Al final la compañía ha tenido que ceder y ante el miedo de perder usuarios ha modificado una vez más las consecuencias que tendrá no aceptar las nuevas condiciones.
Tras anunciar la entrada en vigor de sus nuevas condiciones el 15 de mayo y tras la migración masiva de usuarios que eso supuso, WhatsApp relajó sus pretensiones preparando unas fases en las que se limitaba la funcionalidad de la aplicación, para que los usuarios tuviesen tiempo de aceptar sus nuevas condiciones.
La intención de la aplicación era realizar unas fases sucesivas para aquellos que no aceptasen sus nuevas condiciones en las primero se les quitaba la posibilidad de enviar y recibir mensajes únicamente pudiendo usar las llamadas, para después quitarles la funcionalidad de llamar, dejando la aplicación inoperativa, pero ni eso ha funcionado.
WhatsApp ha tenido que eliminar la posibilidad de restringir las funcionalidades a sus usuarios y la posibilidad de borrarles la cuenta y se limitará a recordarles, de forma periódica, la necesidad de aceptar la política de datos y privacidad de la app.
Al final no podemos olvidar que las aplicaciones de mensajería instantánea, así como las redes sociales, viven de los usuarios que las componen y si estos usuarios deciden tomar todos, o la mayoría, un camino conjunto, tienen que acabar cediendo.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure