Revista Viajes

Praga, más que 100 torres

Por Tierrasinlimites @tierrasnlimites

Castillo de Praga Castillo de Praga

Praga, más que 100 torres

La ciudad de las 100 torres tiene el castillo más grande del mundo según el libro Guinness de los récords, ha sido hogar de escritores como Franz Kafka o Neruda, no Pablo Neruda, sino Yan Neruda y, además, alberga uno de los barrios judíos mejor conservados. Desde 1992 es Patrimonio de la Humanidad. Estamos también en la capital del país más cervecero del mundo. Con tantos datos, ya sabemos dónde estamos, hablamos por supuesto de Praga.

 

Pero no solo eso. Los antiguos monumentos del casco histórico son espectacularesaunque también tiene algunos edificios contemporáneos destacados. Y, ¿qué sería de una ciudad como Praga si no tuviese algunas leyendas ambientadas en sus calles? por ejemplo la del Golem o la de la torre Daliborka del Castillo.

Castillo de Praga

Castillo de Praga

 Miradores.

Empezamos con una vista panorámica. Ya hemos dicho que es la ciudad de las cien torres así miradores no nos faltan. Podemos contemplar Praga desde la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga, desde la torre de Petřín, o en la torre de la Catedral de San Vito. Si no queremos pagar entrada podemos acercarnos a algunas de las zonas verdes de la ciudad, por ejemplo al Parque del Letná.

Desde lo alto, antes de bajar, nos podemos hacer una idea de lo que hay ver, de cómo se estructura la ciudad y hacer así más fácil nuestra visita. Para empezar, hay que saber que el casco histórico de Praga está dividido en cinco zonas.

Torre de Petřín

Torre de Petřín

 El Casco Histórico.

Su parte antigua está atravesada por el río Moldava y dividida en cinco zonas. En la orilla derecha se encuentran la Ciudad Nueva, la Ciudad Vieja y el Barrio Judío y en la izquierda el barrio de Mala Strana y el Castillo.

Empezamos en la Ciudad Nueva (NOVE MESTO) aunque de nueva tiene poco ya que se construyó en el siglo XIV. Nuestro punto de partida es la plaza de Wenceslao, una especie de corta avenida donde se encuentra el museo más importante de Praga, el Museo Nacional, aunque no es lo único que destaca porque hay edificios de todos los estilos: modernistas, funcionalistas, comunistas… prestad atención a las fachadas del Hotel Europa y del Hotel Jalta. Esta plaza fue un escenario muy importante de la Revolución de Terciopelo, los movimientos pacíficos que acabaron con años del régimen comunista en la República Checa en 1989.

Salimos de la plaza de Wenceslao, aunque continuamos en la Ciudad Nueva. Podemos visitar la Ópera Estatal y, para los amantes de la historia, el Museo del Comunismo. Nos acercamos a la Plaza de la República para ver una de las joyas de Art decó que hay en Praga: la Casa Municipal. Ofrecen visitas guiadas pero si no tenemos mucho tiempo podemos tomarnos un café en su cafetería porque las cafeterías de Praga son algo que hay experimentar. Famosas desde hace décadas porque eran el lugar de reunión de escritores. Se conservan algunas antiquísimas donde es una delicia pararse a tomar un café o una tarta. Los dulces checos son más que recomendables.

Reloj medieval de Praga

Reloj medieval de Praga

Cambiamos de zona y, atravesando la Torre de la Pólvora, pasamos de la Ciudad Nueva a la Ciudad Vieja, a ESTARE MESTO, la parte más visita de Praga y el lugar donde se ubican buena parte de sus 100 torres. También aquí están algunas de las plazas más señaladas de la ciudad como la Plaza de la Ciudad Vieja, repleta de monumentos. Podemos visitar sus dos iglesias: la de San Nicolás y la Tyn y el Ayuntamiento. Aunque se pueden realizar visitas guiadas o subir a su torre, lo que más relevante es el reloj medieval se pone en marcha cada hora. Su mecanismo es muy complejo y tiene varias esferas, aunque lo que más llama la atención, son las figuras animadas. Hay cuatro figuras alegóricas que flanquean las dos ventanas (la vanidad, la avaricia, la muerte y la lujuria). Cuando da la hora, el vanidoso se mira en el espejo, el avariento agita la bolsa, el esqueleto la guadaña y tira de una cuerda y el lujurioso mueve su cabeza como diciendo: oye que estoy aquí siempre. Y empieza el desfile de apóstoles que van apareciendo en las ventanas. Para terminar un gallo canta. Semejante maquinaria, con más de 600 años de antigüedad, está envuelta en muchas leyendas como la que cuenta que el relojero fue cegado para que no pudiese repetir semejante proeza (debe ser que no querían competencia).

Barrio judio de Praga

Barrio judio de Praga

Cementerio judio de Praga

Cementerio judio de Praga

Cambiamos de Barrio y nos acercamos hasta el Gueto, el antiguo Barrio Judío por la calle Parizska, una avenida repleta de tiendas de lujo asequibles solo para visas solventes. Hay que ir con tiempo porque el barrio judío de Praga da mucho de sí. Se pueden visitar varias sinagogas, el cementerio judío que es muy curioso porque tiene muchísimas tumbas apiladas unas encima de otras y descubrir el arte creado por este pueblo. El gueto judío además de un lugar histórico está también lleno de leyendas, como la leyenda del Golem, el monstruo creado por el rabino Löw. La tumba del Rabino está en el museo judío y en ella los visitantes colocan multitud de piedras.

La leyenda cuenta que en este barrio, en el siglo XVI, un rabino judío creó un ser de barro enorme para proteger el gueto de las persecuciones antisemitas que sufrían. Le dio vida y el golem se convirtió en un ser nada inteligente y sin capacidad para hablar. No pensaba, tan solo ejecutaba las órdenes que le mandaban. Hay una anécdota que cuenta que una mujer, se cree que la esposa del rabino, le pidió al Golem que fuera al río a sacar agua y lo que hizo fue empezar a extraer líquido sin medida hasta que inundó por completo la ciudad. Igual que ocurre con Frankestein, un día el GOLEM enloquece, mata a varias personas y el rabino lo desactiva borrándole la letra E de la palabra EMET (emet es verdad, met significa muerte). Inerte ya, el rabino lo sube al ático de la sinagoga vieja – nueva de Praga, el lugar donde se cree que permanece aun hoy en día. Otras versiones cuentan que cada 33 años, el ser cobra vida y hay quien cree que el GOLEM no está muerto del todo y que reviviría en caso de un nuevo ataque al pueblo judío.

Volvemos ahora sobre nuestros pasos, a la Ciudad Vieja para visitar cruzar uno de los puentes más bonitos del mundo, el Puente de Carlos. Es un puente monumental de grandes dimensiones (medio kilómetro de largo por diez metros de ancho) y, mientras lo atravesamos, nos vamos encontrando 30 esculturas de personajes históricos, la más famosa, la dedicada a San Juan de Nepomuceno. Este hombre fue el confesor de la mujer de Wenceslao IV y por guardar el secreto de confesión, el rey lo mató. La estatua está bien sobada porque la tradición cuenta que si la tocas y pides un deseo se te concede. Además de las estatuas, el sitio suele estar abarrotado de turistas y, en los lados, se colocan músicos callejeros, vendedores, artistas… que intentan sacar algo de dinero. Por la noche se puede pasear con algo más de calma y apreciar mejor, a pesar de la oscuridad, sus detalles. El puente de Carlos une la ciudad vieja con Mala Strana, la Ciudad Pequeña, mucho más tranquila. Sobre todo, en este barrio, lo que hay que hacer es callejear aunque también encontramos varios palacetes, edificios barrocos que albergan embajadas y hoteles, el Museo de Arte Contemporáneo de Kampa en la isla de Kampa y la pared de Lennon. La pregunta es: ¿qué hace y qué significa este muro de Lennon en Praga? En los años 80, después del asesinato de John Lennon, empezaron a aparecer pintadas con dibujos, canciones, frases… que recordaban la figura del cantante de los Beatles. En un régimen comunista como el de la República Checa en ese momento, los Beatles eran un símbolo del capitalismo y las frases eran borradas pero al poco tiempo volvían a aparecer. El muro se convirtió así en un símbolo de la libertad de expresión y de la revolución pacífica del pueblo checo contra el régimen comunista.

Nerudova

Nerudova

Nerudova

Nerudova

Nerudova

Nerudova

Dejando de lado a Lennon, si hay un nombre propio vinculado a la ciudad este es el de Franz Kafka, es su figura más reconocida internacionalmente y también la más aprovechada turísticamente. Hay rutas que siguen los pasos del escritor, está la casa la hermana de Kafka, se le han dedicado estatuas y las tiendas de recuerdos están llenas de souvenirs en memoria de K. Y sí, también hay un museo dedicado a Kafka en este mismo barrio, en Mala Strana, a orillas del río Moldava. Él se lleva la fama pero hay autores más queridos por los habitantes de la ciudad como el premio nobel de literatura Jaroslav Seifert o Jan Neruda. Precisamente a este último está dedicada la calle NERUDOVA en Mala Strana, que nos lleva dirección al castillo. Es genial para pasearla despacio por dos razones: para no quedarnos sin aire por cuesta y para poder apreciar toda su belleza. Sus fachadas de colores pertenecían a la burguesía, a la nobleza o a familias de artesanos, así que son ricas en detalles. Una cosa muy curiosa es que conservan símbolos que indicaban quién era la familia que vivía en la casa, es decir, en vez de un número en la puerta hay, por ejemplo, una figura con tres violines, una llave dorada o un león rojo. En estos casos, son los hogares de fabricantes de violines, orfebres y un pintor checo. Neruda, el escritor del que hemos hablado y que da nombre a esta calle vivió en una de estas casas, en la de los dos soles. Este autor reflejó en su obra la ciudad de Praga y ,este barrio en concreto, en el libro Cuentos de Mala Strana. Pero, si os parece, es el momento de entrar en el castillo.

Callejón de Oro, Praga

Callejón de Oro, Praga

Castillo de Praga

Castillo de Praga

Este castillo que no tiene nada que ver con la típica fortaleza. Está compuesto por varios edificios, entre otros la Catedral de San Vito, el antiguo Palacio Real, la Basílica y el Convento de San Jorge y el Callejón del Oro. Este callejón está lleno de tiendas de colores de artesanos que en su día pertenecieron a los orfebres y varias torres como la de la Pólvora, la Negra o la torre de Daliborka que funcionó como cárcel en su día. Según la leyenda, esta torre se llama así por Dalibor, su primer recluso, un joven encarcelado por defender a unos siervos que se habían rebelado contra los nobles. La gente lo veneraba por dos motivos: era una especie de Robin Hood del pueblo y tocaba el violín de maravilla, su sonido salía de la torre, pero un día el violín dejó de sonar… La leyenda dio lugar a la ópera Dalibor.

Ya que hablamos de Ópera, visitar la Ópera Estatal y acudir a unos de sus eventos es un buen plan. Otro espectáculo bastante típico es el teatro negro.

Praga también es una ciudad moderna.

Entre tanta arquitectura gótica, barroca, calles con siglos de historia y espectáculos como la ópera o el teatro negro… no nos podemos olvidar de algunos de los edificios contemporáneos de Praga, que los hay. Por ejemplo la famosa Casa Danzante de Frank Gehry o los edificios del barrio de Karlin. Después de las inundaciones de 2002 en este barrio se han levantado nuevas construcciones, muchas de ellas muy originales desde el punto de vista arquitectónico, han recibido varios premios por su sostenibilidad. Además, no podemos olvidar la relación que hay entre Praga y el cubismo. La República Checa es el único país del mundo donde el cubismo saltó de la pintura a la arquitectura, se puede visitar incluso el café cubista.

Y para los amantes del arte contemporáneo nada mejor que visitar el museo DOX o la MEET FACTORY, escenarios de conciertos, exposiciones, etcétera. Y si no queremos entrar a ningún museo, podemos buscar por Praga las creaciones del artista checo más polémico: David Cherny. Sus obras están repartidas por la ciudad como los bebés con un código de barras en los ojos o los hombres haciendo pis sobre un mapa de la república checa que se encuentran al lado del museo de Franz Kafka. Otra opción es acercarnos a la orilla del río Moldava hasta Naplafka.Un espacio con conciertos, barcos con música y un mercado de granjeros donde los propios productores venden sus verduras, frutas y artesanía. Y ya que hablamos de productos locales, es el momento de hablar de los productos típicos y comida.

Pivo en Praga

Pivo, cerveza en Praga

Comida

Un dato práctico para empezar: comer a mediodía es bastante económico si conseguimos llegar a tiempo para pedir el menú del día. Para hacernos una idea, con este menú por una sopa, un segundo plato y un postre se suele pagar alrededor de 5€/6€. Por la noche se sirven comidas hasta las 22:00 aproximadamente. Y ahora llega el momento de elegir platos. Las opciones son varias: pato asado con col agridulce acompañado de trdelnik, ternera en salsa o el gulasch. También hay una gran variedad de sopas bastante contundentes que a veces se sirven como plato único, acompañadas de una cerveza porque, otra cosa no, pero la cerveza se bebe a todas horas, de hecho se dice que la República Checa es el país más cervecero del mundo, se consumen casi 150 litros por habitante y año, además aquí se inventó la cerveza rubia, la Pils, hecha en Pilsen, Capital Europea de la Cultura en 2015. Tanta es su tradición cervecera que existen balnearios donde usan cerveza en vez de agua. Ahí queda eso, aunque nosotros de momento vamos a aprender a pedir una cerveza: pivo. Tradicionalmente bastaba con pedirla una vez y, a partir de ese momento, iban sirviendo cerveza cada vez que el vaso se nos quedaba vacío. Este sistema ya no opera en todos los locales pero aún se encuentran algunos en los que la tradición manda. Con una o con varias cervezas nos queda tan solo brindar: prosim.

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