Revista Cultura y Ocio

Trasparencia Pérez

Publicado el 14 noviembre 2014 por Icastico

Durante una de mis primeras entrevistas de trabajo para cubrir un puesto de vendedor, el responsable de selección, en aquel proceso el director comercial, me preguntó: ¿Es usted sincero? SI. ¿Es usted honrado? SI. ¿Es usted trabajador? SI. Acto seguido repliqué ¿qué esperaba usted que respondiera a estas tres preguntas?, a lo que contestó “aquí las preguntas las hago yo”. Estupendo, pensé, esto está chupao. Las siguientes andanadas no presentaron muchas dificultades y finalmente fui seleccionado. La empresa era Faema, sector hostelería, y se dedicaba a la venta y reparación de máquinas de café, principalmente, así como fabricadores de cubitos de hielo. Es una pena no seguir con esta historia porque daba para mucho, pero voy a otra cosa.

Está abierto un proceso de selección a alcalde o alcaldesa para Collado Villalba. La primera candidata en liza, que es concejala de Familia en ese Ayuntamiento, dio la sensación de querer gobernar hasta en Peteneras, que es adonde llegó con sus explicaciones. Claro que la responsable de selección y “directora comercial” es Esperanza Aguirre, casi nada al aparato, que decía mi padre cariñosamente, años ha, cuando alguna persona, por él apreciada, le llamaba por teléfono. Con tamaño morlaco en la plaza hay que medirse. Esperanza, una cazatalentos. Incluso trabaja como asesora para una importante empresa de ese sector. La verdad sea dicha, lo que hace falta para regir tan esquilmado feudo y otros de la misma familia es justo eso. Talento para reponer las arcas, un huevo, y talento para reponer la confianza, el otro. Mucho más que para hundirlo. Otros seleccionados, elegidos por la misma cazadora, debieron haber respondido No a ¿es usted corrupto? y SI a tener honradez y sinceridad. A fe que demostraron talento de sobra para lo ajeno, si acaso les faltó para el disimulo; todo cristo veía exuberantes símbolos externos menos la Jefa, ¡cómo se iba a imaginar algo así! Anduvo corta de vista y larga de confianza. Ahora, en lugar de alcaldía disfrutan de chirona. Y ella, que con su olfato perjudicó el asunto público – que es el negocio de los privados – sigue ahí, que para eso están, sin tregua. En el proceso actual no trabaja sola: selecciona con Trasparencia, una chica muy mona y de moda, deseada por políticos opacos que solo quieren presumir de novia pero ni hablar de matrimonio.

La candidata en cuestión afirmó que “ser corrupto es una opción personal”, posiblemente una de las acepciones que el diccionario anónimo de chorradas, cada vez más grueso, recoge para la palabra corrupto. Uno elige ser corrupto como puede elegir se violador, asesino en serie o cualquier otro tipo de criminal, aunque en estos casos suele haber más de enfermedad que de voluntad. “Mamá, he decidido ser corrupto”. Muy bien, hijo mío, pero hinca los codos en la Impunidad, aunque hasta ahora esa asignatura la aprobaba cualquiera que no fuera un roba gallinas. Casarse con la Corrupción acarrea como dote un acogedor apartamento en el Trullo, pero como el presupuesto de Justicia no da para especular con barrotes o burbuja carcelaria, por muy necesaria que sea esta, el listón dotacional cayó en picado y la “opción personal corrupto” creció exponencialmente, “solo” exigía dejar los principios para el final.

Es como “elegir entre vino o cerveza”, continuó la candidata. Qué fuerte, me pierdo, ¿quizás una alusión a que los crápulas del sistema – el suyo – prefieren Vega Sicilia, que le paga el pueblo, a la vulgar caña que toma con gusto un sin posibles, de su bolsillo? Coño, ser corrupto o ser persona es como elegir entre vino o cerveza, ya puestos, que hablamos de trasparencia, podía haber incluido el agua. Como con este líquido también hay oscuras privatizaciones y corruptelas no quiso complicarse, que lo mismo estaba presente un encausado a punto de imputación. Con toda la mala leche le preguntan si los “superiores” de un partido deben dimitir en caso de que sus subordinados se corrompan. Teniendo el ejemplo – poco ejemplar – justo delante ¡qué coño vas a responder si pierdes el culo por ser alcaldesa! Pues eso: “no” aunque “dependería de cada caso”, respondió. Dependerá, digo yo, de los apellidos que tenga, del cargo que ocupe en el partido o de la sangre azul que corra por sus venas.

Para despejar dudas e ir a por nota la postulante expuso su receta; lo mejor ante la corrupción es “decir no si te ofrecen algo”. ¡Nos ha jodido!, nadie le preguntó qué pasa si te ofrecen mucho. De su predecesor en el cargo comentó había hecho una gestión “bastante positivahizo muchísimas cosas buenas, independientemente de los hechos acaecidos”. Lo que acaeció fue que dijo SI a trincar como mandaban los cánones púnicos. Dan por supuesto que hacer cosas buenas implica hacer otras malas para compensar. Echo de menos en el “tribunal” a verdaderos expertos en una selección de este calibre, y que son amigos íntimos de la directora comercial; hablo de Blesa o del mismísimo Granados, alma mater de la púnica, estos detectan un corrupto a mil kilómetros, anda que no tuvieron oportunidades para desarrollar su talento…por eso quieren tanto a su “madrina”. ¡Menudo paripé, esta selección! Podemos hacerlo mejor, yo decir. ¿Tú comprender?


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