Revista Viajes

Nos vamos de Safari Fotográfico por Plasencia

Por Veronica Cussi @touristear

Nos hemos ido de Safari Fotográfico por Plasencia

Hola a Tod@s!

hoy os escribo para contaros nuestra experiencia durante el safari fotográfico que hicimos con Safari Extremadura de la mano de Carlos Criado (@safariextremadu), fotógrafo profesional y experto conocedor de la zona. Sucedió durante el TBM que se organizó en Plasencia como una actividad para que pudiéramos conocer la zona de una forma diferente.

No éramos un grupo muy numeroso, unas ocho personas, y el objetivo de esta actividad era no sólo conocer los parajes y senderos, sino también aprender un poco de fotográfia de la mano de Carlos para poder disfrutar mejor de nuestras fotos cuando estemos por ahí touristeando.

Nos recogieron alrededor de las 09:00, Carlos y su hermano Juan Luis cada uno en un todoterreno y hala! al campo. Las excursiones en todoterreno ya de por sí son muy divertidas (aunque yo creo que se divertían más los conductores que nosotros...) pero si además te llevan a los sitios adecuados donde puedes disfrutar de unos paisajes espectaculares o de lugares históricos mejor, y si además eres aficionado a la fotografía y tienes a un maestro al que poder "aburrir" a preguntas que contesta con infinita paciencia, pues ya lo bordas.

Arrancamos por un camino que atravesaba fincas de toros bravos, convenientemente valladas, ahí aprendimos que las entradas de las fincas donde hay toros bravos no tienen puertas!!! tienen una cosa que se llama "paso canadiense" que son unos barrotes en el suelo separados que hace que los toros no se atrevan a cruzarlos!!.

Continuamos hasta que llegamos a una zona donde Carlos nos explicó los cuatro conceptos básicos de fotografía que uno tiene que saber si quiere hacer mejores fotos. La verdad es que enseguida notas que hay resultados. Nos enseñó por ejemplo como aprovechar la profundidad de campo para poder conseguir dos efectos muy diferentes. El primero es hacer que algo que tengas muy cerca salga enfocado mientras que lo que está detrás sale desenfocado, el segundo sirve para que las dos cosas, tanto la que está cerca como la que está lejos, salgan enfocadas. Fíjate en las dos fotos que te dejo a continuación, son la misma, sólo varía la profundidad.

Después de darnos los conceptos básicos nos llevó a las ruinas de Cáparra donde pudimos admirar las ruinas que se conservan así como los restos de la calzada romana que forma parte de la Ruta de la Plata que recorría el oeste de España de Sur a Norte. Pudimos ver la puerta Suroeste que se encuentra en un estado de conservación excelente. Hay además un centro de interpretación donde te explican multitud de aspectos de la vida y costumbres de aquella época y entiendes mejor lo que estás viendo.

Nos volvemos a montar en los 4×4 y nos llevan a una praderita medio escondida para tomar un piscolabis y retomar fuerzas. Lo llevaban todo preparadito, todo casero, pero de lo que no me puedo olvidar es del pan (madre mía que pan), Carlos, necesito saber donde compraste ese pan!!! Y la morcilla patatera duró lo mismo que un pastel en la puerta de un colegio. La verdad que no lo parecía, pero había hambre!!

Tras recobrar fuerzas, nos dirigimos en los 4×4 hacia Granadilla. No es un camino cortito, así que pudimos disfrutar del campo sin ver absolutamente a nadie, nos metíamos por cualquier sitio la verdad, vadeamos algún riachuelo y tanto Carlos como su hermano tuvieron que poner a prueba sus 4×4 en alguna ocasión para vadear un río ya que el paso que debía estar en perfecto estado estaba medio destruido y era impracticable.

Y llegamos a Granadilla, ya os comentaremos en otro post esta ciudad, porque esta vez no entramos (nosotros la conocíamos de otra excursión), y nos fuimos metiendo un poquito más hacia el monte para disfrutar de una espectacular vista del embalse de Gabriel y Galán que es como se llama. Y allí comimos tan agusto. No puedo dejar de mencionar a la mujer de Carlos que es la que había preparado la comida aunque no vino con nosotros, grandísima tortilla de habas.

Tras comer y descansar, Carlos y Juan Luis nos llevan a ver los castaños milenarios de Valle de Ambroz. Tuvimos que caminar unos 20 minutos en subida pero era un tramo relativamente fácil, aunque para los peces de ciudad como nosotros que no estamos acostumbrados a caminar más de cinco minutos.... Pero el esfuerzo (esfuercito en realidad) mereció la pena porque el lugar era una pasada.

Y por último nos llevaron a las piscinas naturales de Casas del Monte, un lugar tranquilo y apacible donde lo que te apetece es sentarte un rato, mirar el agua correr, charlar o disfrutar del silencio, según te dé. Lo que es seguro es que te vas a olvidar de todo y te va a sentar pero que muy bien.

Ya se nos había hecho un poco tarde y tocaba volver a Plasencia para preparar nuestro regreso a Madrid. Seguro que nos dejamos cosas por ver pero no hubo mucho tiempo, ¿me recomiendas alguna?, quiero volver así que me vendrá genial!!

Espero que hayas disfrutado de este post igual que disfruté yo con la excursión!!

Saludos viajeros!!


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