Ya están aquí... De aquí a que concluya septiembre, y sin...

Ya están aquí... De aquí a que concluya septiembre, y sin ser exhaustivo en el recuento, levantarán el telón en Madrid más de una treintena de producciones escénicas. Para que os hagáis una idea, mañana, día 1, se estrenan «El Nacional», de Els Joglars, en el Nuevo Alcalá (una obra de 1994 que ahora recupera la compañía catalana para celebrar sus cincuenta años de vida); «Crimen perfecto» en el Reina Victoria; «La reina de belleza de Leanne», de Martin Donagh, en la sala pequeña del Nuevo Alcalá; «No es tan fácil», de Paco Mir, en la sala AZarte, y regresan a escena «El cavernícola», con Nancho Novo, en el Fígaro; y «El pisito», basado en el guión de Rafael Azcona, en los teatros del Canal.
Me llama la atención precisamente, en este arranque de temporada, la cantidad de recuperaciones y retornos: al margen de las dos mencionadas, ya está de nuevo en el teatro Príncipe-Gran Vía «Toc Toc», dirigida por Esteve Ferrer, uno de los grandes fenómenos de la escena madrileña reciente, y que afronta su tercera temoprada; también regresa «La ratonera», el clásico de Agatha Christie,  y que esta vez se alojará en el Muñoz Seca; «Fuga», de Jordi Galcerán, reanuda sus funciones en el Alcázar, lo mismo que «La cena de los idiotas», con Josema Yuste, en el Infanta Isabel; al Alfil vuelve «Animales», al Lara «La gaviota», en versión de Rubén Ochandiano; y la Abadía abre la temporada con «Veraneantes», la excepcional versión de la obra de Gorki firmada por Miguel del Arco. Mucho me temo que no es únicamente el éxito el motivo de estas reposiciones o recuperaciones, y que algo tendrá que ver la crisis, que empuja a los empresarios, lógica y legítimamente, a minimizar los riesgos. En cualquier caso, bienvenidas de nuevo, y confío en que repitan su éxito de anteriores temporadas... o mejor, que lo superen.
También me parece destacable que dos directores jóvenes y discretos (tercera acepción de Discreción, según la RAE: «Reserva, prudencia, circunspección») tengan más de una obra en cartel. Víctor Conde («Crimen perfecto» y «La ratonera») y Gabriel Olivares («Burundanga», «Venecia en la nieve» y, pronto, «Se quieren») son ya nombres fijos en el teatro madrileño de los últimos años.
Y más reclamos, cada uno por motivos muy diferentes: «Traición», el fascinante texto de Harold Pinter, con versión y dirección de María Fernández Ache; «Llama un inspector», de J. B. Priestley, con el siempre magnífico José María Pou, garantía de calidad y buen hacer; la recuperación de un texto semidesconocido de Jardiel Poncela, «Las cinco advertencias de Satanás», con el tándem Gustavo Pérez Puig-Mara Recatero y una jovencísima actriz que, me dice Pérez Puig, dará que hablar, Aloma Romero; la nueva aventura de Arturo Fernández, un género teatral en sí mismo, «Los hombres no mienten»; el «Tartufo» de Molière dirigido por Hernán Gené: el todavía indefinible «The hole», con Paco León como primer maestro de ceremonias; y la prometedora (y apta sólo para «muy teatreros») trilogía de Tom Stoppard, «Costa de utopía». Todo esto sólo en septiembre.
Y además, danza y musicales (lo mío, ya lo sabéis): de lo primero, los Ballets de Montecarlo en el Real, el Ballet Nacional de Cuba en el Canal, Cecilia Gómez, Farruquito...; y de lo segundo, ahora «Shrek» y más adelante «Más de cien mentiras», «Chicago», «El Rey León», «Zarkana» (Cirque du Soleil)...   
Y ya lo advierto: en ABC no voy a tener papel para todos ni podré atender a todos tampoco aquí, así que confío en que me perdonéis las ausencias...
Pdta. La foto es de «Crimen perfecto», con María Castro, Jorge Sanz y Pablo Puyol. ¿Por qué ésta y no otra? Porque es del estupendo Javier Naval, porque la foto me gusta mucho y porque me da la gana... Je, je.