Revista Cine

Y por fin le pusimos cara a John el Rojo

Publicado el 02 julio 2011 por Lapalomitamecanica
Analizamos la reveladora 3ª temporada de El Mentalista
Y por fin le pusimos cara a John el Rojo
Vaya, jamás pensé que me pondría a escribir un análisis de El Mentalista. En esta web solemos elegir de forma muy estricta las series de las que hacemos seguimientos y análisis porque entre informar sobre la actualidad del cine y la televisión apenas nos queda tiempo para valorar todos los episodios de los que se compone una temporada en condiciones. Para Dexter o Breaking Bad somos capaces de sacar minutos de debajo de las piedras, pero hasta ahora jamás habíamos considerado necesario dedicárselos a El Mentalista, una serie de formato casual donde las haya, heredera de Colombo y con tramas autoconclusivas y en apariencia irrelevantes. Pero eso era hasta ahora. Esta misma semana llegaba a su fin la tercera temporada en nuestro país y aunque ya intuíamos que en esta entrega  había voluntad de cambiar las cosas, la sorpresa del final no se la esperaba nadie. Comenta con nosotros tus impresiones al conocer finalmente la identidad de Red John  tras el salto.
Tras dos años respetando a rajatabla la fórmula de caso por episodio que caracteriza a este tipo de series, en su tercer año en El Mentalista se han arriesgado a dar un giro a su propia fórmula. Desde el principio de la temporada ha estado más presente de lo habitual la trama central de John el Rojo, pero también se han sacado de la manga otra subtrama central de temporada que ha reforzado esa sensación de continuidad. No me entendáis mal, esto no ha pasado de ser una especie de Se ha escrito un Crimen a un Damages de la noche a la mañana, pero sí se ha dado una capa de chapa y pintura que le ha sentado muy bien a un esquema trillado hasta la saciedad.
Y por fin le pusimos cara a John el Rojo
Conocer la identidad del topo de Red John dentro del departamento se convirtió en un aliciente añadido capítulo a capítulo, y aunque era de esperar que se guardasen la sorpresa para el último episodio, lo que no se esperaba nadie es que la pista le llevara a Jane directamente al asesino. Desde el comienzo de la serie ha existido el rumor de que John el Rojo podría ser cualquiera de los inexpresivos compañeros de nuestro protagonista, pero a lo largo de esta temporada hemos visto como las tramas secundarias de todos cobraban peso: la boda de Van Pelt, el padre de Rigsby, el accidente de Lisbon y...emm...uno o dos cambios de expresión en el rostro de Cho. Un recurso que podía servir para reforzar el impacto ante el descubrimiento de que uno de ellos era el asesino o para exactamente todo lo contrario. Y así ha sido.
El hombre ante el que se ha sentado un estupefacto Patrick Jane en el centro comercial es un completo extraño para los fans de la serie. Un actor que nunca antes había aparecido y que, como él mismo se define, es "un don nadie, un hombre corriente con sus virtudes y fallos" que no merece toda la atención que se ha ganado por parte de nuestro mentalista. Un tipo frío y vacilón que confiesa estar ya cansado del juego del gato y el ratón al que llevan años jugando y que ha resultado la némesis perfecta.
Y por fin le pusimos cara a John el Rojo
No hay que olvidar que Jane es un maestro del comportamiento humano. Tras los supuestos poderes de mentalista del protagonista no se esconde otra cosa que años de estudio y observación de su entonro hasta límites obsesivos, con lo que resulta especialmente irónico y coherente que el temible Red John sea un tipo anodino, en el que ni el propio Patrick se fijaría de tenerlo al lado un buen rato (como sucede en el episodio)
En realidad el actor que interpreta al asesino no es otro que el actor Bradley Whitford, protagonista de El Ala Oeste y Estudio 60. Un intérprete con el nivel y talento suficiente como para encarnar con la contundencia que te permiten 10 minutos de aparición a un personaje que existe en la imaginación del espectador desde el comienzo de la serie.
Y por fin le pusimos cara a John el Rojo
Pero lo gordo estaba por venir. El episodio doble (casi un telefilm de 122 minutos) que ha cerrado la temporada no solo nos ha dejado todas las respuestas que buscábamos, sino que además se ha atrevido a cerrar la trama central consumando la venganza de Jane como si del final de serie se tratara. La imagen de Simon Baker con su inseparable taza de té segundos después de disparar a Red John en un centro comercial abarrotado de gente es tan impagable como tramposa, y decimos tramposa ya que en cualquier otra ficción con una vocación más seria, el asesinato de un sospechoso por parte del protagonista a plena luz del día traería consecuencias monumentales. Pero en el universo blanco de El Mentalista las consecuencias son impredecibles. Lo mismo Patrick se libra con un "era en defensa propia" al comienzo del 4x01 que nos enseñan todo el proceso judicial hasta su consiguiente liberación. Pero ya continuen con cierta coherencia argumental o vuelvan a la fórmula del "caso por episodio y punto", lo que han logrado en esta tercera temporada es cumplir todas las promesas que nos hicieron en su primer capítulo, y eso es algo de lo que pocas series pueden enorgullecerse.

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