Voluntarios sirios crean una biblioteca subterránea para salvar libros

En medio de la destrucción y la desolación provocada por la guerra en Siria leemos una noticia esperanzadora: un grupo de jóvenes ha montado una biblioteca subterránea en Daraya, a las afueras de Damasco, con el objetivo de crear un espacio de paz entre los escombros y proteger el patrimonio cultural de su país.

Los jóvenes integrantes de este proyecto, un grupo de amigos que se vieron obligados a abandonar los estudios por culpa del conflicto bélico, decidieron empezar a salvar libros de entre los escombros de casas destruidas. Enfrentándose a los bombardeos y disparos de francotiradores, cuando estos jóvenes sirios recopilan los libros toman notas de dónde encontraron cada uno de ellos con la esperanza de poder devolverlos a sus dueños cuando termine la guerra. También rescatan los libros que pueden de las bibliotecas y librerías de la ciudad, aunque muchos fueron quemados.

Para proteger los libros de las bombas, los voluntarios decidieron construir la biblioteca en un sótano. Han transformado el espacio de unos 200 metros cuadrados para que parezca una biblioteca real, con mesas y sillas para los lectores, y clasifican los libros por tema y luego por orden alfabético. Los voluntarios se turnan para trabajar como bibliotecarios y han creado un sistema de préstamo para hacer un seguimiento de los libros prestados. Entre los volúmenes recuperados, hay muchos libros escritos en árabe, así como en lenguas extranjeras, libros sobre filosofía y teología y libros académicos. Hasta el momento han logrado rescatar más de 11.000 libros.

Además de proteger una parte importante del patrimonio cultural de su país, trabajar en la biblioteca ha ayudado a estos jóvenes a encontrar un nuevo propósito para sus vidas. Gracias a ello, ya no pasan las horas aburridos y aterrorizados mientras esperan los ataques aéreos, sino que sus días son mucho más llevaderos aconsejando a los vecinos que vienen a tomar libros prestados y charlando sobre lo que han estado leyendo. Ojalá muy pronto no sólo disfruten de la lectura, sino que puedan hacerlo en paz.