Revista En Femenino

Yo no soy una madre moderna

Por Felizenbrazos

Desde que nació la princesa, hace 16 meses, me he hartado de escuchar comentarios, consejos y críticas a mi forma de crianza.

Que si la teta no le alimenta, que si se despierta por hambre, que si tantos brazos la estas malacostumbrando, que si comiendo así se va a atragantar, que si dormir en la cama contigo no es bueno y varias tonterías de esas más.

Y en estos meses, he pasado por varias fases. Primero, la fase en la que me molestaba todo lo que me decían y siempre estaba dando explicaciones de por qué lo hacía. Luego pasé a la fase  de asentir, decirle a todo el mundo que sí, dijeran lo que dijeran. Y por último, a la fase de pasar, cada vez que me hacen un comentario de estos, les ignoraba y ya está.

Pero ayer, hablando con una madre que tiene una niña un par de meses menor que la mía y que se asombraba de los rellenita que estaba la princesa, me preguntó qué le daba de comer, porque la suya comía fatal y que no quería nada en trozos. Le expliqué, mientras estaba en el fular mamando, que comía de todo, lo que le apetecía, lo mismo que los mayores. Y entonces, muy seria me dijo:

-“¡Tú lo que pasa es que eres una moderna!”-

Y como siempre hay una gota que colma el vaso, pues ese comentario fue la gota, la que me molestó sobremanera, la que hizo que mi etapa de pasar de todos los comentarios que recibo llegara a su fin. Como diría Nieves, ese comentario me puso morada.

Así que hoy, aquí, a tí, a esa persona que parece que no tiene otra cosa que hacer que comentar, criticar y opinar, a esa persona a la que yo no le digo NUNCA nada sobre su forma de crianza, sí, a ti, a ti y a ti, que seguro que me lees, te digo esto:

  • Moderna eres tú que das a tu bebé leche de fórmula. Somos mamíferos y como tales, estamos diseñados para dar de mamar. De siempre, desde los tiempos más antiguos, desde Adán y Eva, si es eso en lo que crees, o desde el primer homínido que hubo en la tierra, si crees en esto otro, desde entonces, las mujeres dan el pecho a sus hijos. Sin mirar horarios ni límites de tiempo, hasta que el propio niño deje de mamar, en algunas culturas, es normal que mamen hasta los 6-7 años. Si alguna, por algún problema rarísimo, no podía amamantar a su bebé, alimentaba a su hijo a través de una nodriza, de otra madre que le prestaba sus pechos. La leche de fórmula se inventó a finales del siglo XIX, para alimentar a los terneros y posteriormente, para alimentar a bebés, a niños que abandonaban en hospicios y que morían por falta de alimento o por el exceso de proteínas de la leche de vaca. Posteriormente se popularizo este tipo de lactancia, y esto es moderno.
  • Moderna eres tú, que llevas a tu hijo en un carro de paseo. Los bebés humanos  están diseñados para ser llevados. A un recién nacido que se le levanta por debajo de las axilas, levanta sus piernas y las pone en posición ranita, para acoplarse al cuerpo de su madre. En brazos tiene TODO lo que necesita: alimento, movimiento, contacto físico, calor, se cubren sus necesidades. Los carros de bebé, esos artilugios enormes, de plástico con ruedas, donde los bebés van completamente estirados, a más de medio metro de distancia de sus padres,  se inventaron hace poco más de 150 años, para la realeza inglesa. Esto es moderno
  • Moderna eres tú, que das a tu bebé papillas de cereales deshidratados y procesados. Desde siempre, cuando los bebés empezaban a tomar otros alimentos además de la leche materna, se le daban comidas naturales, cereales machacados o cocidos, que se mezclaban con agua y se hacían una especie de gachas. O comían arroz, un cereal altamente disponible en la mayoría del mundo. Las papillas de cereales hidrolizados son un invento moderno
  • Moderna eres tú, que introduces la alimentación complementaria en forma de purés, mezclando verduras y carne en una consistencia homogénea, que no deja al bebé diferenciar sabores. Antiguamente, se cree que los bebés se alimentaban de gachas de cereales, de comida pre masticado por las madres y de comida de adultos adaptada a sus necesidades. Las batidoras eléctricas  son un invento moderno.
  • Moderna eres tú, que acuestas a tu bebé en una cuna, en una habitación separada de la tuya, donde no está cerca de sus padres, donde tiene que llorar para que le oigan, donde está solo y asustado.  Antiguamente, y en numerosos culturas actuales, los bebés dormían en la misma habitación e incluso, en la misma cama de los padres. De ese modo, estaban todos protegidos, se tenía acceso libre al pecho materno, se daban calor cuando hacía frío. La manada siempre ha dormido junta. Dormir en una habitación separada de los padres es moderno.
  • Moderna eres tú, que dejas llorar al bebé para que aprenda, para que no se “acostumbre” a que se satisfagan sus necesidades, que piensa que un bebé con pocos días, semanas o meses manipula a sus padres con sus lágrimas y prefiere dejarle llorar para que deje de hacerlo. Así, el bebé dejará de pedir, pero no porque aprenda, por ejemplo, a dormir solo, sino porque aprende que aunque llore, no van a ir a atenderle y no merece la pena seguir haciéndolo. Será un bebé inseguro. Un libro que pretende decirte como enseñar a dormir a un bebé dejándole llorar, eso es moderno.

Yo, en cambio, no me considero moderna por darle a mi hija teta cuando ella quiera y hasta que ella quiera; Por tenerla en brazos cada vez que lo pide, por llevarla a todos lados “aúpa”, usando portabebés para la comodidad de las dos, donde está en contacto conmigo, confiada; Por darle de comer comida natural, sin procesar; Por dejarla comer saboreando,  probando texturas, con las manos, comiendo la misma comida que comemos los adultos; Por dormir con ella en mi cama, donde tiene la teta a mano para cuando la necesita, donde está segura y protegida, donde la tengo vigilada, donde casi no se despierta porque en cuanto se mueve estoy yo para calmarla; Por no dejarla llorar para que aprenda a hacer nada, al contrario, abrazándola y queriéndola, demostrándole cada día que es lo más importante del mundo.

A pesar de que la moderna seas tú, jamás me habrás oído a mí criticarte por tu forma de crianza. A mi modo de ver, bajo mi punto de vista, la forma en la que tú lo haces no es la correcta. Porque creo que lo natural, el amor incondicional y el consuelo, son lo mejor. Si me preguntas, te digo lo que yo hago, pero sólo si me preguntas, no te ataco directamente por lo que tú haces. Ni te critico. No pongo cara de asombro cuando te veo. Simplemente, tú haces las cosas de la manera que tú crees correcta y eso mismo hago yo, hacerlo del modo que yo creo que es el correcto.

Por eso te pido, por favor, que dejes de hacerme comentarios sobre como estoy criando a mi hija. Porque lo estoy haciendo con sentido común, como se ha hecho toda la vida.

Yo no soy moderna, soy natural.


Yo no soy una madre moderna
Yo no soy una madre moderna
Yo no soy una madre moderna


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