Revista Literatura
Mundo de versos, perdido, en mi galaxia de recuerdos… Eco del tacón de los segundos que se hace cada vez más y más largo. Mi silencio extraña tu voz y mis dedos fríos tus cabellos. Mis horas sienten tu ausencia cuando vuelven las noches de plenilunio.
Estoy solo con mis letras, como el invierno con sus banderas de esperanza y se me escapa la música del alma como cascada en un pozo sin fondo. Si tú no estás conmigo el aroma de la melancolía invade mi cama. Tu ausencia se aferra, terca, a mis manos y quema la noche y lloro.
Respirando este aire que rozaba tu piel cuando la tarde caía. Me pierdo en un sueño sin sueño lejos de las ganas de dormir sin tus brazos. Como Ave sin nido en un mundo ancho y ajeno leyendo a María, Cargo más nostalgia que el Titánic en el fondo del océano.
Vuelve, que quiero verte, vuelve en un velero de esperanza a mi alma. Ya no quiero dormirme sin saber si estoy vivo, sin sentir que te respiro. Las tardes son grises, las noches silentes, si oír la música de tus ganas. Más cerca que mi piel a mis latidos, ven con la brisa y quédate conmigo. Recuerdia