El origen de la controversia
En 1883 terminó la Guerra del Pacífico con la derrota del Perú y Bolivia. Como resultado de la guerra se firmó el Tratado de Ancón, con el cual Chile obtuvo el dominio perpetuo de Tarapacá y la posesión por 10 años de Tacna y Arica. Vencido dicho plazo, se debía organizar un plebiscito para ver si dichos territorios continuaban en poder de Chile o regresaban al Perú; sin embargo, Chile nunca organizó dicho plebiscito.
Luego de muchas reclamos por este incumplimiento chileno, en
1929 se suscribió el Tratado de Lima, donde se estableció la reincoporación de Tacna al Perú y la cesión definitiva de Arica a favor de Chile, fijándose asi la frontera terrestre. Pero dicho tratado no definió cual sería la frontera marítima entre ambos países.Límites de Perú, Bolivia y Chile antes de la Guerra del Pacífico
El tema de la soberanía marítima en el siglo XX Durante la Segunda Guerra Mundial la soberanía marítima cobra mucha importancia y por ello en 1945 Estados Unidos declaró al mundo que el mar próximo a sus costas (sin indicar la distancia del dominio) le pertenecía y estaba sometido a su control. Poco después otros estados realizaron sus propias declaraciones, entre ellos el Perú.
Es así como en 1947 el Perú proclamó la soberanía sobre las 200 millas de su mar adyacente, debido a la reiterada presencia de flotas extranjeras que pescaban frente a sus costas. Esta declaratoria de 200 millas era una acción pionera en el derecho internacional, pero en la práctica no supuso gran cambio en la depredación que realizaban las flotas foráneas.
Por lo tanto, Perú se unió con Chile y Ecuador para luchar conjuntamente por sus recursos marinos. así en 1952 suscribieron la Declaración de Santiago, conocida entonces como la conferencia ballenera, pues esa era la especie más depredada por las flotas extranjeras en nuestros mares.
Este documento proclama que a cada uno de los tres estados le correspondía soberanía y jurisdicción exclusiva sobre el área marítima adyacente a sus respectivas costas hasta una distancia de 200 millas marinas. Es decir, los tres países acordaron que cada uno tuviese una zona de 200 millas de anchura a todo lo largo de sus costas, y no como ocurre actualmente en algunas zonas del Perú (Camana, Mollendo, Ilo y Sama) que tienen menos de 200 millas de mar.
La posición chilena es que la declaración de Santiago constituye un tratado de límite marítimo con el Perú; sin embargo, esta es una afirmación fácilmente rebatible. Ustedes mismos pueden apreciar la Declaración en este link, y verán que es una declaración política que solo contiene una hoja, sin mapas, ni indicaciones para trazar un límite. Además, no puede ser un tratado de límites porque esta firmada por tres países y los tratados de límites son siempre bilaterales.
El reclamo del Perú en el marco de La Convención del Mar En 1982 las Naciones Unidas aprobaron la Convención del Mar, que establece derechos y obligaciones sobre los diferentes espacios marítimos. Respecto a situaciones en las que las costas de los Estados son adyacentes, la Convención señala la posibilidad de delimitar el mar territorial mediante una "una línea media cuyos puntos sean equidistantes de los puntos más próximos de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura del mar territorial de cada uno de esos Estados". Entendiendo el Perú que el límite marítimo con Chile no tenía todavía una delimitación formal y definitiva, en 1986 el Perú planteó a Chile un Tratado de Límites Marítimos conforme a las reglas del naciente derecho internacional. Ante este pedido el embajador de Chile en el Perú dijo que: "el límite marítimo con Perú es un problema que tenemos que estudiar y que no podemos dejar para las calendas griegas".
Sin embargo, Chile evadió el tema durante catorce años, hasta que en el año 2000 se produjo un nuevo intercambio de notas entre ambos países, y en el 2004 el Perú propuso otra vez el inicio de negociaciones. Pero esta vez Chile si respondió negándose a negociar.
La demanda ante La Haya
En el 2005, el Perú estableció la Ley de Líneas de Base del Dominio Marítimo, a partir de la cual se elaboró la cartografía oficial peruana de su dominio marítimo. En dicho documento se observa la superposición de las zonas marítimas del Perú y Chile
Ante la negativa chilena a negociar, haciendo uso de uno de los mecanismos de solución pacífica de controversias que recomiendan las Naciones Unidas, el Perú demandó a Chile ante la corte de La Haya el 16 de enero del 2008, solicitando que se trace el límite marítimo de acuerdo con el derecho internacional y que se reconozcan sus derechos dentro del límite de 200 millas de su costa, incluyendo el triangulo externo, en el cual la soberanía peruana no es reconocida por Chile, aun cuando no forma parte de las 200 millas chilenas.
Finalmente, el último punto en discusión es en que punto de la costa empieza la frontera marítima. De acuerdo al Tratado de 1929, "la frontera entre los territorios de Perú y Chile partirá de un punto de la costa que se denominará Concordia, distante diez kilómetros al Norte del puente del río Lluta". Por lo tanto es un error de Chile afirmar que la frontera se inicia en el Hito 1 y no en el Punto Concordia.
¿Qué podemos esperar del fallo de la Corte de La Haya?
Este lunes 27 la Corte dará su fallo, y lo que podemos esperar los peruanos es lo siguiente:
1. Que la Corte acepte que no hay tratado de limites marítimos entre Perú y Chile, por lo cual la Corte tendría que definir dicho límite, lo cual lleva al segundo punto.
2. Definir en que punto de la costa empieza el límite marítimo. Como lo hemos explicado líneas arriba según la posición peruana ese es el punto denominado Concordia.
3. Luego definir el trazado de limite marítimo. En este punto pueden haber varios escenarios, que se use un paralelo, que se use la bisectriz o una mezcla de ambos. En ese sentido hay versiones que dicen que el paralelo se mantendría hasta la milla 12, y de ahí se haría la delimitación mediante una bisectriz.
4. Finalmente, la Corte debe definir si el triangulo externo es peruano o es mar internacional.
Recordemos que el fallo es obligatorio desde su lectura y ambos gobiernos han dicho que acatarán el fallo. Esperemos con tranquilidad que sea así y ambos países estén a la altura de este momento histórico.