pide que no los confundamos, pero al tiempo incide en la importancia del psicologismo tanto en uno como en otro.

"Hermann y Humbert son parecidos solamente en la medida en que puedan serlo dos dragones pintados por el mismo artista en diferentes períodos de su vida. Son un par de sinvergüenzas neuróticos, pero existe en el Paraíso una gran avenida verde por la que, una vez al año, al atardecer, se le permite pasear a Humbert; mas el Infierno no le concederá nunca la libertad condicional a Hermann."

    "hermano de Ardalion, por tanto primo también de Lydia, que se llamaba Innocent, el cual, no sé por qué razón, fue ejecutado por el pelotón de fusilamiento muy poco después de nuestra partida. (Si he de ser franco, todo esto encajaría mucho mejor al comienzo del primer capítulo que al comienzo del tercero.)" Esta acotación metaliteraria es una manera de cortar el embeleso del lector en la anécdota. Tiene mucho de recurso propio del teatro épico que fundara Bertold Brecht.
    "Una brevísima digresión de tipo literario: ese ritmo es por completo ajeno a las formas modernas de conversación, pero transmite especialmente bien mi épica calma, y la tensión dramática de la situación.". Así dice en un momento dado el narrador del relato consciente de lo inadecuado del estilo elegido respecto al que en ese momento se estilaba en las novelas.
    "Pero ten paciencia conmigo, lector. El paseo que daremos a continuación será tu magnífico premio. Estas conversaciones con los lectores son también una bobada. Apartes escénicos.". Reflexiona a propósito de ese involucrar conversacionalmente al lector en el relato.
    "¿Cómo podría empezar este capítulo? Les brindo unas cuantas variaciones, para que puedan ustedes elegir. La primera (que suele ser adoptada en las novelas donde la narración va siendo conducida por el autor real o ficticio) Esta variación no me sirve, porque yo soy estrictamente sincero. De modo que podríamos pasar a la segunda variación, que consiste en dejar suelto de repente un nuevo personaje, lo que conduce a empezar el nuevo capítulo de la siguiente manera: [...]
    Orlovius se sentía insatisfecho" [...]
  • "El estaba escuchando, seguro. Yo le escuché escuchar. El me escuchó escucharle escuchando" (Juego de palabras)
  • "Tras haber echado la carta al buzón sentí lo mismo que probablemente siente una gruesa hoja de arce, teñida de púrpura y cruzada por venas rojas, durante su lento planear desde la rama hasta el arroyo." (lenguaje poético)
  • "Se encuentran en mi poder otras dos cartas escritas en papel similar, pero todas las contestaciones han sido destruidas. Si todavía las tuviese, si tuviera, por ejemplo, esa tan idiota que, con despreocupación maravillosamente calculada, le mostré a Orlovius (para después destruirla, como todas las demás), podría adoptar ahora una técnica narrativa epistolar." (humor metaliterario)
  • "Me volví otra vez y me tendí ahora boca arriba, y entonces, como a través de un cristal ahumado, vi sobre mí la extensión barnizada de un cielo azul negruzco, una faja de cielo rodeada por las formas arbóreas del ébano que iban empequeñeciéndose a ambos lados; pero cuando me tendí boca abajo vi correr a mis pies las piedras y el barro de un camino con briznas de heno, una rodera rebosante de agua de lluvia, y, en ese charco arrugado por el viento, el tembloroso travestí de mi cara; que, según pude notar conmocionado, carecía de ojos." (surrealismo total, onirismo)

Para finalizar

Vladimir Nabokov: Desesperación
"La fuerza del arte creativo es tal que incluso si el criminal fuera a entregarse en persona a la mañana siguiente, nadie le creería, pues la invención artística contiene un grado de verdad intrínseca mucho mayor que la realidad de la vida."

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