Revista Historia

Y con Esteban, tres. El porqué de la celebración de San Esteban

Por Ireneu @ireneuc

Tres... tres mil calorías por ágape es lo que nos hemos metido en las tres comidas que hemos hecho en las tres festividades consecutivas de Navidad que celebramos en Catalunya: Nochebuena (Nit de Nadal), Navidad (Nadal) y (Sant Esteve). Parece mentira lo que pueden dar de sí los estómagos y los michelines, que en escasamente 48 horas acaban por embuchar más calorías que en toda una semana normal... sin embargo, ¿a cuento de qué nos reunimos estos días? Nochebuena, tiene un pase; Navidad, también,... pero ¿ San Esteban? Pues aunque parezca mentira, también tiene su sentido.

San Esteban es lo que se conoce como " protomártir" cristiano, o lo que es lo mismo, que después de "cepillarse" a Jesucristo, éste personaje, judío converso helenizado (hablaba griego, en vez de hebreo), fue el primero a quien dieron " matarile " por defender la nueva religión que se había creado.

Por lo visto, San Esteban fue nombrado diácono por los primeros apóstoles (aspirante a cura, vaya) encargado de las relaciones con los paganos conversos, y el hombre, como toca a todo buen converso, era un hincha cristiano que iba convirtiendo judíos y paganos a diestro y siniestro. Ello no gustó al Sanedrín judío, el cual decidió ir a por él para pararle los pies. Siempre queda feo eso de robar clientela a la tienda de al lado, sobretodo, cuando se había sido cliente de ella.

Según parece le acusaron de cosas muy feas, es decir, de blasfemar contra Moisés y contra Dios (por suerte, Moisés y Dios en estos momentos ya pasan de todo y no están por estas minucias) y el hombre, en vez de retractarse, empezó a sacar el hooligan que llevaba dentro, y al mejor estilo Belén Esteban (curiosa la coincidencia), empezó a desbarrar y a sacar aquello de "por Jesusito, mato! Matooo!". Pero este Esteban no era exactamente " el príncipe del pueblo bajo" y ante tanto barriobajerismo religioso lo condenaron a padecer un ataque de piedra. A lapidarlo, vaya.

El resultado es que San Esteban murió mientras que se hartaba de una dieta rica en minerales y oligoelementos (después para que digan que es sana) proporcionada gratuitamente por el populacho, y se le pierde la pista. Pero hacia el 415, un sacerdote llamado Luciano tuvo una visión en sueños de dónde se encontraba la tumba de San Esteban. No se tiene claro si fue Dios o la borrachera de cazalla de la noche anterior, la que le produjeron la visión, pero el caso fue que encontraron los restos.

Estos restos del " ubicuo" San Esteban -todo el mundo tenía el suyo por lo visto-, fueron llevados el 418 a Menorca, y provocó un gran tumulto, produciendo la conversión en masa de los judíos que allí vivían (tampoco se explica los métodos que se utilizaron para tal cambio de chaqueta masivo, pero convincentes tuvieron que ser sin duda) iniciándose de esta forma una festividad que se celebra en mayor o menor medida en buena parte de los países cristianos.

En definitiva, que durante éstas fiestas celebramos la noche en que nació Jesús (o más o menos, ver La Natividad del Dios-Sol), el día en que nació Jesús (para los despistados que siempre se enteran los últimos) y el día del primer " empachado" navideño. ¿Que son muchas fiestas? Dados los tiempos que corren, córrase una juerga, aunque sea familiar, que será lo mejor que se lleve estos días.

Ya volverá a la realidad cuando mire su cuenta corriente.


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