Milagros del Photoshop y de la gestión comercial marca de la casa; las modelos, retratadas en lencería, no pueden tener pezones, que se eliminan digitalmente, como si nada. Personalmente me importa un comino como retoquen la instantánea los publicistas, pero el hecho de que este detalle se haya convertido en “trending topic” y desatado una pléyade de comentarios en “Twiter”, me da idea o de lo desocupada que está la gente, o de la “refalfia” (término asturiano, hastiado de todo, especialmente de lo bueno) que nos lleva a otorgar excesiva importancia a detalles nimios. La señora, por cierto, está muy buena.