-Lo hicieron después de comprobar durante tres horas la ausencia de toda señal de vida en sus cuerpos. La experiencia ya desató protestas y genera una serie de interrogantes para el futuro.
Inducir la muerte clínica en los seres vivientes para ver si es posible devolverlos a la vida transformando el sueño eterno en un viaje de ida y vuelta: este es el increíble experimento realizado por algunos científicos de la Universidad de Pittsburgh, que resucitaron a un grupo de perros después de comprobar durante tres horas la ausencia de toda señal de vida en sus cuerpos.
En realidad parece un escenario inverosímil, digno de la película "Línea mortal" más que de la ciencia. Sin embargo, la institución que está detrás de esta investigación que roza los límites de la realidad es absolutamente respetable, el Centro Safar para Investigaciones de Resucitación, fundado por Peter Safar, universalmente reconocido como el inventor de la respiración boca a boca y de la reanimación cardiopulmonar. Un hombre que contribuyó realmente a volver a la vida a miles de personas destinadas inexorablmente al más allá. De todos modos, el experimento de sus seguidores parece aún más extremo.
Los científicos de la Universidad de Pittsburgh tomaron un grupo de perros, vaciaron sus venas y sustituyeron su sangre con una solución salina a 7 grados centígrados de temperatura. Indujeron de este modo a los animales a un estado de muerte aparente, con nada de respiración, ninguna actividad cardíaca y ninguna señal cerebral. Luego de tres horas en estas condiciones, le restituyeron la sangre a los perros, que cuando fueron estimulados a través del electroshock y el oxígeno para volver a poner en funcionamiento sus corazones y pulmones, volvieron a la vida, sin ningún daño aparente en sus órganos vitales.
"Condiciones similares se crean en el caso de algunas operaciones" explica el médico Sergio Pintaudi, jefe de Anestesia y Reanimación en el hospital Garibaldi de Catania (sur de Italia). "En las cirugías de corazón, por ejemplo, la anestesia permite reducir mucho la actividad cerebral, induciendo por un largo tiempo a un estado de narcosis sumamente profundo. De todos modos, no se puede hablar de muerte cerebral".
El experimento norteamericano no dejará de causar perplejidad y protestas de naturaleza ética y moral. Algunas organizaciones de animales ya expresaron su rechazo a la realización de este tipo de estudios.
Los investigadores del Centro Safar realizaron estos estudios para investigar la posibilidad de intervenir en situaciones extremas, como por ejemplo en el caso de las personas que perdieron grandes cantidades de sangre. Experimentos de este tipo son seguidos con gran interés por los militares. Con la técnica de Pittsburgh se podría inyectar esta solución fría en las venas de soldados gravemente heridos y dejarlos así, a la espera de socorro, sin que sus órganos vitales se vean comprometidos.
De todos modos, ya hay quienes temen que este sistema sea utilizado para usos menos ortodoxos. Cualquiera a la búsqueda de experimentos fuertes podría someterse a este tratamiento para ver cómo es un viaje de tres horas al más allá.
En todo caso, para escenarios de ciencia fantástica de este tipo habrá que esperar al menos hasta 2015, la fecha adelantada por los científicos para el inicio de este mismo experimento en humanos.
-Fuente:La Republica-CLARIN,COM-http://edant.clarin.com-Investigacion-Edicion:MERCEDES G SIMONIN-(EL CONTENIDO U OPINION DE LA FUENTE NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE FILEALIEN-46)