- Limpia tus oídos con mucho cuidado. Limpia el oído externo con una toallita o tejido. No pongas nada en tu oído. No uses palillos. Estos objetos pueden dañar el canal auditivo o el tímpano.
- Seca bien tus oídos después de la exposición a la humedad del nadar o bañarse. Seca solo tu oído externo, limpiándolo lentamente y suavemente con una toalla o paño suave. Inclina la cabeza hacia un lado para ayudar a drenar el agua del canal auditivo.
- Si has perforado las orejas, limpia sus aretes y lóbulos regularmente con alcohol isopropílico.
- Earwax,cerumen,cera es el mecanismo del oído para la autolimpieza. Si tienes acumulación de cera que está bloqueando tu audición, consulta a tu médico para eliminarla.
- Reduce el riesgo de infecciones del oído mediante el tratamiento de las vías respiratorias superiores (orejas, nariz, garganta) infecciones de inmediato.
- Toma descansos cuando escuches música a través de auriculares.
- Siempre usa protección auditiva durante la exposición a niveles altos de ruido. Esto incluye cortar el césped, soplar hojas o usar herramientas eléctricas. Por ley, un ambiente de trabajo ruidoso requiere el uso de protección auditiva.
8. Revisa tus oídos regularmente en el médico. Haz que un audiólogo revise tu audición y pregunta si tu audición es normal o si estás expuesto a ruidos fuertes. Consulta a un otorrinolaringólogo según sea necesario.
- Cuando estés afuera en un clima soleado, recuerda usar un protector solar en las partes externas de tus oídos.
- Cuando hace frío afuera, asegúrese de usar un sombrero, diadema o orejeras que cubren las orejas para evitar la congelación.
Pide una cita para ver a tu médico si experimentas cualquiera de los siguientes síntomas:
- Drenaje del oído.
- Picazón o dolor en los oídos.
- Pérdida repentina de la audición o ruido constante en los oídos o la cabeza.
- Audición inusual, problemas de equilibrio o zumbidos en los oídos.
- Si notas protuberancias inusuales o áreas escamosas en el oído externo.