¡Ya es primavera!

Si, ya sé que oficialmente tendremos que esperar a mañana, pero hoy hace un día tan bonito, por lo menos en mi ciudad, que parece que la fecha oficial llega con retraso. Tanto los niños como los mayores disfrutan de un domingo soleado, lleno de flores y un montón de insectos revoloteando por la ciudad... es tiempo de jardines y parques. Los parques públicos están a tope de gente que pasea, corre, hace deporte, lee, estudia, charla, se besa... vamos que disfrutan de su tiempo libre en esos pequeños rincones verde de la urbe que aún nos quedan. Uno de los parques más famosos es Central Park, en Nueva York. 



Sus grandes dimensiones, tiene casi el doble de superficie que Mónaco, y el contraste con los rascacielos hacen de este lugar un espacio emblemático, más de 25 millones de personas lo visitan al año... yo tuve la suerte de ser una de esas personas, hace unos años pude pasear bajo sus árboles y os aseguro que es un parque estupendo, sus grandes dimensiones permiten el aislamiento de la ciudad, pero su escala interior está perfectamente medida, la gran variedad de espacios permite que cada ciudadano encuentre su lugar, grandes explanadas invitan a tomar el sol y charlar en comunidad, hay restaurantes y espacios estanciales en los que tomar un refresco, zonas deportivas integradas en el bosque hacen las delicias de los más atléticos, también hay pequeños rincones en los que descansar con más intimidad, varios lagos artificiales refrescan el ambiente, y las aves migratorias también hacen una pausa entre sus ramas y por supuesto una red de caminos bien trazados y amplios se llenan de neoyorkinos haciendo footing o montando en bicicleta.En Central Park hay un espacio para todos y todos encuentran su espacio... por eso es un gran parque urbano.Si tenéis ocasión no dejéis de dar un paseo por allí, es una experiencia que merece la pena.