Cientificos descubren que las plantas sienten dolor

Pocos momentos evocan una sensación de verano como la captura de un tufillo de la hierba recién cortada. Para muchas personas, es una señal agradable que las temperaturas más cálidas están aquí para quedarse. Para la hierba, sin embargo, este olor señala una historia totalmente diferente.
 
El olor que asociamos con la hierba recién cortada es en realidad una llamada de auxilio químico, utilizado por las plantas para mendigar criaturas cercanas para salvarlos de ataque (por lo general es una afrenta por los insectos, pero en este caso, es cuchillas cortadoras de césped). Después de todo, cuando ocurre un peligro – ya sea equipo de jardinería o una oruga hambrienta – plantas no puede levantar sus raíces y de ejecución. Deben luchar a qué atenerse.
 
Para protegerse, las plantas emplean una andanada de respuestas moleculares. Estas comunicaciones químicos pueden ser utilizados para envenenar a un enemigo, plantas de alerta que rodea a los peligros potenciales o atraen insectos útiles para llevar a cabo los servicios necesarios [fuente: Krulwich]. A veces, la defensa molecular de una planta desempeña una doble función. Por ejemplo, las plantas que producen cafeína utilizan la química como la legítima defensa, pero también da abejas un zumbido cafeína. Las abejas con cafeína tratan a la planta como si fuera la cafetería de la esquina, volviendo una y otra vez y salir de sus servicios de polinización como pago.
 
Claramente, las plantas pueden comunicarse. Pero eso no significa que pueden sentir dolor? Es un escenario preocupante para los amantes de la ensalada aprensivos ante la idea de comer alimentos con los sentimientos, y para ellos la respuesta puede no ser tan apetecible.
 
De acuerdo con los investigadores del Instituto de Física Aplicada de la Universidad de Bonn en Alemania, las plantas liberan gases que son el equivalente a gritar de dolor. El uso de un micrófono láser con alimentación, los investigadores han recogido las ondas sonoras producidas por las plantas que liberan los gases cuando se corta o se lesiona. Aunque no es audible para el oído humano, las voces secretas de plantas han revelado que los pepinos gritan cuando están enfermos, y las flores se quejan cuando sus hojas se cortan [Fuente: Deutsche Welle].
 
También hay evidencia de que las plantas pueden oírse a sí mismos de ser comido. Investigadores de la Universidad de Missouri-Columbia encontraron que las plantas de entender y responder a masticar sonidos hechos por las orugas que están cenando en ellos. Tan pronto como las plantas oyen los ruidos, responden con varios mecanismos de defensa [fuente: Feinberg].
 
Para algunos investigadores, la evidencia de estos complejos sistemas de comunicación – que emite ruidos a través de gas cuando en socorro – señales de que las plantas sienten dolor. Otros sostienen que no puede haber dolor sin un cerebro para registrar la sensación. Aún más científicos conjeturan que las plantas pueden mostrar un comportamiento inteligente sin poseer un cerebro o la conciencia [fuente: Pollan].
 
A medida que crecen, las plantas pueden alterar sus trayectorias para evitar obstáculos o alcanzar para la ayuda con sus zarcillos. Esta actividad se deriva de una red biológica compleja distribuida a través de las raíces de las plantas, las hojas y los tallos. Esta red ayuda a las plantas se propagan, crecen y sobreviven. Los árboles en un bosque, por ejemplo, pueden advertir a sus familiares de los ataques de insectos.
 
Un científico inyecta abetos con isótopos radiactivos de carbono y vio que dentro de unos días el carbón había sido enviado de árbol en árbol hasta que cada árbol en la zona de 30 metros cuadrados, estaba conectado. El científico descubrió que los árboles maduros “comunicados” a la red para compartir los nutrientes a través de sus sistemas de raíces para alimentar plantas cercanas hasta que estuvieron lo suficientemente alto como para tomar a la luz por sí mismos [fuente: Pollan].