- Que tenga sentido del ridículo: Todo protagonista debe tener un mínimo de sentido del ridículo. Esto es esencial, no puede ser que me vayan con ropa de otra época, con unos pelos de colorines o con unas tetas con campo gravitatorio propio. Aunque bueno, esto último siempre es perdonable.
- Que sea obediente: Aunque no lo parezca es importante que el protagonista de un videojuego te haga caso, y si le mandas que mate a alguien que no te dejan matar, que abra una puerta que no se pueda abrir o que vaya a un sitio que no existe, lo haga. Pocos juegos cumplen con este apartado, y mira que lo de las puertas tiene fácil solución, con poner un protagonista cerrajero sobraría.
- Que tenga su sexualidad definida: Yo no tengo nada contra los protagonistas homosexuales, pero lo que no puedes hacer es quedarte a medio camino (o a medio pasillo, por ir concretando un poco). No sé para vosotros, pero para mi es muy importante saber si el protagonista tiene tetas, pilila, o las dos cosas, más que nada porque las noches son muy largas y luego fastidia descubrir que te has equivocado. Ahí es donde ya no solo dudarás de la sexualidad del protagonista.
- Que tenga nombre: Esto es especialmente primordial. No hay nada peor en un videojuego que tener que inventarte el nombre del protagonista. Yo particularmente he pasado un calvario con este tema. Primero optaba por usar nombres actuales, pero pronto me di cuenta de que un druida llamado Jonhatan no pegaba demasiado. Luego opté por buscar en google nombres típicos de cada tipo de protagonista, pero a veces encontrar nombres tradicionales de razas que jamás han existido es complicado. Así que finalmente he tenido que optar por llamarlos a todos Max Power, salvo que sean demasiados caracteres y no quepa, en ese caso abandono el juego.
- Que tenga editor: Esto es curioso, porque los personajes que se pueden crear con la mayoría de editores son muy genéricos, cuando debería ser justo lo contrario. Pero bueno, siempre es bueno que tenga para asegurarte de que todas estas características se cumplan. Un buen ejemplo de editor sería el del Mass Effect, aunque a éste le deberían haber incluido también un editor de finales.
- Que tenga poderes: Yo nunca los uso, pero si no los tiene probablemente jamás me compre el juego.
- Que sepa hablar: Llamadme raro, pero a mi me sabe mal dejar a todos los personajes del juego con la palabra en la boca.
- Que sepa saltar: Pero no de forma automática, que le tengas que dar tú al botón. Da igual que en el juego no sea necesario para nada, lo importante es que puedas ir recorriendo las largas distancias dando saltos creyendo, equivocadamente por supuesto, que así vas más rápido.
- Que tenga regeneración de salud: Esto más que nada es por joder. Todo protagonista tiene que tener algo que te de rabia o asco, y no se me ocurre nada que genere más repulsión que la regeneración de salud. Bueno sí, un DLC que la implemente.
- Que no haya perdido la memoria: En el 90% de los juegos que tienen historia y duran más de 40 horas el protagonista ha perdido la memoria. Las primeras 150 veces gusta, pero después ya cansa.