I walked with a zombie (Jaques Tourneur, 1943. EEUU): turbador, hipnótico, elegante e imprescindible cuento de magia negra surtido de la inagotable fuente de inspiración fantástica de la RKO de los años 40, trascendiendo las convenciones del propio género de horror e instaurándose como uno de los films fantásticos, sin ostentaciones, más absorbentes de la Historia del Cine. Su capacidad de sugestión es inagotable y su localización exótica no hace más que añadir inquietud al tono del relato. Cortísima, ya que apenas supera la hora de metraje. El francés Tourneur ya había demostrado su notable destreza tras las cámaras en la inmediatamente anterior e igualmente sobresaliente La mujer pantera (Cat people, 1942).