Revista Cine

Entrevista a Sofía Segovia, autora de “El murmullo de las abejas”.

Publicado el 18 junio 2015 por Sophiegadget

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El pasado abril, Penguin Random House dio a conocer El murmullo de las abejas, el segundo libro de la escritora regiomontana Sofía Segovia. La novela se localiza en Linares, Monterrey bajo el calor de la Revolución Mexicana, cuando la vida de sus habitantes se ve sacudida por la leva, el despojo de las tierras y el fin de las cosechas. La familia Morales es elegida por el destino para recibir a un niño muy especial: Simonopio. Cubierto de abejas desde que la a temporal nana Reja lo encontró, Simonopio llega cuando parece que la vida comienza a desmoronarse para toda la población, su inusual apariencia provoca el rechazo de las personas que no comprenden la compañía constante de sus aladas amigas. La aparición del niño resultará circunstancial para lo que está por suceder en la región: sólo él puede escuchar los ecos de una guerra que parece lejana pero cuyos pasos ya comienzan a retumbar bajo los maizales del pueblo.

Un buen día, los dioses del Olimpo de Divergente me eligieron para entrevistar a la autora en su más reciente visita a Guadalajara. Al llegar al lugar de la cita me hicieron pasar al jardín donde Sofía y su editora se encontraban comiendo, si bien no vi abejas, se escuchaba el alegre parloteo de las aves habitantes del frondoso ficus que nos prestó su sombra para hablar de Simonopio, el olvido, la nostalgia, México, la lectura y hasta ella misma. Gracias a la editorial y a la autora por las facilidades para esta entrevista. Esto es lo que pasó:

Cuando vi por primera vez que El murmullo de las abejas se desarrollaba en la Revolución Mexicana, supe que quería leerlo pero después de un siglo ¿Por qué escribir sobre la Revolución Mexicana?

SS: Porque creemos que ya todo sobre la Revolución Mexicana está dicho pero no, aún nos queda mucho por decir, en ningún libro de historia te dicen quién ganó esa guerra. Yo soy de Monterrey y geográficamente estamos muy alejados, también históricamente tenemos otros inicios, parece que nuestra cultura tiene más cercanía con Texas que con el resto de México y hemos olvidado que la Revolución Mexicana nos pasó por encima como un ferrocarril. La novela sucede en Linares, cuando esta era la ciudad importante de Monterrey gracias a la agricultura. Después de la Revolución, la balanza del campo y la ciudad cambió drásticamente, no nos han contado sobre la gente que dejó los campos para ir a la industria. Por todo esto, la novela da vida a la gente que perdió la guerra al perder todo lo que conocían, que tuvieron que adaptarse para sobrevivir, que la sufrieron realmente.

Regresar a la Revolución Mexicana es andar sobre el recuerdo y este es un tema que se extiende por toda la novela y es el ejercicio que tú haces como escritora. Pensando en la situación actual del país ¿crees que el olvido es uno de los problemas de México?

SS: Puedes olvidar algo para ser feliz porque el recuerdo es muy doloroso pero olvidar también puede llevarte a cometer errores tremendos porque aprendes de experiencias pasadas. Como país somos muy felices porque hemos olvidado cosas dolorosas pero muy importantes. En el norte del país la vida se ha vuelto muy exigente y te pide tanto el día a día que hay que ser prácticos y ser prácticos implica olvidar cosas que nos pesan. Tener miedo en nuestras propias ciudades no es algo nuevo, mientras escribía la novela me di cuenta de que es algo que ha pasado desde hace mucho tiempo, lo que ocurre es que pasa el tiempo y olvidamos lo terrible que fueron las cosas, por eso la historia se repite. Vale la pena recordar lo que se siente vivir una guerra para no querer volver a vivirla.

Hay una dicotomía constante en la novela: el olvido y el recuerdo…

SS: Si, la novela tiene dos inicios, dos personajes que en diferentes épocas se levantan de sus sillas, uno para despertar hacia su presente y otro para caminar a su pasado. Lo que trato de hacer aquí es tomar diferentes perspectivas de un mismo tema, verlo de manera esférica para no quedarme con lo que siempre nos han contado.

Otra característica que hay en la novela es lo sensorial y esto se ve manifestado en Simonopio que tiene una oído increíble y percibe el mundo que lo rodea de una manera muy distinta ¿de dónde nace Simonopio? ¿Cómo lo construyes?

SS: Él tiene que ver con el sonido profundo, no con el ruido sino con la escucha. Nace de imaginar a alguien que nos hubiese salvado de las catástrofes y que respondiera a esos hubiera que aún tenemos. Es muy arraigado a la tierra, sus abejas y la nana representan la magia que hay a nuestro alrededor, que si nos tomáramos el tiempo de ver nos daríamos cuenta de que las abejas aun en la vida real son casi mágicas. En la novela acompañan a Simonopio porque él es el gran amante de la vida y siempre está buscando las pequeñas cosas, viendo donde los demás no ven.

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¿Crees que uno de nuestros problemas actuales es que hemos dejado de escuchar o percibir la vida?

SS: No se trata sólo de escuchar ese murmullo de las abejas, sino también de entender el mensaje. Lo que Simonopio hace es ver el mundo más allá gracias a sus amigas y logra ver lo que no ha ocurrido, lo que viene en el camino y puede ponerse en el lugar de otros personajes. Nos falta empatía con el resto del país, interesarnos y preocuparnos nos dejaría avanzar hacia una misma dirección en lugar de ser un barco que está dando vueltas porque todos reman a donde quieren. Escuchar nos beneficiaría también como individuos para entendernos.

He leído artículos y escuchado opiniones sobre la novela donde dicen que hay fallos históricos ¿qué piensas de eso?

SS: No hay fallas, esta no es una novela para enseñar historia porque es un texto creativo, como novelista comprimo el tiempo y mis personajes hablan de lo sucedido desde su forma de entender el mundo. Claro que hay que tocar puntos de la historia pero me di mi licencia artística de incluir un juego de canasta cuando aún no se inventaba. Dentro de la novela todo sucedió y funciona, si se intenta comparar con un libro de historia la novela no tiene razón de ser, la creación no se entiende de esa manera.



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“Historia de dos ciudades, que tiene un gran comienzo y un gran final que también ambiciono para mis novelas.”

Y hablando de la creación, todos los autores tienen su toque especial pero están muy influidos por sus lecturas ¿cuáles son tus influencias y aprendizajes como lectora?

SS: Me esmero en no dejar cabos sueltos, lo aprendí de muchos otros como Charles Dickens con Historia de dos ciudades, que tiene un gran comienzo y un gran final que también ambiciono para mis novelas. Lo que él hace es soltar hilos narrativos que son muy distantes pero al final de la novela no deja ninguno sin concluir. También me gusta muchísimo Stephen King por contar sus historias de manera que las hace brillar, igual que sus personajes, hace que el lector se quiera quedar a leer porque lo cuenta de manera sencilla aunque no simple. En su tiempo fue Gabriel García Márquez porque yo quería escribir cuentos como él, es un narrador con una voz muy latinoamericana. Me encanta Vargas Llosa con su novela La fiesta del chivo. En mi infancia fue Dr. Seuss, Rudyard Kipling, después quise ser una gran discursista como Shakespeare que es muy vigente. Otra novela que me parece vigente y moderna para su época es Los 3 mosqueteros. Lo que pasa es que yo leo de todo, desde ciencia ficción, clásicos, hasta las novelas juveniles que me comparten mis hijos por ejemplo Harry Potter. Pueden decir que tiene algunos fallos pero es un ejemplo de la novela que no deja cabos sueltos y es un gran trabajo de 7 tomos. Se me están olvidando miles y es que a veces el libro favorito es que el que estás leyendo en este momento, ahora leo Cartas a una desconocida de Stefan Zweig. Somos lo que comemos y también somos lo que leemos.

Me parece maravillosa esta apertura que tienes hacia experimentar lecturas diferentes pero sobre todo hacia la literatura juvenil, si pudieras recomendar un libro a los jóvenes, de lector a lector ¿cuál sería?

SS: Por influencia de mis hijos y este intercambio constante de lecturas me he dado cuenta de que despreciar la literatura juvenil es como despreciar a Dr. Seuss, que es genial y a veces por ahí se comienza a ser lector. Déjame decirte que el mundo está en deuda con J. K. Rowling porque muchos niños comenzaron con Harry Potter y siguieron como lectores, como esa, hay lecturas que trascienden el género y las disfrutan niños y adultos. A mi dame una historia bien contada y la voy a disfrutar igual sin importar el género. Recomendaría el último que me gustó mucho, Ender’s Game (El juego de Ender) porque tiene la aventura pero tiene mucha profundidad filosófica y crítica al sistema desde unos niños. También Ready Player One, mi hija me lo compró y es un título que vale la pena realmente y se disfruta. Así son los libros, te llevan a otro y otro, ahora son mis hijos quienes me pasan libros como yo se los pasaba a ellos. Cualquier libro que nos haga lector es un buen libro.

Por último, ya hablamos del pasado y del presente de la novela, del país y hasta de ti ¿cuál es el futuro para El murmullo de las abejas? ¿Te gustaría ver una adaptación al cine de ella’

SS: El proceso de la novela ha llevado un año  y desde el principio yo quería verla en todas partes aunque en la editorial me decían que era muy regional y que quizás no funcionaría en otros lugares. Yo creo que todas las historias son muy regionales pero también creo que la literatura es una invitación a un viaje ¿por qué no iba a querer venir de otros lugares a visitarnos? La novela se ha vendido muy bien en México y en lo que va del año ya está en Estados Unidos por parte de Vintage Books en español, este verano sale en todos los países de Sudamérica. Tengo programadas visitas a ferias del libro en México y otros países, en otoño se estrena la novela en España aunque ya está disponible en ebook. Creo que ya ha llegado muy lejos. En cuanto al cine, yo estudié comunicación y le tengo mucho amor pero si eso viene tendré que ser muy cuidadosa para que sea con la persona adecuada porque para mi lo más importante es la novela.

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Como persona y escritora ¿algún consejo para quienes quieren escribir?

SS: Que lea muchísimo y de todo, esto es como comer. Aunque también hay que aprender lo que no funciona, todos los grandes tuvieron que pulir y editar sólo así se pueden hacer las cosas bien, no tengan miedo a equivocarse. Que se sienten a escribir y experimenten para que encuentren su propia voz a pesar de las influencias.

Habrá jóvenes que no comprendan esta visión del recuerdo que rescatas en tu novela ¿qué le dirías a ellos?

SS: Todos tenemos cimientos y estos son los nuestros, la juventud del país tiene mucho potencial, no debe tomarse a la ligera. No han vivido la Revolución u otros hechos pero si viven en un país que los sufrió. Deben de vender caras las bienes raíces de sus cerebro, eso sólo se logra sabiendo por qué eres lo que eres, quien no entiende bien el pasado no puede vivir el presente ni proyectarse hacia el futuro.  Tratemos de conectarnos más con la vida, Simonopio es el personaje que por vivir en el silencio está conectado con el mundo, a veces vivimos de manera vertiginosa y nos quedamos fuera de nosotros mismos sin escuchar nuestra propia voz. Hay que escuchar hacia el interior para entendernos, al final, ese es el gran mensaje de la novela y la enseñanza de Simonopio. Pero también es bueno hacer uso de las tecnologías y sacarles provecho, claro.

Esta es mi última pregunta y he decidido dejarla al final porque tiene que ver contigo como persona pero también como escritora. Hay miles de libros en el mundo ¿por qué seguir escribiendo?

SS: Porque soy humana, nos han dicho que la prostitución es la profesión más antigua pero yo creo que hay una anterior y esa es contar historias, tenemos cavernas donde se plasmaron historias primitivas de la vida. Todos tenemos una historia que contar, si te dicen que ya se han contado todas las historias del mundo, El murmullo de las abejas te dice que no, que mientras haya humanidad habrá narradores e historias que contar.

Gracias a Sofía Segovia por sentarse a platicarnos de tantas cosas, por su apertura con todas las preguntas y por dejarnos conocerla como autora pero también como persona. Vuelve pronto a Guadalajara, Sofía. 

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