10 consejos generales para viajar con niños

Por Magiaenelcamino @magiaenelcamino

¿Vas a viajar en familia? ¿Querés que el viaje con niños sea realmente placentero? ¿Querés disfrutar de tus vacaciones?

Seguramente estas ideas y consejos basadas en nuestra experiencia de estos tres años de viajes con Tahiel puedan ayudarte. Todo lo que publicamos son cosas que aprendimos o nos pasaron a nosotros, claro que cada familia es distinta y, por supuesto, cada niños es diferente, por eso, tomate estos consejos como una guía. No hay nada mejor que hacer tu propia experiencia. ¡Buen viaje!

1. ES OTRO VIAJE, MEJOR CAMBIÁ EL CHIP 

Si bien viajar en familia tiene muchas cosas positivas (y más), al principio no es fácil. Como todo cambio, cuesta un poco. Sobre todo si hace muchos años que estamos acostumbrados a viajar en pareja, solos o con amigos. Y no es fácil porque, básicamente, es otro tipo de viaje, totalmente diferente, ni mejor ni peor.

Así como la llegada de un hijo te cambia la vida de una manera que solo es entendible cuando tenes un hijo (todo lo que te digan antes se queda corto a cuando lo vivís), lo mismo pasa en los viajes.
Y una de las cosas que más cambia es que ya no podes disponer de esa libertad viajera a la que estabas acostumbrado.
¿Qué entendemos por “perder o postergar” la libertad viajera? Algo similar a lo que dejamos de hacer en nuestra vida, pero en los viajes. Ya no vamos a poder decidir

  • qué hacemos a cada rato del día,
  • disfrutar una cerveza al atardecer (en el momento exacto),
  • ya no vamos a comer cuando queremos,
  • o caminar las horas que queremos,
  • o sacar las fotos que queremos en el momento adecuado,
  • ya no vamos a poder sentarnos a escribir en el barcito que nos gustó cuando tengamos ganas,
  • entrar a todas las librerías o comercios que nos gusten,
  • ni mirar una maratón de capítulos de una serie, entre otras cosas.

Pero claro que llegan otras cosas. Es una etapa diferente y un nuevo tipo de viaje.

Y para que ese cambio en los viajes no nos afecte tanto como el cambio en la vida hay que cambiar el chip. Cambiar el chip es ASIMILAR que ya no es el viaje al que estamos acostumbrados y DISFRUTARLO. Hay muchos cambios en los viajes y esos cambios se producen en dos niveles. Uno más práctico, sobre lo que podrán encontrar un montón de consejos en la web sobre el equipaje, los traslados, la comida, los juegos, etcétera. Nosotros, sin ir más lejos, escribimos cuatro guías sobre eso.
El otro cambio es más personal, individual. Y para esto no hay respuestas ni recetas mágicas en la web. Está en cada uno asimilar la nueva realidad y disfrutarla. A mí me costó mucho al principio y por eso escribí 10 cosas que nadie me dijo de viajar con bebés o niños pequeños. Pero por suerte en los últimos viajes disfruté muchísimo mi nueva realidad viajera.

Atardecer en Plaza Navona, Roma. Temperatura ideal. Cielo rojizo. Los bares y cafés llenos de gente disfrutando de una cerveza o una pizza. Nosotros corriendo a Tahiel con un globo naranja que le habían regalado cuando se metió en un local de zapatillas a conversar con el vendedor. En los primeros viajes me angustiaba un poco no poder estar ahí, sentada, disfrutando de ese momento. En el último viaje a Italia entendí que puedo disfrutar de otras cosas. Verlo a Tahiel matarse de risa mientras perseguía ese globo naranja y cruzar miradas cómplices con Dino valían ese cambio.

Una de las cosas que me/nos ayudo a cambiar el chip fue leer (e interpretar) esta frase:

2. TUS NECESIDADES NO SON LAS DE ELLOS

Una frase que puede parecer muy obvia, pero no lo es tanto. Entenderla puede bajar el grado de conflicto a niveles insospechados.

Situación 1. Purmamarca, Jujuy.

Entramos a una galería de artesanías y Tahiel ve a dos nenas jugando con unas tazas de té. Se acercó despacio y les preguntó si podía jugar con ellas. Le dijeron que sí y se pasaron unos cuantos minutos preparando tés y ofreciendo la bebida a todos los que pasaban por ahí. Corrían de acá para allá, como es normal para su edad, y la gente preguntaba quién era “ese petardo rubio”.

Situación 2. Roma, Italia.

Estamos caminando por una calle muy tranquila. Casi no pasan autos y acabábamos de tomarnos un capuchino en un café algo escondido, pero muy tradicional de Italia. Tahiel caminaba solo con un autito en la mano. De repente vió una rampa y frenó. Subió unos escalones y tiró el auto por la rampa. No lo hizo una vez, lo hizo diez veces.

El los primeros viajes con Tahiel estas situaciones me ponían mal. Sentía que estaba perdiendo el tiempo, que yo quería hacer otra cosa, quería llegar más rápido a tal lugar y no podía creer que Tahiel quisiera jugar con una rampa o con las piedras de la vereda. Pero cuando entendí que mis necesidades (las de llegar a un lugar, por ejemplo) no eran las de él (las de jugar), pude reírme de las situaciones y disfrutar de otras cosas.

Él no eligió estar de viaje. Él elige jugar con sus amiguitos. Nos pasó en los viajes de 2016 (que ya era más grande), que en algunos momentos donde pasaban varias horas en las que no estaba haciendo nada “de nene”, nos decía: “quiero jugar con Milo” o “quiero ver a Juanita” o “quiero ir a casa”. Porque todavía no son conscientes del deseo de viajar (aunque cada vez repite más que quiere tomarse un avión). Por eso, al entender esto vamos a ver que uno de los mayores cambios en el viaje con chicos es el cambio del ritmo y se relaciona con …

3. RESPETAR SUS TIEMPOS

Es fundamental respetar sus tiempos de comida, de siesta (cuando la duerman), pero sobre todo, de JUEGO (o tiempo de esparcimiento cuando son más grandes). Al respetar sus tiempos inevitablemente cambiará el ritmo de viaje. Aprenderemos (o volveremos) a viajar más lento. Lo que se hacía en dos días se hará en cuatro, lo que se recorría en tres horas será en seis.
Todos los días debemos dedicarle un tiempo a los juegos. Cuando son pequeños, una muy buena idea es alojarse cerca de un parque o plaza. Esto es una buena idea también para los que viajan y trabajan en el camino, porque mientras uno se va con los chicos al parque, el otro puede quedarse trabajando y después sumarse. Al viajar con chicos pequeños conoceremos todos los parques y plazas de los lugares que visitemos. Y sino hay tendremos que ir a otro lugar que los reemplace. En las grandes ciudades suele haber muchos centros culturales y actividades para chicos en museos u otro tipo de espacios.

Y si son más grandes, debemos hacer algo durante el día que ellos tengan ganas de hacer. Y esto se relaciona con el cuarto consejo:

4. HACELOS PARTÍCIPES/NEGOCIÁ

Estamos viajando en familia y es fundamental que todos disfrutemos. Cuando los niños son más grandes ya pueden expresar sus preferencias y gustos. Por eso, es bueno hacerlos partícipes de la previa del viaje. Preguntarles dónde les gustaría ir de vacaciones dentro de las posibilidades que tenga la familia y qué les gustaría hacer. Si coinciden con los gustos de los padres no habrá mayores problemas, pero sino, es bueno negociar. Si un día hacemos un tipo de actividad o visitamos un tipo de lugar que le gusta a los papás, al otro día hacemos algo que le guste más a los chicos. Igualmente, esto no quita que todos puedan disfrutar de cualquier tipo de visita o actividad. Será cuestión de ser creativos y ayudarlos a que se interesen por todo.
Como padres conocemos a nuestros hijos, pero puede ser que a medida que van creciendo haya aptitudes o preferencias que ellos no siempre manifiestan, por eso, el ambiente de las vacaciones es ideal para conocerlas y fomentarlas.

Si bien Tahiel es chico, nosotros antes de viajar le mostramos el atlas y le leemos el libro del aeropuerto. Con eso le contamos algo del lugar donde vamos y algunas de las cosas que haremos. Con los años, nuestra idea es hacerlo cada vez más partícipe de los preparativos, comprarle libros sobre los destinos o ver películas juntos antes de viajar a esos lugares.

 Si algo de esto nos incomoda también es bueno saber que.. todo pasa.

5. ADAPTARSE A LAS EDADES

No es lo mismo viajar con un bebé chiquito, que usa el fular, que duerme cuatro o cinco siestas por día, que con un bebé de un año y medio que camina y corre, o  con uno de dos y medio o tres que ya te dice lo que quiere o lo que no quiere y no usa más el cochecito (ni duerme la siesta). No es lo mismo viajar con uno de siete u ocho que ya te dice que todo le aburre o con un adolescente que no quiere dejar el celular de lado o prefiere irse a la playa con un amigo. No es lo mismo viajar con un niño que es tranquilo, que se queda varios minutos sentado a la mesa de un restaurante o que puede viajar en bus sin volverse (o volverte) loco, que con un niño de personalidad mucho más inquieta.

No son las mismas preocupaciones cuando viajas con un bebé, donde te vas a preocupar más por la logística de la comida y los pañales, que cuando viajas con uno más grande que te vas a preocupar más por llevarle juegos y actividades para entretenerlo.
Por eso, como padres, el mejor consejo es adaptarnos a cada edad y saber que todo pasa. Si nos volvíamos locos con el tema de prepararle la mamadera en cualquier parte, después va a comer cualquier cosa igual que nosotros (como muestra la foto). Con el tiempo, tienen más independencia y participan cada vez más del viaje. Opinan, escuchan, proponen. Y es bueno escucharlos.

Adaptarse también es aceptar que los planes cambian. Si cambian sin hijos, con chicos más.

6. SON VACACIONES, LOS PLANES CAMBIAN

Si algo sale mal, si perdemos un bus o una conexión, si en vez de estar tres días en una ciudad estamos dos, si alguno se enfermó, si el departamento que alquilamos no era como lo vimos en la web… no vale la pena ponerse mal. Aceptemos que las cosas pueden cambiar (o pueden salir de otra manera que la prevista) y no nos olvidemos que estamos disfrutando de un tiempo en familia. Seamos abiertos, flexibles y tratemos de solucionar los problemas sin perder la paciencia. Estamos de vacaciones en familia y nada debería empañar ese momento. Además, de la manera en que reaccionemos nosotros será el ejemplo que le estaremos dando a los chicos.

7. SEAMOS CREATIVOS/AS Y PRÁCTICOS/AS

Este consejo es para la vida en los viajes y fuera de ellos. Para que la maternidad y la paternidad sea una de las etapas más lindas de nuestras vidas tenemos que ser, entre otras muchas otras, creativos y prácticos. Conozcamos a nuestros hijos y pensemos el viaje teniendo en cuenta eso.

Tratemos de acostumbrarlos a las cosas simples, a disfrutar de los momentos. No nos hagamos mucho problema por lo que llevamos o no de equipaje, ya que todo se puede adquirir en el destino. Todo lo relacionado con la logística se termina solucionando (dónde dormir, dónde comer, cómo viajar de un lugar a otro, etcétera).
Llevemos juegos y propuestas para hacer en los lugares que visitamos. Si vamos de campamento, hagamos juegos nocturnos, exploremos el terreno en busca de observar bichos y plantas diferentes a las que conocemos. Si estamos en una ciudad, hagamos una búsqueda del tesoro, contémosles la historia, preguntémosles qué piensan, qué sienten.
En este enlace les proponemos algunos juegos viajeros.
En este otro les damos algunos consejos prácticos, según edades.

8. Divertite, aprendé de ellos y aprovecha tus momentos

Los viajes en familia son buenos momentos para sentirnos niños y divertirnos jugando. No sé por qué cuando uno crece va dejando de lado el juego. Jugar es una de las mejores actividades que podemos hacer para activar un montón de emociones y músculos. Aprovechemos que estamos con nuestros hijos y juguemos.
Pero también aprovechemos los momentos que nos dejan “libres”. Como esos momentos de siesta que hacen cuando son más pequeños.

9. HACÉ OÍDOS SORDOS

Si es común que las personas hablen y opinen de qué haces todos los días como mamá o papá, seguramente no se quedarán calladas sobre lo que haces en los viajes. Siempre alguien criticará lo que estás haciendo. La realidad es que cada uno viaja como quiere y como puede. Lo hace cuando no tiene hijos y lo hace también cuando los tiene. Algunos padres son más “miedosos” de ciertas cosas o ciertos destinos y otros son más “mandados”. Algunos prefieren viajar menos, pero más cómodos con los peques y a otros eso no les importa. Y así podría seguir con los ejemplos. Vos viajá como más cómoda/o te sientas.

Así como se aprende a ser mamá y papá se aprende a viajar con chicos. No hay fórmulas mágicas y así como cada chico es diferente cada viaje también lo es.
Y así como en la vida fuera de los viajes ellos nos enseñan cosas, lo mismo pasa en los viajes. De a poco te vas dando cuenta qué se puede hacer y qué no, qué les gusta más y qué menos, y vas logrando un equilibro entre tus deseos y los de ellos.

10. REGISTRÁ TODO Y HACÉ CON ELLOS UN DIARIOS DE VIAJES

Para mí es muy importante y lindo que Tahiel tenga recuerdos de su infancia cuando sea grande, por eso me gusta registrar sus reacciones, sus avances, sus actividades, sus gustos. Yo le preparo diarios de vida/viaje todos los años, pero si eso es mucho trabajo, les recomendamos hacer un diario solo del viaje.
Guarden los tickets, impriman las mejores fotos, escriban anécdotas y sentimientos, peguen papeles… todo vale para tener un hermoso recuerdo de ese viaje tan soñado. Cuando son más chicos lo harán ustedes, pero de más grandes es una muy linda actividad para hacer juntos.
En este link les compartimos algunas ideas para preparar un diario de viaje y en el recuadro al final del post hay un link con los que nosotros vendemos, por si les interesa.

¡Disfruten mucho y buen viaje!

¿Te gustó el post? Te invitamos a compartirlo y a sumarte con un Me Gusta en la página de facebook de Magia en el Camino. También te esperamos en twitter acá y en Instagram acá. Gracias!

¿Ya conocés nuestro libro de viajes? Se llama “Magia es Viajar” y cuenta nuestras vivencias por Asia, África, América y Europa.
Es una producción independiente y con tu compra nos ayudás a seguir con todo lo que implica Magia en el Camino. Para sumarte hacé click aquí.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR….

¿Por qué viajar con niños?

Diarios de Viaje personalizados y artesanales para tener un recuerdo inolvidable de tu visita a la Ciudad.

Juegos Viajeros. Ideas para jugar con los chicos durante los viajes. 

Guía para viajar con bebés y niños pequeños I: DOCUMENTACIÓN y TRANSPORTE.

Guía para viajar con bebés y niños pequeños II: ALIMENTACIÓN y ALOJAMIENTO.

Guía para viajar con bebés y niños pequeños III: SALUD, HIGIENE, ENTRETENIMIENTO

Guía para viajar con bebés y niños  IV: EQUIPAJE.

ñ