Revista Atletismo

XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Por Juan Andrés Camacho Fernández @CorredorErrante
XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Tres años después de mi quinta participación, volvía a pisar el tartán de la pista polideportiva del Arroyo de la Miel.

Mi primera participación fue como cadete, podio incluido, y mi mejor marca personal fue en 2011, con 15:21, 3 años más rápida que mi participación de 2012; hasta hoy.

Pese a haber competido en el III Cross Universidad de Málaga la mañana anterior, no tenía ni rastro de agujetas ni molestias musculares, y con muchas ganas de correr, y tras donar nuestros kilos de alimentos, me planté con mis padres en la zona delantera de la pista.

Ahí me encontré con Luis Enrique, héroe de la maratón de Málaga, Osama, uno de los corredores que mejor conoce el circuito y más veces se ha alzado al podio, mis compañeros del Club de Veteranos del Arroyo de la Miel, con quienes correré el próximo 27 en los 5.000 del polvorón, y varios amigos y conocidos más, entre ellos Álvaro Illescas, con quien hacía mucho que no coincidía.

Charlando inmerso en tal ambiente festivo los minutos pasaron volando, y cuando quise darme cuenta ya quedaban escasos minutos para la salida, en la que la "pava" de la prueba nos animaba sin cesar embutida en su traje de goma eva.

Me coloqué en segunda línea de salida, tras Luis Enrique y Álvaro Illescas, y en cuanto el alcalde de Benalmádena, al que conocí en la primera etapa del Reto 360º Solidarios, dio la salida, comenzamos a correr como alma que lleva el diablo.

Pese a salir a todo lo que daba el cuerpo, una docena de corredores me adelantaron en la propia pista de atletismo (a varios de ellos los recuperé antes de abandonar el tartán, todo sea dicho), y varios más en el primer giro a la izquierda, donde tuve que abrirme mucho ya que las Simna 3, que tras casi 1000 kilómetros comienzan a desgastarse, me derraparon un poco.

Ahí me adelantaron David, forajido del San Pedro, un par de muchachos y varios corredores más, pero aproveché la larga recta de Calle Alondra para mantener la posición.

Me abrí bastante en ese giro y en el siguiente tras el breve descenso hasta Calle Medina Azahara, donde recuperé la primera posición; pasamos el primer kilómetro en 3:16, sin señales de fatiga aun, pero no me encontraba cómodo en la carrera.

Bajé en diagonal hacia la Avenida de la Estación, y en la que fuese la recta de entrada a meta de la recientemente desaparecida Carrera Urbana Arroyo de la Miel comencé a sentirme más cómodo.

Me puse a la par de David y poco a poco lo rebasé, en busca de Rubén Lirio, que tras una tirada matutina de 20 kilómetros se plantó en esta rapidísima prueba.

Pasé la milla en 5:11, mejorando en algunos segundos mi mejor registro en la distancia (hay que valorar la pendiente, a favor), y el segundo kilómetro, entrando en Calle Ciudad de Melilla, en 3:16 nuevamente.

XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Instantáneas de Francisco de Molina


XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Disfrutando ;)

Estábamos volando bajo, sentía que tenía poco control en los giros y no corría tan cómodo como suelo hacerlo cuesta abajo, pero iba muy bien de pulsaciones...

Me lancé tras un corredor con gafas fosforito, rebasando a otro por el camino, y apenas contaba ya una decena de corredores por delante mía... a apenas unos metros, pero aun lejos del alcance de mis piernas.

En la bajada al Camino de la Paloma, en la esquina del parque, me sabía ya en meta, pero tuve que abrirme bastante al perder un poco de tracción y el grupo se me alejó ligeramente.

Pasé el tercer kilómetro en 3:19, y la doble milla en 10:34, mejorando mi mejor registro previo en nada menos que ¡41 segundos! (insisto en el desnivel a favor, pero aun así, tela...); ya se escuchaba por megafonía la llegada de los primeros corredores a meta.

Llegando a la Avenida Gandhi me dejé caer con todas mis fuerzas, ya sí bastante fatigado, y tras pasar a un corredor de verde y al de las gafas fosforito comencé a abrirme para coger con fuerzas el último giro y la pendiente de ascenso a meta.

Ahí me recuperó la posición con una fuerza increíble el corredor de verde, y a punto estuve de alcanzar a mi amigo Rubén Lirio, que me sacaría apenas un segundo pese a haber realizado una tirada de 20 kilómetros previa a la carrera; entramos 3 corredores en un suspiro.

A 50 metros del arco de meta me saltó el kilómetro, en 3:27, y paré el crono finalmente en 13:28, casi 2 minutos más rápido que en mi última participación.


XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Empiezo a acostumbrarme a ver en el segundero cifras que parecían imposibles hace unos meses...

Tras dar la enhorabuena a Rubén y al corredor que me había "despegado las pegatinas" en la entrada a meta miré mi posición en el ordenador, 9ª, y me dirigí a la explanada a por mi botella de agua y mi manzana.

También me dieron el número para el sorteo, el 6, y charlando con Rubén y Luis Enrique, ganador de la prueba, volví al arco de meta.

Justo en ese momento llegaban mi padre y Mónica, y tras despedirme de unos corredores del Arroyo de la Miel eché un trote al final de la calle para buscar a mi madre, que tardó tan solo un par de minutos en aparecer.

Realicé de nuevo la entrada a meta con ella, por las vallas exteriores, y le esperé tras el arco de meta para alcanzarle mi botellín de agua.

Hicimos grupo con los corredores del Arroyo de la Miel, Álvaro Illescas y otros corredores, entre ellos varios locales de Fuengirola que posiblemente se unan al club en breve, y así estuvimos haciendo tiempo hasta que se abrieron las puertas del auditorio donde se entregarían los premios y se realizarían los sorteos.


XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Con mi compañero Álvaro y con Nidal, seguidor de la web

Nos dirigimos al auditorio y estuvimos atentos a la entrega de premios, en la que sabía que mis padres podrían sacar algo, al ser superveteranos; mi padre, por su parte, insistía en que sería yo el que tendría trofeo, al ser premiados los 5 primeros corredores de cada categoría, pero al ser 9º y la mayoría (si no todos) jóvenes, sabía que estaría difícil la cosa...

Finalmente tuve razón, y además de Mónica en su categoría, tanto mi padre como mi madre fueron terceros en sus respectivas categorías ¡¡enhorabuena!!


XXXIII Carrera Urbana del Pavo

¡ORGULLOSÍSIMOS DE VOSOTROS!

La mañana solo podría mejorarse si nos traíamos a casa alguno de los lotes de regalos o de los pavos que se sortearon, pero no pudo ser...

Antes de irnos nos despedimos del alcalde de Benalmádena y de Osama, al que presentamos al concejal de deportes para intentar que se le apoye, ya que tiene un potencial enorme pero ha tenido mala racha con las lesiones y ha perdido todas las ayudas con las que antes, en su mejor momento de forma, contaba; confío en que vuelvan esos días campeón, no dejes de entrenar duro y no pierdas la ilusión.


XXXIII Carrera Urbana del Pavo

Con dos de los corredores que en más ediciones han participado, Osama Rmidi y Víctor Navas 

Con esto finalizó una de las citas más populares del calendario provincial navideño, que un año más, ha vuelto a ser un éxito de participación, récord incluido.

Me despido hasta la próxima dejando lo que más y menos me ha gustado del evento, posiblemente, la semana que viene compitamos de nuevo, pero sea como sea, ¡mucha suerte en todo y un abrazo!

Lo mejor
-La Carrera del Pavo de Benalmádena es una de las mejores pruebas populares de la provincia desde hace varios años, por la cantidad de premios, el estímulo a niños padres y abuelos para que toda la familia corra, y la inscripción... 1 kilo de alimentos solidarios; sin duda, el que no la corre es porque no quiere, porque excusa no tiene.

-El recorrido es muy rápido y asequible a todas las edades (apenas 4 kilómetros), por lo que todo el mundo, hasta andando, puede realizarlo en menos de una hora, tiempo prudente para mantener cortadas las principales arterias de la ciudad sin causar demasiados perjuicios.

-El ambiente desde la entrada a la pista y hasta abandonar el auditorio es de fiesta total, es un día por y para el atletismo, en familia y haciendo piña, desde luego una buena excusa para engancharse a esto del atletismo.A mejorar


-Al igual que ayer con el Cross de Navidad de la UMA, me cuesta mucho sacarle un defecto a la prueba, solo se me ocurre buscar un sistema alternativo al sello del dorsal en la entrada para evitar situaciones picarescas, ya que más de uno y más de dos, con el dorsal sellado (algunos incluso sin sellar), se cuelan en mitad del recorrido para llegar holgadamente; no hay nada de malo en ello, tan solo se engañan a ellos mismos, lo malo es cuando involucran a niños que además de llevarse un malísimo ejemplo le quitan el puesto en el podio a chicos de club que entrenan duro a diario para ello, y aunque no es la única carrera en la que sucede, en esta lo he visto de primera mano varios años (en este no, aunque algo he oído).

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