Revista Cultura y Ocio

“El niño descalzo”, de Juan Cruz

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

Un libro feliz, iluminado, lúcido y dotado de energía y sabiduría. Una conmovedora novela autobiográfica sobre el arte de vivir y de ser abuelo.

“Ahora, tal día como hoy, en primavera, en la ciudad a la que fui arrojado por el viento del azar, frente a una iglesia que también por azar preside el ámbito de lo que veo desde esta casa, cuando aún es 25 de marzo de 2013 y todavía no ha florecido el único árbol de la calle, siento que debo escribirte una carta”.

Cubierta de: El niño descalzo

Cubierta de: El niño descalzo

El niño descalzo cuenta tres infancias: la del nieto, marcada por la alegría de vivir y el asombro infinito ante la realidad; la de Eva, la hija; y la del abuelo, el autor, prolongada por la huella que los recuerdos fueron dejando en él con el paso de los años.
La nueva obra de Juan Cruz es una indagación sencilla sobre la sorpresa con que un niño inaugura su relación con los otros y con la realidad. En ella, la narración avanza y retrocede con el ritmo tranquilo de las olas de un mar en calma. Un libro que nace de una imagen —aquella fotografía tomada en septiembre de 1974, a punto de comenzar una nueva vida en Inglaterra, en la que su hija Eva llora y que, de algún modo, marcaría su existencia para siempre—, y que no es sino una extensa y poética carta que el escritor y periodista escribe para su único nieto, Oliver, en el transcurso de un año, desde marzo de 2013, cuando el niño está a punto de cumplir tres años, a abril de 2015, recién estrenados sus cuatro años. Una carta cuyo destinatario habrá de leer, y entender, en el futuro, cuando el momento en que se escribe sea sólo un recuerdo y Oliver ya no sea ese niño descalzo que da título al libro.
Cada descubrimiento del nieto despierta en el abuelo un recuerdo de lo vivido junto a sus seres queridos. Juan Cruz se sumerge, entonces, en los acontecimientos que marcaron su infancia, su adolescencia y su madurez, la vida entera. Y, como si llevara a su nieto de la mano por esa galería de recuerdos, el abuelo le describe los paisajes que recorrió en su niñez; o le habla de la risa de su propia madre —la risa que tanto le gustaba oír, y la ausencia de esa risa, el silencio—; de las grandes y oscuras manos de su padre; de Pilar —la abuela, su gran amor—; del llanto de su hija Eva; de sus amigos —Marsé, Cabrera Infante, García MárquezManuel Rivas, Leguineche y tantos otros—; de aquellos a quienes admira —Luis Castañeda (don Luis), García Lorca, Kipling, James Salter, Albert Camus, Antonio Machado y muchos más—; de las ciudades en las que vivió tras dejar atrás su Puerto de la Cruz natal, su isla y su mundo, todo su mundo, siguiendo a Pilar —Londres, Exeter, Lincoln, Madrid—; del periodismo —su vida, su pasión—; de los libros que leyó y de los que escribió; de sus miedos, sus obsesiones, su enfermedad, su soledad; de la muerte de los seres queridos; del instante en que se reconoce la felicidad; de las palabras que dan sentido a la vida; de los tiempos verbales —pasado, presente y futuro—; y del amor, sobre todo del amor, también del que siente por él, por ese único nieto al que escribe, Oliver.
El niño descalzo es, en palabras de su autor, «un viaje y a la vez un pensamiento, una rememoración, un juego de espejos, una aventura y una crónica familiar que te escribo como si fuera ahora un periodista y a la vez un abuelo que te ve crecer.» Una carta de más de 300 páginas que destila poesía en muchos de sus párrafos, con la que Juan Cruz se presenta ante su pequeño nieto para volver a ser niño y jugar con él. «Como si el cristal –apunta el autor en otra de las páginas del libro– me fuera a devolver al adolescente que no terminé nunca de ser. El niño que fui, aquel niño descalzo que trato de ver en ti más de sesenta años después.»

Juan Cruz Ruiz

Juan Cruz Ruiz

El autor:
Juan Cruz Ruiz (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1948) es licenciado en Periodismo por la Universidad de La Laguna. Ha desarrollado una extensalabor como periodista en el diario El País, en el que trabaja desde su fundación en 1976. De 1992 a 1998 dirigió la editorial Alfaguara. Su dilatada trayectoria literaria se manifiesta en obras como Crónica de la nada hecha pedazos, Cuchillo de arena, Retrato de humo, El sueño de Oslo (Alfaguara, 2013), La foto de los suecos, Serena, Edad de la memoria, El territorio de la memoria, La playa del horizonte, Retrato de un hombre desnudo (Alfaguara, 2005), Ojalá octubre (Alfaguara, 2007) y Muchas veces me pediste que te contara esos años (Alfaguara, 2008). Su labor como editor ha quedado plasmada en Egos revueltos (XXII Premio Comillas), Especies en extinción, Jaime Salinas.El oficio de editor, Beatriz de Moura. Por el gusto de leer y Toda la vida preguntando. En el año 2000 fue Premio Canarias de Literatura. También ha obtenido los premios Benito Pérez Armas, Azorín de Novela y Nacional de Periodismo Cultural. Fue maestro de escuela y ahora su nombre es el de un colegio público en su barrio de La Vera, en Tenerife.

El libro:
El niño descalzo ha sido publicado por el sello Alfaguara en su Colección Hispánica. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 304 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con casa del libro.

Como complemento, pongo un vídeo en el que Juan Cruz habla sobre su libro El niño descalzo.

Para saber más:

Juan Cruz en Wikipedia.

Mira que te lo tengo dicho. Blog de Juan Cruz.


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