Revista En Femenino

Y de repente todo termina

Por Peineta
Y DE REPENTE TODO TERMINA

Se acaba el mundooooo, perdón el año, es que últimamente con tanto buen deseo, resúmenes de años en todas las Redes Sociales, tengo la sensación de estar despidiéndome de la gente para siempre. Pero vamos que yo el 2 de enero pienso estar aquí y más o menos parecida. Bueno seguro que con algún kilo de más por el exceso cebamiento familiar, pero es lo que tienes en Navidades durante unos días sabemos lo que sienten los patos para foie.

Pues señores llego el momento de fustigarse, sí hombre, ese en el que sacas esa lista que con tanto gracejo y buen pie escribiste hace doce meses, donde menos tirarte en puenting te propusiste de todo. ¿Qué? Has tachado muchos...pues eso que yo creo que a veces esas lista a principio de año crean una motivación espectacular y a final de año una depresión de caballo, porque no te has quitado esos kilos que habías dicho y si lo has hecho los has recuperado justo en vacaciones a unos meses de cerrar el año. De la lista de libros que te pusiste pues con suerte uno o dos y de los demás las contraportadas, de los viajes idílicos y los proyectos creativos mejor ni hablamos ¿no? En fin, pero tranquila, solo en unos días te va a volver a invadir ese espíritu motivador y vas a repetir la lista con entusiasmo y alegría, oye dicen que la clave está en la constancia 😉

Y DE REPENTE TODO TERMINA

Yo tengo un enero bien completito de retos, vamos que no acepto ni uno más que si no voy a parecer la Pataky y no es plan que a una le ha costado lo suyo conseguir sus formas. Tengo que superar un reto de deporte, otro de dieta y otro de salud de mujer. Pero he pensado, quizá si empiezo enero a ese ritmo para Marzo ya estoy como para celebrar Nochevieja jajajaj

No os preocupéis, para goce y disfrute vuestro lo voy a retrasmitir por las Redes Sociales, así que si os queda algo de compasión os animo a que los hagáis conmigo y así no me siento tan solica.

De todos modos y bromas aparte, la menda cierra el 2016 con broche de oro. No por terminarlo llena de energía y buenas noticias, sino sencillamente por terminarlo. Cuando empezó este año el mundo se me estaba cayendo encima literalmente, dejé que me aplastará y luego poco a poco y con AYUDA (esa que hay que pedir a gritos cuando se necesita) me lo he ido quitando de encima. Y ahora que empiezo a ver ese mundo con perspectiva me estoy planteando incluso empezar a comérmelo en el 2017, pero sin presión ni estrés, poco a poco a trocitos, con ganas y buen pie.

Ha sido un año duro de asimilar, digerir y entender que a veces las cosas no son o no eran como creíamos que tenían que ser. Que no todo lo que te rodea es perfecto, que no todos los que te rodean te aportan y que no todo lo que haces tiene por qué estar mal. Confieso no haberme encontrado a mí misma, pero confieso sí estar preparada para pillar esos trenes que os dije en su día aquí, que dejaba ver pasar por cierta sensación amarga. Es más, hace días que estoy en la estación intentado organizar varios viajes y cuadrar los destinos. Sólo eso me supone un reto bien positivo.

Y DE REPENTE TODO TERMINA

No soy una persona positiva por naturaleza, más bien dramática, tremendista y de reacción demasiado rápida y poco pensada. NO he conseguido llegar a un estado ZEN, sencillamente porque los milagros no existen, pero si he conseguido poder analizar todo desde otro punto menos critico y más positivo. Pero principalmente he conseguido empezar a valorar aquello que encuentro cada mañana cuando me miro al espejo y cuando me siento delante de una mesa de trabajo.

Quiero aprovechar este post para agradecer a toda esa gente especial que ha estado a mi lado aguantando mi 2016 : A Ramón por la terapia y el buen hacer, a mis padres por respetar mi espacio, a mi pareja y mis hijos por haber sobrevivido al tsunami que ha supuesto, a Fran por no haberme abandonado nunca, a Moni y Jaio por haber soportado la estocada que di, a las putis y a las chichis por sencillamente respetar mi silencio, a Maider por entenderme, por la empatía, la ayuda y llamarme cada día para saber si me había levantado, a Marta por dejarme llorar y protestar, a María José por hacer de maestro Yoda, a Ursu y Sara por no abandonarme, a Bego por escucharme siempre, a Gema por el coaching más especial y motivador, pero sobre todo a todos vosotros que estáis detrás de una pantalla, que no os conozco y que habéis sido una de las mejores partes de la terapia sin vosotros saberlos. No hay nada mejor que saber que tienes que dar la cara para seguir adelante. Me faltan muchos nombres pero he entrado en modo llanto y me bloqueo, perdonarme el resto no nombrado.

Y DE REPENTE TODO TERMINA

Os deseo un feliz 2017 sin listas ni obligaciones más que la de ser feliz, disfrutar, compartir y soñar, nunca dejéis de soñar.


Volver a la Portada de Logo Paperblog