Revista Cultura y Ocio

Volverán a por mí

Por Eltiramilla

Josan Hatero y Use Lahoz han abandonado su registro habitual (la narrativa adulta) para encarar juntos este Volverán a por mí, editado en tapa blanda y sin ilustraciones en las guardas, una presentación mucho más sencilla de lo que nos tiene acostumbrados La Galera (la crisis se tenía que notar tarde o temprano). Pero vayamos a lo que nos interesa, esa trama llena de suspense: cada autor se ha encargado de dar voz a un narrador, Hatero a Iris y Lahoz a Greco: los dos escriben bien y tienen un estilo ágil, pero personalmente me ha convencido más el segundo, sus palabras me resultan más envolventes.

Por otro lado, pese a ser su primera incursión en la literatura juvenil, conocen bien los ingredientes que atraen a este público: fantasía, intriga, gancho y, sobre todo, el tema de la identidad. Las inquietantes transformaciones que sufren los compañeros de Iris, Greco y Giulietta hacen que ellos valoren mucho más su forma de ser, esa que les da tantos quebraderos de cabeza y les hace sentirse incomprendidos, pero que a la vez los hace únicos y especiales. También se habla de las apariencias, los errores del pasado y la importancia de encontrar un cómplice en medio de unas circunstancias tan adversas; los autores han encontrado la manera de relacionar lo sobrenatural con cuestiones con las que cualquier adolescente se puede identificar.

Sin embargo, tienen un problema: lo abordan todo de manera muy superficial, hay detalles poco coherentes (¿cómo es posible que en una academia tan estricta no haya vigilancia por la noche?), poco creíbles (si el centro tenía tan buena fama, ¿por qué desde fuera nunca se ha estado cerca de descubrir el pastel?) y, finalmente, tratan a los padres como seres despreocupados e insensibles (¿realmente no se daban cuenta de que sus hijos volvían demasiado cambiados?). Espero que los editores de La Galera revisen mejor este tipo de detalles en sus próximas publicaciones.

Tampoco me convence que hayan introducido un componente de la mitología griega en plena Escocia (metido con calzador, a mi parecer) y pienso que podrían haber profundizado más en el tema del adolescente problemático. De hecho, realmente los chavales no son tan conflictivos, algunos están ahí por cuestiones puntuales. No obstante, en la calle son una realidad: fracaso escolar, acoso a profesores, delincuencia juvenil… No pretendo que se los encasille como malos malísimos, ¡ni mucho menos!, pero ahondar en su psicología, en aquello que los hace actuar como actúan, le habría dado un punto muy interesante a la novela. Tal y como están, los protagonistas caen bien por su valentía, pero se olvidan rápido una vez terminada la lectura. Asimismo, se podría haber jugado más con la incertidumbre entre lo real y lo fantástico: lo segundo se asume demasiado rápido y con eso la atmósfera inquietante cae en picado.

A pesar de empezar con una buena frase y terminar con un gran broche final, Volverán a por mí dista mucho de ser una buena obra. Aunque haya ganado el Premio La Galera Jóvenes Lectores 2011 —lo que demuestra que al menos sabe conectar con el joven lector y entretenerlo, ya que el jurado está formado por doscientos adolescentes—, su falta de profundidad hace que no pueda recomendarlo. Hatero y Lahoz tienen buenas ideas, pero deberían trabajarlas más y pulir los detalles. Espero que lo próximo que nos propongan tenga un poquito más de enjundia.


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