Era septiembre del 2011. Nuestro primer hijo estaba a punto de nacer y lo único que nos interesaba era que nazca sanito y sin problemas. Todo salió muy bien y unas horas después, nos asaltaron miles de dudas: ¿El bebé lactará solito?, ¿lo haremos bien?, ¿y qué hacemos si no lacta?
No fue nada fácil, especialmente porque todo el mundo opinaba y no sabíamos quién tenía la razón (algunos consejos eran totalmente opuestos). Pasado este tiempo, y con la llegada de nuestra segunda hija, sabemos que:No existen “reglas” de lactancia. Hemos aprendido a seguir el instinto con nuestros bebés. Imagina que tu bebé hubiera nacido en la isla más remota del planeta, sin familiares, amigos, ni internet. Si no lactaba, ¿hubieras dejado que muera de hambre?, tu respuesta es instinto puro de mamá.La leche es amor. Durante este tiempo, ver a Mamá dando de lactar, es y será una postal de amor. Adicional a sus efectos protectores y sobre el crecimiento/desarrollo del bebé, creemos que la ventaja de la leche materna es principamente afectiva.
No necesitas prepararte. Antes de nuestro primer hijo, nos preocupaba cómo prepararnos para la lactancia. Ahora sabemos que durante el embarazo la prolactina promueve cambios en el pecho y crecen las glándulas mamarias para producir leche. Aprendimos a confiar y dejar que la naturaleza haga su trabajo.¡La leche sabe! La leche materna y los bebés se comprenden muy bien: a mayor frecuencia de lactancia, mayor producción de leche. Y conforme crecen nuestros bebés, la leche se adapta a sus necesidades: calostro (1°-5° día), leche de transición (6°-15° día) y leche madura (desde el 15° día). A veces, el calostro aparece antes del parto.No existe horario. A pesar de la falta de descanso de Mamá, nuestros dos bebés recibieron pecho cada vez que pedían y durante el tiempo que deseaban (¡papá se sacó la lotería con mamá!). Nuestro aprendizaje fue: "Haz lo mejor que puedas y siempre busca apoyo emocional en las personas de tu entorno".Compra leche de fórmula. Suena contradictorio, ¿no? Especialmente con nuestro primer bebé, Mamá se sintió más aliviada sabiendo que "si no producía suficiente leche", teníamos la fórmula a la mano (pusimos el frasquito frente a nuestra cama). Funcionó muy bien para reducir el nivel de estrés y ¡casi no usamos la fórmula!Todas las madres pueden amamantar. Nuestros dos hijos recibieron leche materna desde los primeros minutos de nacido. Para nada significa que fué facil o que la tetita viene con un pequeño botón dispensador. Producir poca leche o que el bebé no "agarre bien" genera mucho estrés en la mamá. Sólo con paciencia, palabras de aliento y toneladas de comprensión, te aseguramos que derribarás el mito "sólo algunas madres pueden dar de lactar".La lactancia es de a tres. Es difícil admitirlo, pero Papá confiesa que se sintió relegado con la llegada del bebé y a veces, porque la abuela u otro familiar "le robaba su sitio" al costado de su esposa. Siempre que podamos, involucremos al esposo en la lactancia; es la persona ideal para dar soporte emocional, reconocer el enorme esfuerzo de su esposa y apoyar todas o casi todas las decisiones de la feliz, pero contrariada mamá.Mamiga, se vienen muchos cambios en tu vida. Sólo tú has llevado ese hermoso ser dentro de ti. Sólo tú eres la persona mejor entrenada para la lactancia de tu propio bebé. No lo olvides nunca.