Revista Cultura y Ocio

"20.000 leguas de viaje submarino" de Julio Verne (1869)

Publicado el 30 agosto 2014 por Tomas

Saludos. Hacía tiempo que tenía ganas de releer esta novela y comentarla con vosotros, y finalmente lo hice. Os aviso de antemano que esta entrada es muy larga, incluso para lo acostumbrado en KindleGarten (podéis leerla en diagonal :D ), pero ni aún así puedo acercarme a tratar todo lo que contiene y todo lo que significa para la literatura en general y para la Ciencia-Ficción en particular. Por otra parte, se trata de un autor que me acompañó desde el principio de mi vida lectora y con el que me unen unos lazos afectivos muy fuertes. Sin más, os dejo con una de mis novelas preferidas:

Título: 20.000 leguas de viaje submarino ( Vingt mille lieues sous les mers)

Autor: Jules Gabriel Verne (leído Verné), conocido por los hispanohablantes como Julio Verne. El segundo escritor más traducido y leído del mundo tras Agatha Christie. Se le considera el Padre de la Ciencia-Ficción (honor que comparte con H.G. Wells). Su fama de visionario le precede, por la cantidad de avances tecnológicos que anticipó en sus novelas (el submarino, el helicóptero, la guerra química, las armas de destrucción masiva, el viaje a la luna, la luz eléctrica, los satélites artificiales, el motor de explosión, el fax... hasta Internet). En KindleGarten lo conocimos por su "La esfinge de los hielos".

A qué género(s) y estilo(s) pertenece: Sin duda alguna, a la Ciencia-Ficción, porque toda la trama gira en torno a un avance técnico prodigioso, y las cuestiones científicas tienen gran peso en el argumento. Es una novela de Anticipación, por mostrar algo inexistente en su época: un submarino eléctrico capaz de recorrer el mundo a una velocidad de vértigo. Y es una novela de aventuras clásica, mostrando acontecimientos llenos de acción y situados en escenarios exóticos y misteriosos.

Qué cuenta: En 1867, el mundo está conmocionado por la aparición de un gigantesco monstruo marino desconocido hasta la fecha, que compromete la seguridad del tráfico marítimo y con ello el comercio y la economía internacionales. Diversas armadas, como la estadounidense, se aprestan a dar caza al monstruo. El profesor Pierre Aronnax, del Museo Nacional francés, su sirviente Conseil y el arponero canadiense Ned Land se embarcan en una cacería, en la que su barco es dañado por el monstruo, momento en el que caen por la borda. Para su sorpresa, descubren que el supuesto monstruo es en realidad un navío capaz de sumergirse en los océanos y viajar por los entornos submarinos. Al mando del prodigio de la ingeniería se halla el Capitán Nemo, un misterioso hombre que ha roto los vínculos con el mundo terrestre y que no responde ante más autoridad ni ley que las propias.

Para no repetirme como el ajo, pues es un tema que comenté varias veces, mi infancia lectora viene marcada a fuego por dos nombres: Bruguera y Julio Verne. La primera fue el leviatán editorial que dominó el mercado literario español hasta su quiebra en 1986 (arrastrada por una devaluación brutal de la peseta frente al dólar, que disparó el precio del papel), atiborrando cada quiosco y librería del país con su sinfín de publicaciones. El segundo es probablemente el autor más popular de aquella época, y se repartía con Agatha Christie los favores del público.

Porque las colecciones de Julio Verne no faltaban en ningún hogar, ya en sus mil veces editadas colecciones y obras completas (buscad en Internet y veréis), ya en sus múltiples adaptaciones en forma de cómic ("Famosas novelas", "Joyas literarias ilustradas"...) o en aquellas versiones reducidas o simplificadas que hacían sus obras asequibles al público más joven, convirtiéndose en el autor "juvenil" por antonomasia. Sí, mozalbetes, en mis tiempos el concepto "literatura juvenil" se refería a los clásicos de aventuras como R.L. Stevenson, Sir Walter Scott, H.R. Haggard, H.G. Wells, Alejandro Dumas, Emilio Salgari, Conan Doyle... y por supuesto Verne, Verne, Verne y Verne.

Así que me resulta difícil desconectar el modo "Abuelo Cebolleta" y hacer una crítica imparcial de esta obra, sustrayéndome al fuerte componente nostálgico que contiene para mí, pero por supuesto voy a intentarlo. Veamos:

"20.000 leguas de viaje submarino" se publicó por entregas y en dos partes, en la revista Magasin d'Éducation et de Récréation, plataforma en la que el autor presentaba habitualmente sus obras. La primera parte se publicó en 1869 y la segunda en 1870. Se englobaba en la serie Viajes Extraordinarios. Pero una curiosidad: la primera edición completa en ver la luz fue la española, no la francesa, pues en nuestro país se publicó el texto íntegro en 1869. El motivo fue, tal vez, la estrecha amistad que mantenían el editor francés Pierre-Jules Hetzel y el traductor español Vicente Guimerá.

Como es habitual en este autor, la narración es en primera persona, de manera retrospectiva, por un narrador no omnisciente y participante. En este caso, el texto se hace pasar por una novela escrita por el protagonista, el profesor Pierre Aronnax, a lo largo de su estadía en el Nautilus, y que es mostrada a la opinión pública, pese a que su autor (el profesor, se entiende) pone en duda que nadie crea los hechos que relata, por lo irreales y fantasiosos que le parecerán a los lectores.

En resumen, la novela cuenta cómo Pierre Aronnax, profesor de ciencias naturales, una eminencia en biología marina y autor de un libro de referencia sobre el tema; su criado Conseil y el arponero quebequense Ned Land son invitados a embarcar en el Abraham Lincoln, una fragata de la armada estadounidense, que intenta dar caza a un misterioso monstruo marino que está atacando barcos a lo ancho del globo, y que se mueve a una velocidad imposible, pues es visto en lugares muy lejanos entre sí en cortos períodos de tiempo. Cuando se produce el encuentro, el monstruo burla a la fragata con facilidad, y la desapareja embistiéndola. Aronnax cae al mar, Conseil se arroja en pos de él, y Ned Land desaparece. Los tres se encontrarán sobre el monstruo, que resulta ser una creación humana. Allí conocen a su creador y gobernante, un enigmático hombre que se hace llamar Capitán Nemo, que los recluye en el Nautilus, pues así se llama su submarino, y les enrola en un viaje de varios meses de duración, en el que recorren todo el globo terráqueo y viven aventuras como conquistar el Polo Sur, cazar en bosques submarinos o luchar contra pulpos gigantes, y asisten a maravillas como tesoros sumergidos de valor incalculable, barcos naufragados, túneles secretos y hasta continentes perdidos.

El modo de narrar de Verne, en voz de Pierre Aronnax, tiene varias peculiaridades. Alterna pasajes emocionantes y descripciones que muestran las sensaciones del protagonista y su fascinación ante los prodigios que contempla, con otros de gran aridez, con un corte muy científico. Me explico: Aronnax es un hombre apasionado, pero es un científico, y su pasión se traduce en larguísimas enumeraciones de especies marinas, en clasificaciones minuciosas de animales y plantas (especie tal, orden cual, rama de esto, familia de lo otro) y descripciones que emplean tecnicismos y lenguaje muy formal. Tiene un cierto carácter divulgativo y que es como una clase de repaso a las Ciencias Naturales del cole. Es decir, que el autor no siempre consigue contagiarnos el entusiasmo de su protagonista, y algunos párrafos los leí "desconectando" un poco. ¿Recordáis lo que os comenté arriba sobre las versiones reducidas y simplificadas de las obras de Verne? Pues eliminaban este tipo de cosas. Por ejemplo, hablando sobre un pez:

"En el octogesimonono género de la clasificación ictiológica de Lacepède, dentro de la segunda subclase de los óseos, caracterizados por un opérculo y una membrana branquial, figura la escorpena, en la que pude observar su cabeza armada de fuertes púas y su única aleta dorsal. Los escorpénidos están revestidos o privados de pequeñas escamas, según el subgénero al que pertenezcan. Al segundo subgénero correspondían los ejemplares de didáctilos [..]."

O cuando Aronnax se pregunta cómo obtiene el Nautilus el oxígeno imprescindible para la vida:

¿Obtendría el aire por procedimientos químicos, mediante la liberación por el calor del oxígeno contenido en el clorato de potasa y la absorción del ácido carbónico por la potasa cáustica?

Y Aronnax hasta se indigna si alguien "se pierde en clase":

"Si después de esta explicación de nomenclatura, un entendimiento rebelde confundiera al argonauta, que es acetabulífero, es decir, portador de ventosas con el nautdo, que es tentaculífero, es decir, portador de tentáculos, no tendría perdón."

Pues yo no tengo perdón xD

Así pues, Julio Verne se convierte, sin pretenderlo, en el padre de la Ciencia-Ficción dura, y se observa un rigor y un trabajo de documentación monumentales por su parte, no sólo en cuanto a cuestiones de biología, física y química, si no que también se nota que estaba al día en un tema que le apasionaba: los avances en la investigación, y a lo largo de la novela cita el nombre de numerosas expediciones científicas y de los logros de las mismas, como medir la profundidad y la temperatura marinas, descubrir regiones inexploradas...

Pensemos que era otra época y estas novelas eran también un forma de contribuir a la divulgación, y a que gente que nunca podría viajar conociese otras países y otras realidades.

"20.000 leguas de viaje submarino" tiene otro detalle que puede entorpecer un poco su lectura, y que ya comienza en su propio título: el uso de unidades de medida obsoletas hoy día, como la legua (fijada aquí en 5500 m) o la toesa (1949 cm.), otras del sistema británico como el pie o la pulgada, alternadas con el sistema métrico decimal (emplea mucho el decímetro, que apenas se usa en España) y otros propios de la náutica, como el nudo (1852 m/h), la milla náutica (1852 m), la braza o el cable.

Tal vez por eso, el autor comete errores de medida a menudo, que el editor de la versión que yo leí se encarga amablemente de señalar, y que a mí se me pasan por alto, la verdad. Hay errores de otro tipo, el más llamativo quizá sea la continua confusión entre calamares y pulpos durante una de las escenas más famosas del libro.

Solo hay una cosa que no le perdono a Monsieur Verne, y que se le despistó también a ese listillo de editor:

"Algunos minutos después, vimos el cadáver del tiburón flotando sobre el agua."


¿Cómo? ¡¡¡Noooooo!!! ¡¡¡Maaaaal!! Todos los gordos friquis asociales devoradores de documentales sobre tiburones, como yo Todo el mundo sabe que los tiburones carecen de vejiga natatoria, por lo que sus cadáveres no flotan, si no que se hunden como el plomo.


Y diréis: Si "20.000 leguas de viaje submarino" tiene pasajes tan áridos, si a veces no conecta con el lector, si la pasión del protagonista por los aspectos más científicos del medio marino no se contagia, si su lectura es algo confusa por el lenguaje empleado y además tiene errores de bulto ¿Qué demonios la hace tan especial? ¿Por qué es una obra imprescindible de la literatura? Ahora viene lo bueno ^^

Primero. Como es habitual en las obras de Verne, maestro de la Anticipación, vaticina una serie de avances tecnológicos que después se harían realidad, y que eran inconcebibles en su época. A saber:

- Un submarino de gran tamaño, capaz de moverse a gran velocidad y de cubrir enormes distancias, de sumergirse a grandes profundidades y de albergar una tripulación numerosa. [En la época solo se habían diseñado sumergibles pequeñitos de propulsión mecánica, o de vapor, como el Ictíneo del español Monturiol, que apenas podían hacer inmersiones breves y a poca profundidad]

- El uso del submarino como arma de guerra, armado con un espolón capaz de hundir barcos acorazados.

- La energía eléctrica usada como medio de propulsión, como arma y como iluminación [en la época, las lámparas eran de gas o de aceite].

- La escafandra autónoma [había algún prototipo que se cita en la novela, pero habría que esperar a 1942 y a Cousteau, le comandant, para un modelo eficiente que permitiese prolongadas inmersiones a más de 10 metros].

- La conquista del Polo Sur, que entonces aún no se había logrado pese a los sucesivos intentos.

- o el uso de las algas para consumo humano.

Segundo. Verne aporta a la literatura un personaje inmortal: El Capitán Nemo. Porque el protagonista es Pierre Aronnax, pero el verdadero primer actor de "20.000 leguas de viaje submarino" es Nemo. Si de Aronnax solo sabemos que tiene cuarenta años, de Nemo contamos con una exhaustiva descripción física y psicológica por parte del autor, de unas treinta líneas:

"Reconocí sin vacilación sus cualidades dominantes: la confianza en sí mismo, manifestada en la noble elevación de su cabeza sobre el arco formado por la línea de sus hombros y en la mirada llena de fría seguridad que emitían sus ojos negros; la serenidad, pues la palidez de su piel denunciaba la tranquilidad de su sangre; la energía, demostrada por la rápida contracción de sus músculos superciliares, y, por último, el valor, que cabía deducir de su poderosa respiración como signo de una gran expansión vital. Debo añadir que era un hombre orgulloso, que su mirada firme y tranquila parecía reflejar una gran elevación de pensamientos [...] Era de elevada estatura; su frente era ancha; recta la nariz; la boca, netamente dibujada; la dentadura, magnífica, y sus manos eran finas y alargadas [...] Aquel hombre constituía ciertamente el tipo más admirable que me había encontrado en toda mi vida. Detalle particular: sus ojos, un tanto excesivamente separados entre sí, podían abarcar simultáneamente casi la cuarta parte del horizonte. [...]"

Nemo, en latín, significa "Nadie", y esa es la idea que transmite el autor sobre el personaje. El capitán Nemo es una incógnita, nada es lo que se sabe de sus orígenes, y poco se sabe al final de la novela. Ignoramos su nacionalidad, su ocupación antes de romper con el mundo de la superficie, su pasado y sus filiaciones. Ni tan solo el idioma lo delata, pues él y su tripulación se comunican en un lenguaje artificial creado por él y desconocido para el trío de aventureros (Verne era esperantista). Es un hombre muy culto, habla varios idiomas, como el francés que comparten Aronnax, Conseil y Ned Land (de Quebec). Toca el órgano, tiene amplios conocimientos en muchos campos del saber y atesora una colección impresionante de arte, libros (entre ellos, el de Aronnax) y especies marinas.

A lo largo del libro iremos descubriendo que es un hombre atormentado y que padeció injusticias en su vida anterior, y que pese a decir haber roto con el mundo de los hombres, es anti-imperialista y colabora con movimientos independentistas y con pueblos que luchan por su libertad, como la guerrilla cretense contra el Imperio Otomano.

"-Ese indio, señor profesor, es un habitante del país de los oprimidos, y yo soy aún, y lo seré hasta mi muerte, de ese país."

Nemo obtiene sus inagotables riquezas del mar, pues conoce todos los pecios que albergan tesoros, y de ellos recupera colosales cantidades de oro y plata, así como cultiva perlas de proporciones ciclópeas. Esto nos acerca a un tema apasionante, incluye pequeñas lecciones de historia y ofrece unas descripciones muy hermosas de dichos restos de naufragios, que nada tienen que ver con las tediosas descripciones "científicas" arriba citadas.

Tercero. Su creación, el Nautilus, es fascinante, y me imagino cómo debió de despertar la imaginación de los lectores de aquella época la idea de una embarcación submarina en la que recorrer el planeta sin ser visto y a una velocidad de vértigo. Con la descripción del Nautilus y del prodigio de la ingeniería que suponen sus muchos avances tecnológicos (su chapa blindada, sus ventanales de cristal irrompible, su resistencia a la presión atmosférica, sus ingeniosos sistemas de propulsión e iluminación...) son un ejercicio de Ciencia-Ficción dura magistral. Cuántos niños habrán fantaseado con viajar a bordo del Nautilus :)

Cuarto. Es todo un libro de viajes, y transcurre por todo el ancho de nuestro planeta, visitando todos sus océanos, y acercando al público de su época a mundos que les estaban vedados. Además, Verne se permite licencias como un posible túnel submarino entre el Mar Rojo y el Mediterráneo (se cita que el Canal de Suez está en construcción) y los protagonistas visitan una base secreta dentro de un volcán inactivo y la mismísima Atlántida.

"Un día y una noche bastaron para la aniquilación de esa Atlántida, cuyas más altas cimas, Madeira, las Azores, las Canarias y las islas del Cabo Verde emergen aún."

Quinto: Sale Galicia [Cualquier libro donde aparezca mi terra nai tiene un +1 automático en todas las tiradas]. En concreto, la bahía de Vigo, donde el Capitán Nemo recupera el oro de los barcos españoles que se hundieron, en su regreso de las colonias americanas, durante la Batalla de Rande. Luego hablaremos de esto con más detalle ;)

Sexto: Tiene secuencias muy emocionantes. Para mí, la más angustiosa y más lograda es la visita del Nautilus al Polo Sur, donde se queda atrapado en el hielo. Otras son la pelea contra los pulpos gigantes, las cacerías submarinas o la pelea cuerpo a cuerpo de Nemo con un tiburón.

Séptimo: Los personajes, que ya forman parte del imaginario colectivo, están bastante logrados pese a la parquedad con la que Verne los perfila, y entre Conseil, el solícito y leal criado de Aronnax, y Ned Land, el rudo arponero canadiense, se crea una sociedad que produce situaciones humorísticas, pues se hacen grandes amigos y pese a ello mantienen un "tira y afloja" constante que los convierte en un dúo cómico. Conseil es un experto clasificador que sin embargo es incapaz de reconocer aquellas especies que cataloga. Ned Land es un total ignorante de las cuestiones científicas pero posee una enorme experiencia directa en el mar. Uno es pausado, prudente y racional. El otro apasionado, impetuoso y visceral.

"-Entonces, capitán -dijo Conseil-, si por casualidad éste fuera el último de su especie, convendría dejarle con vida, en interés de la ciencia.
-Tal vez -replicó el canadiense-, pero en interés de la cocina, más vale cazarle."

Octavo: Pese a los errores arriba mencionados, Julio Verne hace gala de una minuciosidad y un rigor muy notorios, lo que transmite sensación de plausibilidad, de credibilidad. Vamos, que terminas creyéndote que la historia ocurre en realidad, y te convence hasta de lo más fantástico, como que la Atlántida exista.

Noveno: Toda la frialdad de los largos párrafos "técnicos" se ve compensada por pasajes emotivos y que sí nos contagian la fascinación de los protagonistas, cuando el autor se vuelve más literario y relata visiones de lugares como el mar Mediterráneo:

"El Mediterráneo, el mar azul por excelencia, el "gran mar" de los hebreos, el "mar" de los griegos, el mare nostrum de los romanos; bordeado de naranjos, de áloes, de cactos, de pinos marítimos; embalsamado por el perfume de los mirtos; rodeado de montañas; saturado de un aire puro y transparente, pero incesantemente agitado por los fuegos telúricos, es un verdadero campo de batalla en el que Neptuno y Plutón se disputan todavía el imperio del mundo. En él, en sus aguas y en sus orillas, dijo Michelet, el hombre se revigoriza en uno de los más poderosos climas de la Tierra."

Y décimo: La publicación por entregas se trasluce en el modo de plantear los capítulos por parte del autor, y en cómo finalizan éstos, pues se observa que siempre terminan con un punto de suspense, para dejar al lector intrigado y con ganas de continuar leyendo la historia. Esa maestría para manipular el interés del lector, que tan bien dominaban los autores que escribían novela por entregas (los clásicos "folletines") hacen que "20.000 leguas de viaje submarino" sea una historia adictiva, que transcurre a un ritmo muy elevado (aún con esos largos párrafos que pasan lista a un sinnúmero de especies marinas) y que reparta las dosis de acción e intriga de una manera muy proporcionada, relanzando la lectura con un nuevo acontecimiento o una nueva aventura que te reenganchan a la trama.

Hay detalles que hoy nos chirrían un poco, como la carencia de un mensaje ecologista, dando Aronnax y los otros personajes por supuesto e inevitable que muchas especies desaparezcan por la acción humana; la ausencia total de mujeres en la novela (algo común en Verne, por otra parte), su tono algo reaccionario o el racismo evidente de los protagonistas:

"-¿Son monos? -preguntó Ned Land.

-Casi -respondió Conseil-. Son salvajes."

Pero recordad que no debemos juzgar estas cosas con nuestra actual escala de valores, tan diferente a la que entonces era normal. Quedémonos en cambio con su contribución a la Ciencia-Ficción y en particular al Steampunk, y con el tributo del autor a su idolatrado Poe:

"Me sentía llevado a ese dominio de lo fantasmagórico en el que con tanta facilidad se movía la imaginación sobreexcitada de Edgar Poe. A cada instante, esperaba verme, como el fabuloso Gordon Pym, ante "esa figura humana velada, de proporciones mucho más grandes que las de ningún habitante de la tierra, situada tras esa catarata que defiende las inmediaciones del Polo"."

Para concluir lo concerniente a la novela, comentar que resulta una lectura recomendable para todo tipo de público, pues contiene elementos tanto de la Ciencia-Ficción como de la novela de aventuras más clásica, aderezado con localizaciones exóticas, y un personaje complejo y con entidad como el Capitán Nemo. Sin duda una novela que merece la pena conocer, y que se disfruta hoy día con la misma ilusión que hace casi siglo y medio.

Más datos de interés: Tal cantidad que es imposible enumerarlos todos, por la magnitud del impacto que tuvo esta obra en la cultura popular, con infinidad de adaptaciones a todos los soportes posibles.

Lo primero es comentar que, pese al desenlace abierto de la novela, en el que el futuro del Capitán Nemo y el Nautilus quedan en el aire, el autor recuperará a sus creaciones en su posterior "La isla misteriosa", de 1875, en la que se aclara cuál fue finalmente el destino de Nemo y de su submarino.

En 1954, Walt Disney Pictures realizó su adaptación cinematográfica más destacable. Toda una superproducción de la época, con un reparto de verdadero lujo: James Mason como Nemo, Paul Lukas como Profesor Aronnax, el siempre entrañable Peter Lorre como Conseil, y Kirk Douglas como Ned Land.

Dirigida por Richard Fleischer, fue producida por Walt Disney en persona. Los diseños de Harper Goff fueron copiados posteriormente hasta la saciedad, y pueden considerarse como una muestra pionera de Steampunk.

Porque el trabajo de Goff esencomiable, como el del resto miembros del estudio Disney. Los fondos marinos, iluminados con un tono verdoso fosforescente, son de auténtica Ciencia-Ficción. Su Nautilus pasó a ser EL Nautilus, lleno de ruedas dentadas, manivelas giratorias, palancas e indicadores "de aguja" de todo tipo.... sus ventanales son celebérrimos hoy día, igual que las escafandras de sus tripulantes, sus uniformes o la icónica camisa marinera a rayas rojas de Ned Land.

La película ganó dos Oscar menores (mejor color y mejores efectos especiales) y es una perfecta historia de aventuras, resultando entretenidísima y muy divertida. No pueden faltar los toques Disney, como la canción de taberna marinera que canta Ned Land a bordo del Abraham Lincoln, coreado por la tripulación, escenas cómicas como la de la cena, o que el Nautilus tenga una mascota graciosa, una foca llamada Esmay.

Se toma sus libertades e introduce bastantes cambios en la historia, algunos muy sustanciales, pero opino que lo hace en aras del espectáculo y de adaptarla al lenguaje cinematográfico. Como detalle, Aronnax se refiere a Conseil como "my apprentice", supongo que por considerar, en la época, que era más correcto "aprendiz" o "alumno" que "criado".

Con todo, es una adaptación fiel, y si vais a ver solo un film sobre la novela, os recomiendo sin duda que sea este, sobre todo si os gustan las películas clásicas de la era dorada de Hollywood y del Technicolor.

En el año 2003, la productora de animación en 3D Pixar, ya integrada en el gigante Walt Disney Pictures, bautizó a uno de sus personajes más populares como Nemo, en la película "Finding Nemo", titulada "Buscando a Nemo" en España. Nemo es un pequeño pez payaso con una discapacidad en una aleta, que es capturado y trasladado a un acuario doméstico. Las divertidas y cómicas aventuras que vive su padre Martin durante su búsqueda le valieron a la producción el Oscar a la mejor película de animación.

Por su parte, el siempre original Alan Moore incorporó al Capitán Nemo a La Liga de los Hombres Extraordinarios ( The League of the extraordinary gentlemen), un cómic en el que los personajes de las grandes novelas de aventuras británicas del siglo XIX (Allan Quatermain, el Dr. Jekyll y su alter ego Mr. Hyde, el hombre invisible), componen un grupo de corte superheróico liderado por Mina Murray (aquí divorciada de Johnatan Harker, por lo que usa su apellido de soltera), al servicio de la corona británica.

Al contrario que en la novela, donde la nacionalidad del capitán queda en el misterio, en el cómic se especifica que Nemo es hindú, y su misantropía se convierte en un odio declarado a la Humanidad, pero con especial encono al Imperio Británico. Serán precisamente sus diferencias con los británicos y su falta de adhesión a los mismos los que le lleven, al final del segundo volumen, a abandonar la Liga.

Moore y el dibujante Kevin O'Neill le dieron a Nemo la fisonomía y la imagen de un hindú de la secta Sij, con sus atributos más reconocibles: turbante que oculta todo el cabello, barba larga y kirpán (puñal ceremonial).


La notoriedad del cómic y de su adaptación cinematográfica del 2003 (en la que el personaje es interpretado por el hindú Naseeruddin Shah) son las responsables de que para gran parte del público, en especial el infantil y juvenil, el aspecto del Capitán Nemo sea para siempre el de un Sij.


La relación del autor con Galicia no termina con la aparición de la bahía de Vigo en la novela.

Porque Julio Verne visitó el escenario de su obra en dos ocasiones. La primera, durante cuatro días, en junio de 1978. Fue recibido con gran pompa por las autoridades y participó como invitado de honor en diversos actos públicos. Se llevó una impresión muy positiva de la ciudad, sus gentes y sus paisajes, de acuerdo a las anotaciones que dejó en su diario.


La segunda ocasión fue en 1884 y totalmente imprevista. La maquinaria de su yate, el Saint Michel III, se averió, y Verne recaló en Vigo para repararla. De ello se encargó Antonio Sanjurjo Badía, inventor e industrial gallego nacido en Sada (cerquita de A Coruña). Sanjurjo Badía atesoraba una inventiva y una capacidad de innovación asombrosas (además de ideas progresistas) y, tal vez inspirado por el autor francés, diseñaría en 1898 un pequeño submarino totalmente funcional, destinado a defender la bahía de Vigo en caso de ataque estadounidense, lo cual no fue necesario por firmarse la rendición española poco después de la botadura.


En 2012, nace en la ciudad la Sociedad Verniana de Vigo, la segunda de España tras la barcelonesa [no he localizado ningún web oficial]


Y comentar también que Xerais, la editorial gallega (y en gallego) más importante, que concede los Premios Xerais de literatura gallega, ha rebautizado, desde este 2014, la categoría juvenil del citado galardón como Premio Jules Verne.


Uno de nuestros gaiteiros más internacionales, el también vigués Carlos Nuñez, hizo su propio tributo a la relación entre su ciudad y Verne con su canción "Capitán Nemo (de como el Nautilus visitó la bahía de Vigo)", en su disco "Mayo Longo". Es una canción festiva, de pub irlandés, y cuenta con la voz del fallecido Ronnie Drew, de los míticos The Dubliners, quien con su tono aguardentoso y su acento de irishman le dan un aire cómico, casi como de serie infantil de animación.

Pero en A Coruña no íbamos a ser menos, y hacemos nuestro particular homenaje al inmortal Verne a través del Aquarium Finisterrae, más conocido como la Casa de los Peces. Construido a la orilla del oceáno Atlántico y conectado con el mar, su sala central es la más grande de Europa, con 4,4 millones de litros de agua salada. Recibe el nombre de Sala Nautilus, y además de estar decorada al estilo del camarote del Capitán Nemo, en ella suena continuamente música de órgano.


Allí nadan gran cantidad de especies de peces, y su inquilino más popular es Gastón el Tiburón, un tiburón toro sudafricano de tres metros y cien kilos. [nota: Gastón era casualmente el nombre de un sobrino de Verne, que un buen día enloqueció y disparó a su tío sin motivo, tras lo cual fue ingresado en un manicomio]

Y esto no sería todo, porque "20.000 leguas de viaje submarino" es una novela que da para una tesis doctoral, y su obra derivada para una enciclopedia. Pero por ahora vamos a dejarlo aquí. Espero que sea suficiente para animaros a conocer, a quienes aún no tuvieseis el placer, a un autor cuya obra marcó a varias generaciones de lectores, y en concreto un libro que tantísimo ha aportado al acervo cultural de la Humanidad. En cuanto a quienes ya lo conocíais, que supongo seréis legión, espero también hayáis disfrutado recordando una de sus novelas más logradas, y lo que sentisteis cuando lo leísteis la primera vez, tal vez siendo niños o adolescentes.

Me despido ya. Y si pensabais que vuestro trabajo es duro, recordad que hay un hombre que tiene que darle de comer a Gastón todos los días... Nos leemos!


Volver a la Portada de Logo Paperblog