Revista Cultura y Ocio

Volkswagen, la cultura alemana y la sociedad líquida [( 3 min.) (micro-ensayo)].

Publicado el 10 enero 2016 por Jblor8

Volkswagen, la cultura alemana y la sociedad líquida [( 3 min.) (micro-ensayo)].

Juan B Lorenzo de Membiela

Autores dicen que estamos inmersos en la "sociedad de la transparencia". Sociedad que somete al hombre porque suprime su intimidad e individualidad y, con ello, cualquier singularidad que lo distinga de lo común y general (Byung-Chul Han, 2013). Tambien en la "sociedad del desprecio", que la estratifica sobre el reconocimiento social que se persigue a cualquier coste (Honneth,2011): individual, social, espiritual, jurídico y económico. Una sociedad atomizada por grupos de influencia que discrimina y excluye a capricho, a quien les plazca.

Pero hablamos tambien de "tiempos líquidos" en donde el miedo, como incertidumbre, angustia a la persona hasta desposeerla de toda independencia, individualidad, personalidad. El sesgo diferenciador es considerado disidente. Las libertades de expresión, de pensamiento, de innovación; incluso cualidades personales como el carisma, el liderazgo en sus variadas manifestaciones, son cercenados democráticamente recurriendo a "instrumentos" económicos de cualquier índole o a estrategias psicológicas de desestructuración como las disonancias cognitivas (frecuente en regímenes totalitarios y nada infrecuente en cualquier otro).

Miedo, pues, al capricho de cualquiera esbozado en anonimato. Miedo a un hombre que se guía por prejuicios más que por realidades. Y miedo, en suma, al hombre extremista que es esclavo de emociones y apetitos. ¿Y por qué? Porque se crea una sociedad en donde el valor Justicia es degenerado por lo arbitrario , por quienes, en palabra de Ortega y Gasset: "tienen la confusa sospecha de que toda esta máquina del mundo nació el mismo día que ellas ".

El caso de la compañía Volkswagen con las emanaciones contaminantes no puede pasar desapercibido.

La alteración de gases tóxicos en vehículos diésel fue empleado por otros para personificar en una sola compañía, con solvencia reputada, los peligros medioambientales de los gases con efecto invernadero a nivel mundial. Incluso hubo quienes la responsabilizaban del cambio climático: delirante reacción, producto de la alarma social que generó la noticia en septiembre de 2015.

En aquel mes, la conmoción fue significativa por la inconcreción técnica de lo noticiado, por su vaguedad descriptiva, por los silencios que hubo, y por un miedo que se palpaba en algunos centros de venta. Situación que me recordó la reflexión de Lucrecio: "[...] Codiciosamente se aniquila lo que antes se adoró con miedo acervo [...]".

Sorpresa, más que por cuestiones técnicas, por razones culturales. Es posible que todavía subsistan valores como "austeridad, dignidad, abstinencia frente a los placeres de la vida, cumplimiento del deber, lealtad y honradez hasta la abnegación, así como un rechazo del mundo rayano en la pesadumbre [...]".

Y aunque Alemania solamente en parte es heredera del territorio de la desaparecida Prusia y no todos los alemanes son luteranos, sí existe y es fácilmente detectable, un afán de seriedad y un afán de rigor y precisión que, por otro lado, son esenciales para el tráfico mercantil.

La concepción del trabajo y del trabajo bien hecho conforme a unas órdenes recibidas, puede proceder de los planes educativos diseñados por el gobierno ilustrado de Federico "El Grande" en el s. XXVIII. Posteriormente desarrollados por el llamado "neohumanismo prusiano" auspiciado por Wilhelm von Humboldt hasta entrado el siglo XX.

Todo este acervo cultural puede conservarse en el subconsciente colectivo no solamente como un deber que se deriva del contrato laboral solamente, tambien como un derecho propio en tanto forma de manufacturar identificativa de una nación . Es por ello que el prestigio de lo fabricado en Alemania es un intangible que sigue produciendo importantes ganancias porque la calidad y la fiabilidad de los productos siempre es rentable porque conquista la confianza del cliente.

¿Es un razonamiento estereotipado? Mucho del marketing de lo "Made in Germany" se construye sobre esto, si se quiere, anticuado "modus faciendi". Pero las tradiciones de una sociedad están forjadas por el tiempo y ello produce una legitimación que las modas no pueden alterar sustancialmente. Tampoco los "errores" de una adulterada gestión directiva apartada de la cultura de fabricación alemana.

La calidad de la marca alemana ha venido ratificada por la confianza del público. El diario "Expansión" publicaba el 2 de enero de 2016 un nuevo record de ventas de vehículos en España, con 88.436 unidades y un incremento respecto al año anterior del 14,8%. O bien en México, con un incremento del 20% en 2015.

En 2014, llamó a revisión en todo el mundo a más de 6,4 millones de vehículos de 27 modelos diferentes por 5 problemas distintos . Además, el gobierno de EEUU abrió un procedimiento criminal que se saldó con una multa de 1.200 millones de dólares. Hechos que no han impedido que en 2015 se convirtiera en el primer fabricante de vehículos del mundo superando a Volkswagen.

Según constata estadísticamente la consultora Gallup en su estudio, el 75% de la población norteamericana conoce las manipulaciones de la marca alemana en sus motores. De estos usuarios, el 41% declara que la noticia le hace menos propensa a comprar un nuevo vehículo, mientras que el 29% manifiesta que la noticia no tiene un impacto en la decisión de compra. Aunque debe matizarse que el 28% de los encuestados indicaron que nunca pensaron adquirir un vehículo de la marca.

Por todo ello, la consultora declara que la noticia de las alteraciones en los motores no ha tenido una incidencia determinante en el ánimo de los clientes.

1. Coherencia cultural. VW debe reflexionar sobre los mensajes que envía empleados para asegurarse de que son coherentes y apoyar la cultura deseada de la organización.

2. Comunicar claramente la identidad deseada. Los gerentes deben ayudar a los empleados a entender lo que tiene prioridad en el trabajo de VW, por ejemplo, la honestidad y la transparencia en combinación con el esfuerzo para lograr los puntos de referencia de ventas.

3. Alinear todos los elementos de la identidad de la organización. La identidad es más fuerte cuando los empleados entienden cómo su cultura de trabajo se conecta a la marca de la organización y es consistente con su propósito. En lugar de permitir departamentos separados dentro de VW, tales como recursos humanos o marketing, para crear y gestionar la cultura o la marca por separado, VW debe comenzar a gestionar su marca y su cultura juntos. Los tres elementos interrelacionados de la identidad organizacional - propósito, cultura y marca - deben trabajar en la simetría.

4.Supervisar la fuerza de la identidad de la organización. VW debería comenzar a controlar cuantitativamente la fuerza de su cultura, en concreto, sobre la que trata de crear. De cara al futuro, la integridad debe ser una prioridad, y VW debe medir comportamientos culturales que encarnan todos los aspectos deseados de la identidad de la organización.

El resultado de esta estrategia la encontramos en la propia Toyota que frente a unos años problemáticos: 2009-2010 y 2014, ha conquistado en 2015 su liderazgo mundial como empresa manufacturera de automóviles.

Cabe hablar de modificar la cultura de la organización, pero ese cambio cultural implica, necesariamente, un cambio en el diseño de la corporación . Y esos cambios causan modificaciones tan profundas que pueden colapsar la propia empresa comprometiendo la eficiencia productora.

Si se quiere enfatizar una dirección por valores, inculcar los mismos de modo expreso, y no tácito, es un buen comienzo. Siendo conscientes de que son los directivos los que deben transmitirlos.


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