Guille y Nico aparecieron un día en la puerta de un chalet. Desde entonces han vivido en acogida. Ambos tuvieron la suerte de ser adoptados. Nico en la provincia de Sevilla y Guillé llegó la semana pasada a Móstoles, pero no ha tenido tanta suerte como su hermano. Su familia adoptiva lo ha llevado al veterinario y cuando le ha dicho que es un cruce de podenco, ya no les parece ni tan bonito, ni tan pequeño. Guille es un perro muy bien educado, con apenas cinco meses su familia de acogida lo ha enseñado muy bien. Es dinámico, juguetón y divertido... Nos gustaría que esta vez se fijara en él una familia que lo quiera definitivamente y si es con jardín o terraza mejor. Se merece el mejor de los hogares. Urge mucho adopción o casa de acogida porque es muy pequeño y no puede entrar en el refugio.
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