Dos personas mayores caminando por la calleCasandra Greco, investigadora científico-social, filósofa, bioeticista y experta en salud pública y medicina preventiva, nos recuerda, bajo este mismo título aparecido en ctxt, cómo por el efecto estadístico, estamos anestesiados ante las cifras de mortalidad, pero más aún cuando se trata de la muerte de las personas que la sociedad etiqueta de ‘ancianos’. “La muerte de centenares, de miles de ‘ancianos’ –escribe Casandra–, ha dejado a su paso un horror vacui. La muerte indigna de nuestro propio pasado puso al descubierto el espectáculo dantesco de la deshumanización y crueldad del siglo XXI. El maltrato y abandono de la vejez en residencias y domicilios ha sido retransmitido casi en directo. A través de las pantallas de televisión hemos presenciado el transitar incesante de cuerpos ajados enfundados en plásticos; camiones rebosantes de féretros; mortajas arrojadas a fosas comunes. Nadie previno. Nadie gritó ¡Alto! y todo este infierno desfiló silenciosamente ante la mirada impertérrita de la OMS, Naciones Unidas, Unión Europea y gobiernos. Cuando se presencia de nuevo el holocausto, es imposible no hacerse determinadas preguntas: ¿por qué murieron tantos ancianos?, ¿fue la madre naturaleza?, ¿se pudo evitar?, ¿qué falló?, ¿acaso no mueren también jóvenes o son voluntariamente invisibilizados? Cada día, desde marzo de 2020, nos hemos despertado y acostado con la implacable tiranía y crudeza del invierno de las estadísticas de mortalidad por covid-19. Con obsesiva pulcritud, la estadística computa cifras anonimizadas de vidas extinguidas. Es la relación de los muertos, ordenados en columnas. A veces muertes desagregadas por datos minimalistas de sexo e intervalos de edad que culminan en ese superior a 90 años. Casi como si quisiera indicar la meta máxima de supervivencia de la empinada montaña que es la vida, especialmente para las clases sociales más desprotegidas, frágiles y vulnerables. Aquellas que de manera sistemática son injusta e impunemente desfavorecidas por razón de código postal, etnia, raza, desempleo y vejez”.
Albert Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado. La imaginación rodea al mundo”.“Desde hace mucho tiempo, quizás por el efecto estadístico, estamos anestesiados ante las cifras de mortalidad, pero más aún cuando se trata de la muerte de las personas que la sociedad etiqueta de “ancianos”. Nuestra mente entonces la digiere más rápidamente porque vejez y muerte tienden a aparecer entrelazadas. Es, pensamos, algo natural; el punto y final del ciclo vital. Lo paradójico es que nadie muere de viejo, no al menos para la estadística. Los pulcros certificados de muerte tienen asignada siempre un por qué: infarto, cáncer, ictus, diabetes… En 2020, se ha añadido una nueva causa, cierta o probable de una patología fatal, especialmente cruenta en la vulnerabilidad corpórea e inmunológica: la covid-19. Si bien nadie está exento de padecerla y de morir, cuanto mayor haya sido la duración de exposición a la carga viral –aun para las pieles tersas y rosadas de la juventud– es prácticamente imposible escapar a sus garras cuando la edad registra una nomenclatura de dígitos incrementados. Es aquí donde el cálculo probabilístico se vuelve implacable. Y a cada incremento de edad, más certero y vertiginoso es el riesgo de no sobrevivir. Y esto es cruel, tanto o más cuando la vejez es no ya normalizada sino estigmatizada en nuestro soberbio prejuicio de infravalorar su precioso valor. Albert Einstein siguió trabajando en física teórica hasta el mismo día de su muerte, a los 76 años de edad, en su incansable búsqueda de una teoría que unificara a toda la física. Joe Biden, candidato demócrata a la Casa Blanca, tiene 77 años de edad. Los virólogos más excelsos y en plena actividad investigadora traspasan los 60 años. Algunas de las primeras víctimas escudo del covid-19 fueron profesionales sanitarios jubilados”.
Una vejez rebosante de vida.Casandra Grego insiste en los datos: “Lo perverso de las estadísticas es que nunca reflejan fielmente la muerte real, ni siquiera la vida real. Tras las cifras se hallan historias de esperanza, sacrificio, lucha y perseverancia. Basta asomarse al discreto apartado que los diarios dedican a su memoria a través del recuerdo de los vivos, de los seres que los conocieron y amaron. Para sus seres queridos ese afecto abarca toda una vida. Para los profesionales sanitarios y asistenciales que los trataron, el afecto se mide un tiempo más breve pero no menos imborrable. Es en la atenta lectura de estos recordatorios cuando las cifras estadísticas traspasan la frontera del anonimato. Y perdido el distanciamiento del olvido, se materializan en nuestra memoria de manera desgarrada. Y es solo entonces cuando tomamos conciencia de lo irreparable de lo perdido, de lo que no tiene precio. De pronto ese pasado que conforma el tiempo de la senectud –tan irreal y alejado a nuestra edad– se introduce en nuestras propias vidas cotidianas y se torna presente. Sus muertes dejan de ser ajenas y sus retazos de vida nos tocan y nos golpean al ver que su vejez no estaba exangüe sino rebosante de vida. Eran el soporte en la supervivencia de hogares salpicados por salarios precarios. Eran los ‘héroes’ de nietas y nietos. El amor incondicional paterno y materno-filial o fraternal. Cada vida es irreemplazable per se, con independencia de la edad, porque en cada muerte desaparece todo un universo. La vejez es, por así decir, la escena final en el drama de la vida, afirmaba Cicerón. Él, al igual que Séneca, veían en los surcos ajados del tiempo en la piel la dignidad de la sabiduría que reporta la experiencia. En los ancianos están, juzgaba Cicerón, el buen juicio, la razón y el consejo. Hasta tal punto que si no existiesen los ancianos no existirían las ciudades pues la virtud principal de la senectud es y será la prudencia”.
El neurólogo británico, Oliver Sacks murió a los 82 años, en agosto de 2015.Hay personas de edad avanzada que nunca han tenido la más mínima posibilidad de sobrevivir; cuya muerte quizás nunca sabremos si ha sido dulce o agónica, pero lo que sí sabemos es que se les recordará el resto de nuestra vida. Oliver Sacks, eminente neurólogo y escritor, a la edad de 80 años, publicó varios libros muy exitosos, entre ellos “El hombre que confundió a su mujer con un sombrero”, “Un antropólogo en Marte”, “La isla de los ciegos al color”, y “Despertares”, llevado al cine por Robert De Niro y Robin Williams. En noviembre de 2014, pocos meses antes de ser diagnosticado con un cáncer terminal, Mónica Vasconcelos lo entrevistó para el documental titulado “Losing My Sight and Learning to Swim” (Perdiendo la vista y aprendiendo a nadar), para el Servicio Mundial de la BBC. En una hora de conversación, Sacks habló de muchas cosas. Él continuaba activo, escribiendo y viajando, pero a un ritmo más lento. Ese era el lado bueno de envejecer, explicó. “En cierta forma, estoy contento de tener 80 años, porque la edad trae un sentimiento paradójico de libertad y ociosidad. Las urgencias de antes ya no me oprimen”. Reflexionando sobre las posibles “ventajas” de perder un ojo, el escritor habló de la pintura de Rembrandt. “Hoy, vivo en un mundo totalmente plano, veo superficies sobrepuestas unas sobre otras en vez de objetos dispuestos en profundidad. Eso significa que veo el mundo como si fuera una fotografía, o una fotografía en movimiento. Creo que eso aumentó un cierto placer estético y la admiración por las pinturas”. En febrero de 2015, en un artículo publicado en el diario TheNew York Times, Sacks anunció que había sido diagnosticado con un cáncer terminal. Su autobiografía, “En movimiento. Una vida”, se publicó en mayo en su original en inglés. El escritor murió tres meses después. En “Los Placeres de la Edad”, Oliver confesaba: “No pienso en la vejez como en una época cada vez más penosa que tenemos que soportar de la mejor manera posible, sino en una época de ocio y libertad, liberados de las urgencias artificiosas de días pasados, libres para explorar lo que deseemos, y para unir los pensamientos y las emociones de toda una vida. Tengo ganas de tener 80 años. Me siento contento de estar vivo: ‘¡Me alegro de no estar muerto!’. Es una frase que se me escapa cuando hace un día perfecto”.
Marcel Remy, un escalador centenario.“Hace poco –escribía Pablo Fernández-Miranda, en el reportaje titulado “El viejo y la montaña publicado en “NuevaTribuna.es” del pasado jueves– vi un reportaje de Marcel Remy que, a los 96 años, sigue escalando en rocódromo. A esa misma edad, hizo la vía Miroir L’Argentine (una pared de450 metros, 12 largos de Vº en los Alpes). Justamente, fue durante los días en que la pandemia estaba arrasando con un par de generaciones: la de Remy y parte de la siguiente; y pensaba que tenían ante sí una pendiente más peligrosa que la de L’Argentine. El riesgo de contagio, la escalada y la desescalada que tenían que grecorrer sin el equipaje imprescindible para acometerlas. No voy a insistir en que es en las bajadas cuando se producen más accidentes, porque ya se ha dicho recientemente en este mismo medio por algún compañero. ‘Morirán de forma indigna’ es la frase que dirigió el Consejero de Asuntos Sociales de Madrid al de Sanidad ante la orden de no enviar al hospital a los mayores en residencias que estuvieran en las circunstancias más frágiles y que se hizo extensivo, en la práctica, para los que estaban en parecida situación en domicilios particulares. El debate lo sitúan en la carencia de camas hospitalarias, consecuencia de la precariedad a la que han sometido al sistema sanitario y han aplicado lo de la canción que popularizó el Gran Combo: ‘No hay camas pa tanta gente. ¡Abuela!: ¡a la calle!’ Pero el asunto es aún más grave porque, en demasiados casos, tampoco se les atendió con cuidados paliativos in situ. Faltó atención para que, al menos, no hubiera sufrimiento. Y cuando la hubo fue gracias al sobreesfuerzo del compromiso personal de sanitarios y cuidadores –por cierto, mujeres en su mayoría por más que emplee el genérico− en medio del abandono por parte de la Administración. Muerte indigna para personas de una generación muy digna. (…). Quedé pensando en el cinismo que tenemos en esta sociedad. Nos rasgamos las vestiduras porque los médicos tengan que priorizar a unos sobre otros en razón de sus expectativas de recuperación y esperanza de vida y valorar la complicada clasificación y equilibrio entre utilitarismo e igualitarismo de la llamada triada –Vaya palabreja y sobre todo ¡menudo concepto! No quisiera estar en sus pellejos, bastante tienen con llevar ese peso, incrementado con la amenaza añadida de demandas judiciales –que ya han empezado a caer y en las que más de un juez pueda encontrar causa provisto del soporte del informe pericial convenientemente aliñado−. Farisea indignación mientras que, durante años, se desmontaba una parte del sistema sanitario público con el silencio de los corderos como fondo. Y no se ha hecho pasando desapercibido, las mareas lo denunciaron hasta la saciedad y diversas organizaciones sanitarias lo siguen haciendo a fecha de hoy con movilizaciones cada vez más amplias”.
Carlos Soria recuerda a sus 81 años que tiene una cuenta pendiente con el Dhaulagiri (8.167 metros, Nepal).“Esa misma sociedad ofendida es la misma que acepta el aparcamiento de los ancianos, olvidándose de la calidad de su atención. Mucho aparente enojo porque no prioricen para enchufarles los tubos, pero nada para que, antes de llegar a eso, durante los años en que las personas mayores puedan disfrutar de calidad de vida se dote de medios. La situación de las Residencias es sistémica y estructural, la pandemia ha sido la eclosión de un volcán siempre a punto de estallar. Resulta ineludible el salto cualitativo que tienen que dar estos centros para que las personas gocen de dignidad y decoro. Es obvio que, llegada la edad del alpinista, Remy lo infrecuente y lo habitual estar en situaciones de mayor o menor grado de dependencia. Pero hechos como el suyo −o, si queremos citar a un coterráneo, el de Carlos Soria que con 81 años lleva –de momento− 12 cimas de los catorce ocho miles y ¡atención!: conseguidas con más de sesenta años− nos aportan algo que va más allá de la satisfacción personal para él y una expectativa esperanzadora para los demás que nos enseña que no hay límite para vivir nuestras ilusiones. Desde luego son experiencias para investigar ya que pueden servir para conocer comportamientos e incluso aspectos físicos extrapolables no ya para vivir más sino para vivir mejor. Cuando se habla de los viejos −y permítanme que no me ande con eufemismos de ‘terceras’ y ‘cuartas’ edades ya que, estando en una proba edad, puedo calificarme a mí mismo como me parezca−, nos explican, el presidente del Banco de España, Felipe González, la patronal, las derechas y otros que saben sumar, que no salen las cuentas y que antes se vivía menos. Presentan así a este sector como parásito social. Pocas veces se analiza qué se aporta a la sociedad. Nos olvidamos de que ese segmento de población retribuye a la sociedad de múltiples maneras. En esa franja de edad en la que el estado físico y anímico posibilita, además de subir montañas en algún caso, el voluntariado, creatividad, cultura y, sin género de dudas, algo sin lo cual no funcionaría el sistema tal como está configurado: el cuidado de los nietos y también el cuidado de los que nos preceden”.
El armador Josep Cusí (izquierda) junto al rey emérito en una imagen de archivo.The Telegraph reveló hace unos días que quien había sufragado 269.000 dólares (239.000 euros) para la luna de miel de los reyes Felipe VI y Letizia era Josep Cusí, un discreto empresario que llevaba 40 años ayudando a Juan Carlos. El viaje, en el 2004, fue por Jordania, Camboya, Samoa, Fiji, México y EE.UU teniendo un coste total de 467.000 dólares (415.000 euros). Un viaje que, según desvela Pol Pareja en ElDiario.es, “fue pagado religiosamente por Cusí, el mismo que se encargaba de buscar dinero entre los empresarios para financiar los veleros del monarca. Las cualidades de Josep Cusí le convirtieron durante décadas en la sombra del Rey Juan Carlos I. Compañero de navegación, cicerone en Catalunya y consejero en temas delicados, Cusí logró permanecer en un segundo plano a pesar de que realizara para Juan Carlos encargos de primer nivel, como cuando en 1986 se desplazó a EE. UU para llevar a un laboratorio las muestras de unos tejidos extirpados al rey durante una operación. La vida de Cusí, según su propio relato, bien daría para una película que mostraría cómo vivieron las clases bienestantes durante el franquismo y la transición. Antes de entrar a la universidad, fue campeón de natación, submarinista, jugador semiprofesional de waterpolo y, con solo 18 años, se enroló en una expedición con Jaques Costeau al Mar Rojo. Con él se filmó “El mundo del silencio”, la primera película rodada bajo el agua, y, como integrante de esa expedición, Cusí acabó recibiendo la medalla de la Legión de Honor de manos de Charles de Gaulle. Proveniente de una familia acomodada de Sitges –él siempre la define como de clase media– se licenció en ingeniería electrónica para continuar con el negocio familiar, que fue creciendo y le llevó a participar en la iluminación de varios lugares emblemáticos de Barcelona como las fuentes de Montjuic, la catedral del Tibidabo y la iglesia de Santa María del Mar. Explican en su entorno que, a los 65, vendió su empresa por una cuantiosa suma y se entregó a sus pasiones: la vela, la caza y los animales. Y fue una de las personas de mayor confianza del rey emérito. Se convirtió en el cicerone de Juan Carlos en Catalunya a partir de los 70, cuando el monarca empezó a venir cada semana a Barcelona donde entrenaba para las olimpiadas de Munich 72. Les une, además, un gran parecido físico que ha llevado a algunos escoltas a confundirles en más de una ocasión”.
El rey Juan Carlos y Josep Cusí antes de una regata.Como armador, Josep Cusí sufragó durante décadas el coste de la tripulación y de todos los barcos en los que navegó el monarca. Y ejerció de coordinador a la hora de recoger fondos entre los empresarios españoles para los veleros de Juan Carlos. Así lo hizo en 2005, en el pago de una nueva versión del Bribón, y, en 2011, para restaurar el yate Fortuna. Era el encargado de seleccionar a la tripulación que navegaría a bordo del Bribón. Buscaba buenos marineros, pero también gente discreta que no generara problemas. Quienes lo han tratado lo describen como un hombre simpático y afable, muy bien educado, pero también con un fuerte carácter que le puede hacer perder los nervios. Como cuando, en 1984, fue denunciado por un periodista de La Vanguardia, al que agredió frente a decenas de personas con dos puñetazos y varias patadas en el suelo por haber publicado el precio por el que había vendido uno de sus barcos. El empresario catalán es una de las pocas personas próximas al rey emérito que mantiene buena relación con el resto de la familia real. En el 2011 ya tenía un gran vínculo con el rey. “A Felipe le conocí cuando empezaba a caminar y tenemos una gran relación”, dijo en una entrevista. Antonio Rodríguez explica en Vozpópuli que Cusí fue “el amigo más cercano y leal que ha tenido el rey Juan Carlos desde hace 50 años. Sumamente reservado y alérgico a los focos, este armador de porte patricio conoció a Juan Carlos I a finales de la década de los sesenta en el campo de regatas de Barcelona, durante la preparación del príncipe para participar en los Juegos Olímpicos de Munich '72. En aquellas largas jornadas, Cusí se encargaba de remolcar el 'dragón' de Juan Carlos al principio y final de cada entrenamiento, y ahí es donde se forjó una amistad que perdura en el tiempo. Con el paso de los años ganaron una docena de títulos nacionales a bordo del 'Bribón' ”. En el libro “El Rey y el mar”, de Ignacio Gómez-Zarzuela, Josep Cusí cuenta: “La verdad es que dudo que nadie haya tenido una convivencia tan familiar con el Rey como la que hemos tenido mi esposa Inés (Muiños) y yo”. En ocasiones, ha pasado una semana entera con él. “Viajar une mucho, y hemos viajado mucho durante tantos años”, recuerda Cusí. De Jordania a Maldivas la luna de miel de Felipe y Letizia, pagada en gran parte por Josep Cusí.Antonio Rodríguez recuerda que “cuando, desde Cataluña empezaron la quema de retratos de la Familia Real o los primeros síntomas del surgimiento de un independentismo en el que se criticaba sin tapujos a la Casa Real, Cusí fue de los primeros en salir en defensa del entonces Rey en ejercicio. Así que no es de extrañar que el mejor amigo del monarca emérito corriese con una parte de los gastos de la luna de miel de los Príncipes de Asturias”. 'The Telegraph' El rotativo británico revela detalles de la luna de miel que llevó a la pareja real a visitar California, México, Jordania, Camboya e Islas Fiji, entre otros destinos a lo largo del planeta. En Fiji, según fuentes citadas por el rotativo británico, Felipe VI y doña Letizia hicieron sus reservas bajo el seudónimo de “señor y señora Smith” con el objetivo de preservar su anonimato. La factura por cinco noches de estancia allí de la pareja real y de su staff en el lujoso hotel Wakaya Club & Spa, según documentos a los que habría accedido el periódico británico, ascendió a 33.000 euros. La Zarzuela declinó hacer comentarios a “The Telegraph”, que aseguró tener documentos que demostrarían que la factura total de la luna de miel ascendió a 467.500 dólares, de los cuales 269.000 corresponden a los vuelos utilizados. Al menos esa cantidad habría corrido a cargo de la empresa Navilot, propiedad de Cusí.
El Rey navega con J. Cusí.Navilot SL, la empresa que costeó gran parte de los gastos de la luna de miel de lujo de los reyes de España, registró en 2004, el año de la boda, 322.000 euros en pérdidas, tal y como ha publicado Infolibre. La sociedad limitada, del empresario catalán Josep Cusí, “socio de Juan Carlos I desde principios de la década de 1970” –tal y como desvela The Telegraph–, depositó el 60% del dinero para la luna de miel: 269.000 dólares. La otra parte, hasta llegar a los 467.000 dólares del total del viaje, corrió a cargo del rey emérito. El diario británico destapó los entresijos del viaje de Felipe VI y Letizia tras su boda en 2004. Asimismo, y de manera indirecta, el medio relaciona al empresario con Jordi Pujol Ferrusola, ya que la empresa que preside fue creada por un abogado vinculado al hijo del expresidente de la Generalitat. La Casa Real, como respuesta a esta información, publicaba el lunes en su página web el estado de liquidación de su presupuesto a fecha de 31 de marzo, quince días después de que el rey hiciera pública su decisión de renunciar a la herencia de su padre, el pasado 15 de marzo. Así, el rey Juan Carlos dejará este año de percibir la cantidad de 161.034 euros por la decisión de Felipe VI de retirar a su padre la asignación presupuestaria que venía percibiendo hasta ahora. La construcción de un AVE hasta La Meca escondía un trámite en el que Juan Carlos I salía beneficiado personalmente. Así lo relataba Corinna Larsen, amante del rey durante su reinado, que aseguraba que el rey emérito ganó más de 80 millones de euros en 2012 por la construcción del AVE de 450 kilómetros desde Medina hasta La Meca. Tras las acusaciones, la Fiscalía del Supremo se ha hecho cargo de la investigación de los presuntos cobros irregulares del rey emérito, desde el momento en que dejó de ser inviolable, con su abdicación en junio de 2014. Con esto, Juan Carlos I se convierte en el primer monarca europeo en estar directamente relacionado con un caso de corrupción.
El Rey Juan Carlos y Josep Cusí. El Buscón advierte en Vozpópuli que Cusí no pudo pagar el viaje de Felipe y Letizia porque nunca ha tenido un duro.
“Cómo es posible que Cusí corriera con la cuenta de 269.000 dólares de aquel viaje cuando no tiene, ni prácticamente ha tenido nunca, dónde caerse muerto, porque Josep Cusí nunca ha tenido un duro. ¿Qué razones había para un montaje tan infantil como innecesario? La única explicación que en Barcelona encuentran al asunto es que al ahora rey Emérito le diera en 2004 cierto miedo el que un día llegara a saberse que había costeado un viaje de bodas de casi medio millón de dólares, y que hubiera decidido dividir esa cifra entre dos personas en la creencia de que el teórico ‘despilfarro’ iba a resultar más disculpable en caso de saltar a los medios… Lo que explica que, al año siguiente, ejercicio 2005, Navilot, que no tenía ningún asalariado, registrara unos beneficios de 205.445 euros, cantidad que obviamente aportó el Monarca y que se aplicó en su totalidad a cubrir el agujero del año anterior. Decir que Navilot se dedicaba a la compraventa de barcos es decir demasiado, porque el verdadero comprador de las embarcaciones que patroneaba Cusí y su ilustre amigo ha sido siempre La Caixa, con Josep Vilarasau a la cabeza como pagano del primer “Bribón”. Siempre o casi siempre, porque Cusí no ha tenido nunca empacho de pedir “a escote” entre los “juancarlistas” barceloneses de más fuste (encabezados por Javier Godó, conde de Godó por graciosa concesión de Juan Carlos I, Mariano Puig y otros del mismo porte) cuando era necesario sustituir por obsoleto al “Bribón” de turno o afrontar una costosa entrada en astillero para algo más que un simple calafateado… Y todo esto, ¿a cambio de qué? ¿Qué ha sacado de bueno Josep Cusí (el parecido físico con el rey Emérito ha llevado a muchos a sostener que son hermanos, hijos ambos de Don Juan, conde de Barcelona, asunto que no ha pasado nunca de ser una especulación), de esa estrechísima relación? Casado con Inés Muiños, hija del famoso oftalmólogo de la clínica Barraquer y protagonista central de esa desconocida historia, Cusí ha vivido siempre con una mano avanti e l'altra dietro. Heredero de un pequeño negocio que cerró pronto, así como una también pequeña finca cerca de Igualada, Cusí no ha tenido nunca negocio digno de tal nombre porque, en realidad, ha vivido de las asignaciones que regularmente le ha pasado el propio monarca. Cusí ha vivido siempre a la sombra de la Casa Real, de modo que mal pudo haber corrido con la cuenta de la mitad del viaje de luna de miel de Felipe y Letizia”.Antonio Maestre.En el blog “Todo está en Bourdier”, Antonio Maestre titula “El quintacolumnista, Felipe González”, y se pregunta ¿qué hay detrás de este nuevo regreso de Felipe González? “Felipe González –dice Maestre– es uno de los grandes referentes del Consejo Editorial de ‘El País’ y tiene una línea directa con Ana Patricia Botín, que es parte importante de la fuerza que puede llegar a tener si sale adelante un nuevo movimiento en la línea editorial. ‘El País’, como bien dice Sol Gallego-Díaz, jamás ha sido un periódico de izquierdas, hay que dejarlo claro. Pero, dentro de los periódicos que había, de los periódicos de papel era el más progresista. Cada uno puede colocarlo en el espectro ideológico que quiera, pero sí era el más progresista de todos los que había y el más próximo al Partido Socialista. ¿Qué ocurre ahora? Que esos movimientos están vinculados también a la necesidad que tiene Felipe González por intentar sacar del Gobierno a Unidas Podemos. Eso es prioritario para Felipe González. Y eso es lo que intentan recuperar ese poder de influencia de ‘El País’, en la línea de qué quiere Felipe González… El caso de Javier Moreno Barber va en esa línea. Obviamente, te podrá gustar más o menos la línea editorial que lleve Sol Galego-Díaz, pero era una gran periodista. Javier Moreno Barber es un hombre culto e inteligente, pero es más corporativo. Y hará lo que se le ordene desde las cúpulas de los accionistas”… Y Maestre termina diciendo: “Este Gobierno ya ha demostrado ser bastante pusilánime con Felipe González. No solo el Partido Socialista. En el artículo yo hablo de que ya va siendo hora de que se deslinde de Felipe González, que hace mucho tiempo que dejó de ser alguien por el que las bases del Partido Socialista sientan simpatía. Está muy alejado de la base, del pueblo y muy cerca de las élites. El Partido Socialista tiene que hacer lo posible por desvincularse y lo que decía, aquello de matar al padre y empezar a hacer un Partido Socialista mucho más vinculado a las masas. Pero es que luego, también dentro del Gobierno, Unidas Podemos… Hoy, por ejemplo, Echenique nos ha dejado sorprendidos al decir que esa investigación que pedía EH Bildu sobre el nombre que aparece en los papeles de la CIA, hablando de que Felipe González era conocedor del GAL, pues ha dicho que no hace falta investigarlo porque ya todos lo sabemos. Bueno, pues también todos sabemos lo que hizo el rey, y se ha pedido una comisión de investigación. Si de verdad este Gobierno, tanto el Partido Socialista como Unidas Podemos, quiere que Felipe González no adquiera un poder suficiente como para intentar desbancar este Gobierno, tanto el Partido Socialista como Unidas Podemos tienen que ser menos pusilánimes y empezar a ser un poco más valientes con figuras como Felipe González. Y combatirlos de manera frontal. Y no se hace ni callando y defendiéndole, como hizo Adriana Lastra el otro día, ni intentando ocultar, como Echenique, una comisión de investigación. Yo también estoy de acuerdo en que los papeles de la CIA no aportan demasiado. Pero, al fin y al cabo, sí hay alguna información que puede ser relevante y que puede ser línea para poder investigar. Igual que se pide una comisión de investigación para el rey Juan Carlos, para el poder del rey Juan Carlos, Unidas Podemos tendría que defender la posición de Bildu y pedir esa comisión de investigación sobre Felipe González y sobre esos nuevos papeles. Si de verdad no aportan nada pues bueno, pues se dirimirá en esa comisión. Si aportan, pues sí”.
Dos felipes, dos silencios.Aníbal Malvar, en su artículo en Público “Dos felipes, dos silencios”, nos recuerda estos meses luctuosos y desasosegantes que nos está tocando vivir, en los que nos han ido cayendo algunas noticias como bofetadas para ver si espabilamos. Cuenta Malvar: “Juan Carlos I, paseando por las calles de Ginebra con un maletín repleto de millones en negro como un vulgar secundario de El Padrino; su hijo Felipe, gastando medio kilo regalao en su luna de miel y trasteando en la sombra para renunciar a su herencia de procedencia dudosa; papeles desclasificados de la CIA que apuntan al otro gran Felipe de las Españas, González, como jefe supremo de los GAL, y en los que la inteligencia estadounidense duda de la sinceridad democrática de nuestra virtuosa transición, y todo en este plan. Ya solo nos falta enterarnos, por supuesto por la prensa extranjera, de que el M. Rajoy de los papeles de Bárcenas es Mariano Rajoy. Ese sí que es un espía, ocultando su identidad tras su verdadero nombre sin que nadie se entere. Es tan escurridizo que ni siquiera le han multado por saltarse el confinamiento, a pesar de que todos los españoles lo hemos visto. Omertà (…) Ayer mismo la mesa del Congreso rechazó, con los votos de PSOE, PP y Vox, la creación de una comisión de investigación que aborde las nuevas noticias sobre los GAL que nos han llegado desde las tierras trumpianas. Pocos días antes, lo mismo había ocurrido con la propuesta para indagar en los maletines borbónicos que han rulado desde Arabia Saudí a las Islas Caimán con alegre donosura. Ahora también se nos revela que la mitad de la luna de miel de Letizia y Felipe la pagó muy sospechosamente una empresa sin empleados y con pérdidas casi semejantes, aquel año, al regalo de boda recibido por nuestros actuales y siempre muy ejemplares monarcas (…) Hay, quizá, toda una generación de españoles que ha decidido morir sin saber lo que sucedió realmente durante su existencia. Quién les robó. Quién empobreció el futuro de sus hijos y sus nietos. Os apuesto que, al contrario que los felipes, los marianos, los aznares y los juancarlos, el bueno de Fernando Simón sí acabará sentándose en parlamentos y tribunales por habernos intentado guiar en esta pandemia (…) No creo que ningún español, en su intimidad intelectual, dude que Felipe González promovió el terrorismo de Estado chapucero de los GAL, que Juan Carlos fue siempre un comisionista sin escrúpulos dedicado a la buena vida borbónica, ni que su hijo, Felipe VI, sabía de las andanzas de ambos dos. Pero silencio, silencio. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! Las lágrimas cuando estés sola. ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto! Ella, la hija menor de Bernarda Alba, ha muerto virgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio! Qué bien describió Federico a nuestra España”.
Tremending. Silencio y censura en la prensa española.El Tremending de hace dos semanas recordaba que, por fin, veíamos algo sobre el escándalo de Juan Carlos I en una portada de la prensa, pero... lamentablemente no era en un medio español. “El prestigioso ‘The Times’ titulaba bajo su mítica mencheta un rotundo: “Rey caído”. Un demoledor reportaje que subtitulaba: ‘Sexo, dinero y el escándalo que ha sacudido España’. No era la primera vez: el pasado mes de marzo, fue un diario suizo, Tribune de Genève, el que abrió su portada con una noticia medianamente interesante para los españoles: la Fiscalía de Ginebra, investigando a Juan Carlos I. Mientras tanto, ni una línea en la portada de las ediciones impresas de los grandes medios españoles. ¡Otro caso de amnesia! El pasado domingo fue ‘The Telegraph’ el que sacó nuevos detalles del escándalo. En concreto, el diario británico aseguraba que Juan Carlos I y una empresa del catalán Josep Cusí pagaron los 467.000 dólares que costó la luna de miel de Felipe VI y la reina Letizia en 2004. Un viaje que habría llevado a la pareja por Jordania, Camboya, Fiji, Samoa, EEUU y México. Y, sin embargo... ¿Tú has visto algo de la luna de miel de Felipe VI en las portadas de la prensa? Nosotros tampoco (y hemos buscado). Efectivamente, no había ni rastro de la información en las portadas de los grandes medios impresos del país. Y no hace falta recordar la importancia que juegan los grandes grupos editoriales en los temas de los que se habla o no en un país. El ABC dedicó su portada a Casado y a Feijóo ante ‘un Gobierno mentiroso’. La portada podría haberla firmado el propio presidente del PP. La Razón llevaba a su primera las denuncias contra el Gobierno por la covid-19, la entrevista a una empresaria y hasta el fútbol. Pero, ni rastro de los chanchullos reales. Tampoco pudimos encontrar nada en la portada de El País, que sí dedicaba espacio al plan migratorio de la UE, a la comisión de reconstrucción, al fútbol o a noticias de internacional. El Mundo tampoco encontró hueco en su primera página. Sí lo hizo para hablar de Trump, para una entrevista con el presidente de Telefónica o para el primer beso de unos mellizos tras la pandemia. Tampoco vimos nada en las portadas de papel de medios como La Vanguardia, El Correo, El Norte de Castilla, La Verdad, La Voz de Galicia, El Periódico… Silencio absoluto”.Fotomontajes, imágenes y fotos sorprendentes:
1 El hombre de la foto no irá a la cárcel por grabarse en un vídeo pegando tiros a fotos de políticos del PSOE y de Podemos. Los chavales de Altsasu llevan 1.315 días en la cárcel. La diferencia entre la derecha y la izquierda para la Justicia es evidente.
El exlegionario que fingía ejecutar a miembros del Gobierno fue escolta de Vox.
El hombre de la foto rodeado de un círculo es Francisco Borja J. B., 44 años detenido en Málaga tras la publicación del vídeo en el que aparece disparando contra fotografías de varios miembros del Gobierno y que estuvo vinculado años atrás con ambientes neonazis, trabajando como guardaespaldas para Vox. Tal y como ha averiguado La Marea, este hecho puede comprobarse en las imágenes grabadas durante un mitin electoral del partido de extrema derecha celebrado en noviembre de 2018 en Málaga, durante la campaña andaluza. Según confirma Sergio Rodrigo, periodista del citado medio, algunos taxistas de Málaga, excompañeros de profesión de Francisco Borja J.B., comentaban en sus foros que había trabajado como escolta para Vox. Antes, ya había participado como escolta en actos de similar ideología, como la manifestación de la organización neonazi Movimiento Patriota Socialista (MPS) en el barrio madrileño de Vallecas el 29 de marzo de 2009, tal y como se puede comprobar en un vídeo publicado por la extrema derecha en YouTube. El exlegionario fue detenido en Málaga, ciudad en la que se grabó el vídeo y se encuentra acusado de un delito contra la institución del Estado, otro de odio y un tercero de amenazas, aunque se encuentra en libertad provisional.
La corona no pierde un euro. Lo que no se lleva el padre se lleva el hijo y si no el espíritu santo.
Pitorreo de la Casa Real.
El Jueves. Cuidado, muerden.
“La dictadura perfecta tendrá la apariencia de democracia, una prisión sin muros en la que los prisioneros nunca soñarán con huir. Un sistema de esclavitud donde, gracias al consumo y la diversión, los esclavos amarán su esclavitud”. La cita es de Aldous Huxley, autor de “Un mundo feliz”.
Turismo, sí - Cultura, no. Arriba, cómo viajaron este fin de semana los 6.000 alemanes que volaron a Mallorca. Abajo, cómo deben estar nuestras salas de espectáculos.
No digáis nada, a ver si ellos solos se dan cuenta.
“Los reyes no llevan mascarilla pero al menos llevan 40 años lavándose las manos”.
Cuando el día parece no acabarse nunca.
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Eneko, Pat, Vergara. Manel F, J., Javirroyo, Puebla, Harca…
A sus pies, alteza.
En un lugar, en el mundo.
Los impuestos para quien trabaja
El mundo de los homófobos. La monarquía, acorralada.Ayuso no para.
La luna de miel real
Podría pasar. Normalidades.La canción del verano. El rey de todos.Orgullo heterosexual Borrador de ancianos.
Cristales pintados hacia dentro.
El humor isleño de Pep Roig: La vida sigue… desigual, Credos, El Gobierno lo ha hecho muy mal, según Belén Esteban, Nuestro derecho a contagiar, Culpabilizando, Juerga a todo riesgo…
Los vídeos de esta semana:
El director de investigación de infoLibre analiza los detalles de nuestra investigación sobre las residencias de mayores con motivo de la crisis del coronavirus. Manuel Rico explica la investigación de infoLibre sobre el drama de las residencias.
Marcel Remy - 94 years old and back on the Summit. 10 nov. 2017.
Carlos Soria, el abuelo de las cumbres. 16 ene. 2014
Esta semana, en Polònia, llegan con ganas defiesta. Por eso prepararon un especial con las mejores versiones de la temporada. Polònia - 25/06/2020 Especial musicals - Polònia: Grans moments