Nunca pensé que fuera tan complicado encontrar ideas para la habitación de una adolescente. Después de horas (literalmente horas) buscándolas, casi he llegado a envidiar a las madres con hijos. ¿Será eso de que … la hierba es siempre más verde del otro lado?. Y sí, verde lo es, y azul, y rojo, y amarillo … nada de destellos fresa chicle de Princesa Disney.
El problema es que la mayoría de los dormitorios para chicas, o son módulos-todo-coordinados-y-algo-aburridos o son americano-friendly (ya sabes, con ese empalagoso rosa que cubre hasta los radiadores, por no hablar de los edredones con triple capa de plumón y 25 cojines encima, los cuales acabarán en cualquier sitio menos encima de la cama ). Si fuera por mi hija, su cuarto sería el de las mil y una noches. ¿Qué tendrán los cortinajes, los mapamundis, los miles de cojines, y sobre todo, las lucecitas que las vuelven locas?
Es verdad que es mi hija quien va a vivir en la habitación, pero da la coincidencia de que el continente donde se aloja dicha habitación es de la madre, así que se impone llegar a pactos. Plena actualidad. Menos mal que nosotras sí empezamos las negociaciones con un acuerdo de mínimos que a ambas nos hace felices: nada de colores estridentes en las paredes, más bien colores neutros, grises, empolvados. Ya pondremos algún color en los complementos. O no…
Por mi parte, creo que la estrategia será hacer concesiones en algunos elementos como:
- lucecitas (una guirnalda quedará bien, pero tendrá que ser en colores claros, nada de disco de los 80. Posiblemente, dé un sí a las letras con lucecitas que tanto están en boga -me chiflan- aunque mejor me haré de rogar un poco)
- fotografías (claro, pero concentradas, por ejemplo en una columna. No quiero que las paredes parezcan un álbum de sellos)
- cojines (también, pero con la condición de que no todos sean de autoayuda – madremía! qué pronto empezamos con esto-, mejor si también añadimos alguno geométrico, de esos de Ferm Living tan nórdicos)
- cama grande (que sea king size -esta es mi mayor concesión americana- pero a cambio no pondremos el tul de princesa, que para eso hemos crecido)
- espejo (hecho! así mi espejo será solo mío)
- muebles divertidos (buscaremos muebles variopintos, eclécticos, imaginativos, que encajen con un aire industrial o nórdico pero con algún puntito infantil, para que cuando entre en su habitación, siga pensando que mi niñita no ha crecido del todo)
Así que aquí van mis propuestas y veremos si tienen aceptación por la parte que más votos tiene en todo esto.
Como almacenaje …
Como mesa de estudio …
Como mesillas…
Como muebles básicos…
Como detalles…
- Funda de unicornio para tu móvil, que puedes hacer con fieltro tu misma o si no eres manitas, comprarlo en Etsy.
- Letras vintage con lucecitas para crear los mensajes más molones y románticos
- Las sillas, mejor que sean clásicos como el Swan de Arne Jacobsen o la Molded Plastic Armchair de los Eames
- Escribe tus sueños en papelitos de colores y ponlos en un bote. Podrás ver cómo aumentan cada día.
- Poufs suaves y econfriendly que puedes adquirir en la tienda holandesa Zilalila
- Perrito Puppy de Eero Aarnio editado por Magis. Vela perfumada Dyptique Mimosa
- Sillón Hubble, también de Eero Aarnio, así estudiar será coser y columpiar. Cesta como papelera, en HM
- Cojines con buenos mensajes, de esos que hay que seguir al pie de la letra
- Letras metálicas industriales para decir las cosas más bonitas
- Lámpara AJ de Arne Jacobsen antigua. Lámina que puedes adquirir en MinniHavas