Revista Ciencia

Zoco de Astronomía: El éxito de la sonda Rosetta

Por Angelrls @El_Lobo_Rayado
Versión íntegra del artículo publicado hoy, domingo 9 de octubre de 2016, en el el suplemento el Zoco de Diario Córdoba, cuyo enlace directo es este. Para más información sobre los resultados de Rosetta consultar este post de Daniel Marín en su blog Eureka y "la cara B del programa 5 "Propulsión" del nuevo y muy recomendable podcast científico Radio Skylab.
Tras más de 12 años y medio, el viernes 30 de septiembre de 2016 a las 12:39 hora local la sonda Rosetta (Agencia Espacial Europea, ESA) concluyó su exitosa misión estudiando el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (apodado “Chury”) al “chocar” con su superficie. Este impacto fue completamente intencionado y programado durante meses por los técnicos y científicos de ESA, todo ello controlado desde el centro ESAC de Villanueva de la Cañada (Madrid). En cualquier caso la sonda ha cumplido de sobra sus objetivos científicos: el estudio detallado del núcleo de un cometa durante más de dos años. Al encontrarse lejos del Sol (720 millones de kilómetros, casi en la órbita de Júpiter) sus paneles solares (la fuente de energía de Rosetta) iban a dejar de funcionar muy pronto, por lo que se decidió finalizar la misión de esta espectacular manera. La última fotografía conseguida del descenso, a sólo 20 metros de distancia, tiene una resolución de 5 milímetros por píxel.
¿Qué ha conseguido Rosetta? En una frase, esta “modesta” sonda espacial (su presupuesto ha sido de 1300 millones de euros: esto es 413 veces menos que el presupuesto anual de defensa de los Estados Unidos, o sólo 4 veces el presupuesto de la primera película de “El Hobbit”, o para los forofos del fútbol, es el sueldo anual de 18 Cristianos Ronaldo) ha revolucionado nuestro conocimiento de los cometas y dado pistas claves a la hora de entender la formación del Sistema Solar. Así, Rosetta encabezó la lista de los 10 descubrimientos más destacados en 2014 confeccionada por la prestigiosa revista científica Science ese año.
Chury es un “cometa viejo” creado en los principios del Sistema Solar, hace unos 4500 millones de años (confirmando así que los cometas se formaron por entonces), por la unión de dos “proto-cometas”. Chury presenta una forma muy peculiar, con dos lóbulos asimétricos que le dan una forma parecida a un “patito de goma”. Con unas dimensiones de 4.1 x 3.3 x 1.8 kilómetros (“cuerpo” del patito) y 2.6 x 2.3 x 1.8 kilómetros (“cabeza” del patito) y una masa de 10 mil millones de toneladas, Chury gira sobre su eje en sólo 12.4 horas. El cometa es muy oscuro (más oscuro que el asfalto), reflejando sólo el 6% de la luz que llega del Sol. Rosetta ha confirmado que, más que una “bola de nieve sucia” (descripción que se ha dado a los cometas durante décadas), Chury es una “bola de polvo”, donde el hielo y la roca se encuentran muy mezcladas. Así también se “difumina” más la frontera entre cometas y asteroides. De hecho, el estudio del hielo de agua de Chury efectuado por Rosetta confirma que el agua de este cometa no es parecida al agua que contiene los océanos terrestres. Ahora los científicos apoyan la hipótesis de que fueron los asteroides (y no los cometas) los que trajeron el agua de la Tierra durante la formación del Sistema Solar.
Zoco de Astronomía: El éxito de la sonda Rosetta
La región donde se encontraba el módulo Philae sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Crédito: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.
Como Rosetta ha acompañado a Chury durante su paso por el perihelio (el punto más cercano al Sol) también ha estudiado en detalle los cambios en el cometa mientras se acerca y se aleja del Sol. Usando los datos de Rosetta, los científicos han estimado que Chury pierde entre 3 y 5 millones de toneladas cada vez que pasa cerca del Sol, midiendo picos de 1 tonelada de polvo y 300 kg de vapor de agua por segundo. Además, Rosetta ha observado multitud de cambios en la superficie del cometa, incluyendo violentos chorros intermitentes de material. Rosetta ha confirmado que los cometas son ricos en oxígeno y compuestos orgánicos complejos (glicinas, alcoholes, acetonas y formaldehidos), además de moléculas ricas en azufre. Uno de los últimos logros de la misión fue la detección del módulo Philae el 2 de septiembre. Este módulo, lanzado desde Rosetta en noviembre de 2014, debería haber “aterrizado” en una zona iluminada por el Sol, pero el sistema de anclaje falló y terminó en una grieta en la que no llegaba la luz solar, indispensable para que Philae pudiera maniobrar. Aunque la exploración espacial haya terminado, el estudio científico de Chury durará aún varios años: aún quedan sorpresas que podrían aparecer al analizar e interpretar todos los datos proporcionados por los instrumentos de Rosetta.

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