Revista Viajes

Semana viajera: Edimburgo (I)

Por Vicent Bañuls Carbó @UnaventanaaNY

edimbrgo

¡Buenos días!

¿Ya tenéis las maletas hechas? Ahora es el típico momento en el que estás dentro del avión y la azafata nos indica las salidas de emergencia y lo que tenemos que hacer en esos casos. Nosotros cogemos hoy vuelo directo a Edimburgo, nuestro primer destino.

Para visitar ésta ciudad, hecho mano de un blog que me encanta y de una editora que también me encanta, Angie Castells. Junto a ella y a su blog Más Edimburgo vamos a pasar dos días en Edimburgo.

Lo primero que debes saber si visitas Edimburgo es que, a grandes rasgos, el centro de la ciudad está dividido entre la Old Town, o Ciudad Vieja, que comprende el Castillo y un casco medieval magníficamente conservado; y la New Town, o Ciudad Nueva, que se construyó ente los siglos XVIII y XIX y se extiende hacia el norte de la ciudad. Mientras que la Royal Mile sirve de eje vertebrador de la Old TownPrinces Street atraviesa la New Town, y sus jardines actúan como frontera entre ambas zonas. Al norte, bordeando el mar, la ciudad cuenta con antiguos pueblos pesqueros que se han ido incorporando a la urbe; al noreste se encuentra Leith, que también era independiente y conserva un carácter cosmopolita; y hacia el sur, la ciudad se despliega en múltiples barrios residenciales, algunos de ellos con un animado ambiente, como Tollcross, Morningside o Newington.

Mañana del día 1: La Royal Mile y Grassmarket

La Royal Mile es la principal arteria de la Old Town. Se extiende a lo largo de 1,8 kilómetros y sus cuatro tramos (de oeste a este: Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate)conectan el Castillo de Edimburgo, que reposa sobre la roca volcánica, con las ruinas de la abadía de Holyrood y el palacio de Holyroodhouse.

  • ¡Buenos días! Después de tomar un buen desayuno escocés para coger fuerzas, comienza el día en el CastilloDesde el punto de vista histórico, se trata de una visita imprescindible, y las vistas de la ciudad desde los distintos niveles son magníficas. Pero ten en cuenta que una visita completa a las estancias y rincones de la fortaleza puede tomarte de 2 a 3 horas. Si no dispones del tiempo suficiente, acércate hasta la explanada, desde donde disfrutarás de unas bonitas vistas del norte y el sur de Edimburgo(excepto en verano, cuando en este lugar se instalan las gradas del Military Tattoo), y acto seguido comienza a descender por la Royal Mile.
  • En este tramo encontrarás distintos museos, como el Scotch Whisky Experience, un ameno recorrido por el proceso de elaboración del whisky, o la Camera Obscura and the World of Illusions, ideal si viajas con niños: se trata de una colección de ilusiones ópticas que cuenta, en lo alto de la torre, con unos espejos refractores que permiten verEdimburgo desde distintos ángulos. Muy cerca, puedes entrar en The Hub, una antigua iglesia gótica que hoy en día sirve de sede para el Edinburgh International Festival, además de contar con una frecuentada cafetería.
  • Llegado a este punto, verás que a ambos lados de la Royal Mile comienzan a aparecercallejones (conocidos como closes wynds) de todo tipo: algunos son privados y alojan restaurantes, otros son tan oscuros que no permiten ver qué hay más allá. Mi consejo es que seas curioso y los explores: algunos recompensan con vistas del centro, otros te llevarán a tranquilas plazoletas escondidas entre los edificios… E n las closes radica gran parte del encanto de la Old Town. Algunos de los más especiales de este tramo son Riddle’s Court y Lady Stair’s Close, que te conducirá al Museo de los Escritores.
  • Sigue por la Royal Mile hasta encontrar la catedral de St Giles, donde el predicador John Knox estableció la iglesia presbiteriana escocesa. La entrada es gratuita, y el interior merece un paseo. A la salida, quizás observes a alguien frotando el dedo gordo del pie de la estatua al filósofo David Hume: se dice que trae suerte en los estudios. En estos momentos, te encuentras sobre una hechizante parte de la ciudad: The Real Mary King’s Close, la ciudad subterránea, formada por un complejo de callejones que quedaron sepultados por las nuevas construcciones. Durante muchos años permanecieron tapiados; hoy en día están abiertos al público (hay que pagar entrada) y, con sus leyendas e historias fantasmagóricas, constituyen una de las atracciones más visitadas de Edimburgo.
  • Desde este punto, retrocede unos metros en dirección al Castillo y, cuando llegues a la esquina con el puente George IV Bridge, tumba a la derecha y comienza a bajar porVictoria Street. Con sus fachadas de colores y sus tiendas independientes, es una de las calles más pintorescas de Edimburgo.
  • Al final de Victoria St encontrarás la zona de Grassmarket, dominada por un paseo y una plaza peatonal repletos de bares y restaurantes. Es un rincón tranquilo y con una oferta de ocio muy variada, pero esconde una historia macabra, pues antaño era unescenario de ejecución pública y, hasta 1784, muchos presos murieron ahorcados aquí por delitos o acusaciones de brujería. Grassmarket es un lugar perfecto para comer: los restaurantes, aunque turísticos, son más baratos que en la Royal Mile, y, si hace buen día, hay muchos pubs tradicionales donde sentarse a tomar una pinta, como The Last Drop o The Black Bull.
  • Si llegas hasta el final del paseo, sube los escalones de The Vennel para ver los restos de la muralla y tomar una foto muy especial del Castillo.

Tarde del día 1: la Old Town y Canongate

  • Si te apetece, puedes comer aquí, pero, si todavía es pronto, encamínate hacia Candlemaker Row, una calle que se encuentra en el lado opuesto de Victoria Street y conduce de nuevo hacia la Old Town. A mano derecha, toma las escaleras que entran al plácido cementerio de Greyfriars, quizás el más conocido de la ciudad por las leyendas de algún que otro habitante del inframundo y por la historia del perrito Bobby, que, según se dice, durante años veló fielmente la tumba de su amo en este mismo lugar. Después de pasear por los terrenos, toma la salida principal y encontrarás la estatua de Bobby junto al pub del mismo nombre.
  • Si todavía no has comido, es el momento de hacerlo. Te encuentras en pleno ambiente universitario, a un paso de los edificios históricos de la Universidad de Edimburgo en Potterow, y las calles colindantes (George IV Bridge, Forrest Road, Chambers St, South Bridge) albergan una oferta gastronómica muy variada y para todos los bolsillos:kebabs, cafeterías donde probar la sopa del día, buffets asiáticos, restaurantes… Muchos, además, ofrecen descuentos si eres estudiante. Una de las cafeterías más famosas de la zona, por su conexión con Harry Potter y J.K. Rowling, es The Elephant House, en George IV Bridge. Otra opción, si el día es bueno, es comprar comida para llevar y acercarte hasta el enorme parque de los Meadows, a unos cinco minutos andando.
  • ¿Has recargado energías? Toca visitar un museo gratuito que fascinará a pequeños y a mayores: el National Museum of Scotland, en Chambers St. Las extensas colecciones de historia, naturaleza y ciencia permiten deambular por las distintas plantas durante horas, pero, si dispones de poco tiempo, da un paseo por la primera planta, donde encontrarás la figura disecada de la entrañable oveja Dolly, y coge el ascensor para subir a la Rooftop Terrace, una fantástica terraza panorámica desde donde contemplarás la ciudad a vista de pájaro. Fíjate en el entramado de tejados e intenta trazar, desde arriba, el camino que has andado hasta ahora: ¡seguro que ya reconoces muchos de los puntos del centro histórico!
  • A la salida del museo, sigue por Chambers Street hasta llegar a South Bridge, una de las calles principales que conecta el centro con el sur de la ciudad. Sigue esta animada arteria hacia la izquierda, deteniéndote en las múltiples tiendas y charities (tiendas de segunda mano) que aquí encontrarás, y pronto llegarás a la intersección con la Royal Mile.
  • Es momento de explorar Canongate, el extremo sur de esta histórica avenida. Las closessiguen abriéndose entre los antiguos edificios de piedra, con el encanto añadido de que, en este tramo, algunas esconden sorprendentes jardines. Haz pequeñas paradas en Trunk’s Close, Tweeddale Court  o Chessel’s Court. También puedes aprovechar para hacer una breve visita a alguno de los museos que en esta sección se aglutinan, como el de la Infancia o el de Edimburgo: la entrada es gratuita y te permitirán conocer un poquito más sobre la ciudad. Aquí también encontrarás la iglesia de Canongate, en cuyo cementerio está enterrado el economista y filósofo Adam Smith.
  • Casi al final de la Royal Mile, a mano izquierda, te esperan dos de los callejones más cautivadoresWhite Horse Close y Dunbar’s Close. El primero se abre a un pintoresco patio de vecinos; el segundo desemboca en unos idílicos jardines al estilo del siglo XVII.
  • Al final de la Royal Mile se alzan dos edificios emblemáticos: el Parlamento escocés, diseñado por el arquitecto catlán Enric Miralles, una construcción controvertida que quiere fundirse con la naturaleza escocesa, y el palacio de Holyroodhouse, que data de 1128 y a lo largo de los siglos ha servido como residencia a los reyes y reinas de Escocia. Hoy en día es la residencia oficial de la familia real en Escocia y, si te apetece, puedes comprar una entrada para explorar el palacio y las ruinas de la abadía agustina. Si no, puedes dedicar un rato a pasear por el extenso parque de Holyrood y llegar hasta el lago cercano de St Margaret’s. Si todavía quedan horas de luz, desde el parque puede iniciarse el ascenso hacia los peñascos de los Salisbury Crags y la colina de Arthur’s Seat, el punto más elevado de Edimburgo. Ambos ofrecen unas vistas incomparables de toda la ciudad y constituyen uno de los mejores lugares para ver el atardecer. Subir y volver a bajar de Arthur’s Seat te llevará aproximadamente dos horas.

victoria-street-grassmarket
Hume estatua
victoria-street-7
East_end_of_the_Grassmarket,_Edinburgh_(composite)

Como nos hace gastar energía Angie. Prepararos para mañana.

 

Feliz día

Vicent

 


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