Revista Cultura y Ocio

Yo no soy esa.

Publicado el 19 enero 2016 por Águeda Lorena García González @aguedlgg
Yo no soy esa.

Algunos nacen con estrella, otros nacemos estrellados. Algunos nacen para brillar y otros nacemos para sacarle brillo únicamente a sus zapatos.

Hay quién nace para amar y otros para ser amados, quién nace para rechazar o para ser rechazado, para invitar o para ser invitado, para abrazar o para ser abrazado...

Sí, irremediablemente todos tenemos un destino, que no cambiará por mucho que lo intentes, aunque te dejes el sueldo en libros de autoayuda o registrado en los portales de que prometen encontrar a tu "alma gemela".

Yo ya tengo una hermana gemela y no creo que tenga la suerte de tener ningún "gemelo" más en todo lo que me resta de existencia.

Aunque uno ponga todo su empeño en ser amado... Hay gente que nació para dar y no para recibir, para amar siempre más que el otro, para apostar más que el otro, para sentir más que el otro, para arriesgar... Terminas cansado de dar ¡Porque dar siempre, también cansa!

Puede que hace un año la Rubita no supiese jugar "al juego del amor", que no tuviese la formación y experiencia requerida para el puesto de (la carrera es más chunga que licenciarse en Hardward) y por eso se había topado con una enorme colección de "cosas raras" que no son dignas de mención.

Yo no soy esa.

He comprendido que yo soy de las que dan, de las que llaman, de las que escriben, de las que miran a los ojos y se sonrojan, de las que esperan, de las que abrazan, de las que cambian sus prioridades por adaptarse al otro, de las que no juegan al "monopoly" del amor con estrategias más propias del Risk que de una persona hecha y derecha.

Sí, yo soy de esas personas condenadas a enamorarse de imposibles, de esas que cuanto menos reciben, más entregan (pensando que si doy un poco más, quizás el otro se dé cuenta) de esas personas que desde que conocieron "su primer amor" en el patio del colegio, han sufrido de eso que llaman "amor no correspondido".

Y por otro lado están ellos y ellas: Los destinados a pisotear los sentimientos de la persona que se les acerca.

Los guapos y guapas (a veces ni tan siquiera guapos) de turno que siempre están rodeados de pretendientes, que tienen el poder de decir "no puedo quedar", "me ha surgido un compromiso", "no sé lo que quiero", "necesito tiempo"....y dejarte más plantada que una margarita en una maceta.

Hay personas que son siempre las que dejan y otras tienen el papel de abandonadas en todas y cada una de sus relaciones. No hay cambio de rol ni a los 20 ni a los 40.

Yo no soy esa.

Estoy segura que yo misma no podría amar de otra manera. Seré la típica que da (esperando algo a cambio) pero que nunca llega.

Y me doy cuenta de la desigualdad en términos de relaciones... ¿Por qué yo soy de esas? ¿Por qué no soy la Rubita, con aires de grandeza? Total a estas alturas, da lo mismo, no hay reglas.

He probado la "asertividad" y mira, si de algo ha servido es para sentirme bien conmigo misma. Del resto no ha servido para nada más. Porque quizás he elegido a las personas incorrectas y por mucho que hiciese, dijese, dejase de hacer o de decir... al final el resultado era el mismo y al final desesperas.

La verdad, poco importa quién seas... Aceptar el rechazo, las negativas, las excusas baratas, asumir la realidad de las relaciones "por interés" de nuestra época es la única manera de sobrevivir y no sentirte un bicho raro.

Pues yo asumo.

Asumo que no me conformo, que no quiero un ratito pudiendo tener un "todo", que no voy a llamar a quién no llama, que no voy a perseguir a quién se escapa, que no voy a dar nada (por triste e insípido que sea) porque no quiero dar y no recibir. Llamadme egoísta.

Al final te cansas de ser "el plan B", de ser sólo la chica de los martes por la tarde (los findes no los comparten...pues eso sólo es para las novias), la chica que aunque no escribas en 6 horas te va a responder cuando la llames... Y no soy la única que lo hizo o que lo hace.

Siempre somos los mismos los que acabamos mal, los que nos levantamos de la cama del otro pensando "mejor me hubiera levantado yo solita".... Puedes dormir acompañada y sentirte sola... Y yo eso no lo quiero.

Hay mujeres que aprenden a ser hombres (prototipos de hombres) y que cambian de cama cada fin de semana y no les duele, no les molesta, no les afecta... Pero yo, no soy de esas.

Perdonadme por querer un trato de deferencia después de haberme dado entera... Ahora me acuerdo de aquella amiga que le dijo a un chico: "Perdona, pero yo no hago servicios a domicilio". Que te llaman y te proponen sexo como como el que pide una pizza "Margarita".

Que no, que el intercambio de fluidos, ratos e intereses no llena (quita el hambre pero no alimenta).

"No te fíes ni de tu padre"... Y por supuesto, no te fías... y te conviertes en la "Rubita Corazón de Piedra".... Francamente, vivir siempre en la desconfianza tampoco es una cosa que yo quiera.

Sinceramente, después de un año y medio en el mercado y con un montón de amigas que me sirven de referencia, tengo que admitir que no he encontrado nada que merezca la pena. Ni yo ni ellas.

Yo no soy esa.

Tan sólo coleccionas citas, números de teléfono, mensajes, llamadas, fotos... Pero en lo personal no te quedas con casi nada.

Sólo te queda despertarte con la sensación de que es lo que es y que no hay sentimiento que prevalezca... ¿Y esto es lo que me espera hasta el fin de mis días?

La verdad... Cada vez más cerca de los 34 y ni siquiera una historia digna de contar, nada... Absolutamente nada que me haya salido "medianamente" bien en todo el 2015.... Me rindo, asumo que me toca retirarme del mercado y confiar en encontrar el amor en el pasillo del Mercadona (eso dicen mis lectores) o repostando en la gasolinera....

Será porque será, será por lo que sea... Yo soy de las que dan, de las que llaman, de las que escriben, de las que esperan... Pero este año...No voy a ser de esas.


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