Revista Cultura y Ocio

Wraith

Publicado el 03 mayo 2022 por Dimitribrendan @BooksyMusic
WRAITH

El camposanto era digno de un cuento de Edgar Allan Poe; la plateada claridad de la Luna, surcada por caprichosos jirones de nubes, componía un aterrador baile de sombras en el que las herrumbrosas cruces torcidas y las lápidas abrazadas por la mala hierba cobraban vida. Incluso los querubines y las vírgenes que decoraban los viejos panteones parecían sonreír siniestramente.

Y allí estábamos, en el maldito cementerio Swan Point de Providence, formando parte de la redada organizada por el sheriff. Al parecer alguien se estaba dedicando a destrozar las esculturas del cementerio y arrancar algunas de las lápidas, perturbando el descanso eterno de sus enterrados habitantes. Jóvenes, decían las gentes de Providence en busca de culpables, “Sí, seguro que son jóvenes idiotizados por el alcohol”, respondía el buen sheriff para restarle trascendencia al asunto. Claro que, si solamente fueran jóvenes, mis compañeros y yo no estaríamos aquí.

No había restos de cervezas ni de botellas de whisky barato. Tampoco encontramos rastro alguno de palas ni picos. Nada que indicara que un grupo de jóvenes hubiera venido a divertirse profanando tumbas. Es más, apenas había huellas más allá de las que íbamos dejando nosotros y eso también tachaba de la lista de sospechosos habituales a los gules. No, esto parecía algo más gordo y, además, bastante enfadado.

Disimuladamente, nos separamos del sheriff y de su comparsa de agentes y voluntarios para internarnos en la zona más oscura y húmeda del cementerio. Íbamos en busca del mausoleo que habíamos localizado durante la batida que realizamos ayer y que hallamos tan reventado y maltratado que ya apenas podía leerse a qué familia pertenecía, aunque aún se intuía el apellido Lovecraft grabado en la fría piedra.

La pesada puerta de mármol había sido arrancada como si fuera de madera podrida y en algunas zonas del dintel podían verse arañazos capaces de cortar la piel de un rinoceronte. Y es que el wraith posee una manera bastante curiosa de firmar sus destrozos…

Esa noche iba a ser muy larga y solamente deseaba que todos los que nos íbamos a adentrar en aquel lóbrego mausoleo, consiguiéramos volver a ver la luz del día después de encontrarnos con un fantasma espectral. No es cosa de risa enfrentarse a un wraith cabreado.

Y si te apetece leer más relatos tenebrosos, entra aquí: Relatos cthuleros


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