Revista Cultura y Ocio

Yo también soy una chica lista, de Lucía Lijtmaer

Publicado el 09 agosto 2017 por Imosver

Yo también soy una chica lista, de Lucía LijtmaerEste título nos llega casi como una bofetada, como si tuviésemos que considerar que esta frase se debe decir en alto. Yo también soy una chica lista tiene todos los tintes para tratarse de un libro reivindicativo, un libro que nos haga reflexionar sobre muchas cosas que ocurren a nuestros alrededor en nuestra sociedad y para que podamos al menos ponerles nombre, aunque a veces sea complicado combatirlas.

¿Os imagináis de qué puede tratar Yo también soy una chica lista? ¿Qué podemos encontrar entre sus páginas? Pues podremos encontrar palabras con un sentido, el de poner nuestro mundo patas arriba y cuestionarnos muchas ideas de nuestra vida ya preconcebida sin que nosotros lo supiésemos.

Lucía Lijtmaer nos propone un recorrido por las injusticias de este sistema, esas injusticias a la que nos cuesta mirar a los ojos porque están maquilladas en tonos pastel y de las que somos raramente conscientes. En este libro de Yo también soy una chica lista, viajaremos por nuestras propias preferencias, preguntándonos qué queremos, si una vida alucinante o simplemente el cuerpazo de esa modelo que tenemos en mente.

Sin duda, este libro se trata de un manifiesto irónico y con mucho humor, donde para entender construcción de lo que hoy entendemos la figura de la mujer, hemos de desterrar algunas ideas dañinas. Los estereotipos son enemigos en todos los ámbitos, pero en el machismo y en el feminismo se pueden incluso considerar como verdades aceptadas y afianzadas por nuestra sociedad. Temas tan de actualidad como la maternidad o simplemente la moda, vienen reflejados en Yo también soy una chica lista, porque la pena es que las mujeres tengan que alzar la voz para remarcar que esos es así.

El libro de Lucía Lijtmaer se puede convertir para muchos en un divertido manual, para aquellos que quieran encontrar una alternativa honesta a problemas que en realidad resulta muy complejos, porque las expectativas y las comparaciones nunca fueron buenas y ser inconformista en el mundo de hoy día también es una buena alternativa.


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