- SOLIDARIDAD - Un Quijote daimieleño en Etiopía

Publicado el 19 noviembre 2010 por Grupo Book


Carlos Córdoba es un joven anónimo para muchos en España pero no para las personas con las que convive y trabaja a diario en Abobo, región fronteriza de Etiopía con Sudán. El pasado 11 de noviembre regresó a su localidad natal, Daimiel, para descansar, ver a su familia y reponerse físicamente, antes de regresar de nuevo al trabajo en el hospital y la escuela de la misión de Abobo donde ya le esperan ansiosos sus vecinos. Carlos Córdoba es uno de estos soñadores, luchadores y, a veces, incomprendidos que invierten sus vidas como misioneros en muchos rincones del mundo buscando hacer un mundo mejor, protegiendo a los indefensos, denunciando las injusticias y compartiendo lo que son y lo que tienen con los desheredados.
Carlos y vive y trabaja en Etiopía desde hace año y medio.
Fueron la asociación OCASHA-Cristianos con el Sur y la Diócesis de Ciudad Real, a la que pertenece, quienes le ayudaron en su formación previa y en el envío a Etiopía, y quienes apoyan su labor actual en el Hospital de Abobo y en la Escuela de la misión.
Carlos no tuvo ningún miedo al gigante que se le presentó al llegar, no en forma de molino, sino de unas culturas y unas lenguas nuevas y así, inmediatamente, afrontó con valentía el estudio del amárico y de alguna otra lengua local, así como las costumbres y tradiciones de las diferentes etnias que allí habitan.
La vida en esa zona de Etiopía es difícil pues el clima es duro, y esa es la razón por la que Carlos ha decidido regresar durante un pequeño periodo a casa para reponerse y descansar  unos días con la familia. Pero volverá.