Hay una frase que me llamó la atención en el libro de Javier Fernández Aguado, autor de Las claves del éxito para Emprendedores: " Se asegura que el mejor número de personas para trabajar es una cifra impar inferior a dos . Tiene razón, aunque son varios los motivos por los cuales tenemos la necesidad de un socio en el camino del emprendimiento.
El primer motivo por el que una persona busca un socio para emprender es el económico, ya que preferimos buscar una ampliación de fondos propios antes que buscar financiación por parte de un banco, los cuales hoy día no están por la labor de financiar nuestros proyectos.
Aunque si somos conscientes de lo que realmente deberíamos buscar en un socio sería la doble visión de negocio y la doble especialización. Un socio debe complementar nuestros conocimientos y suplir algunas de nuestras carencias.
Factores a tener en cuenta en la elección de un socio.
1. Nunca busques un socio únicamente para que ponga el dinero y pase cada mes a recoger los beneficios. Para hacer eso, no busques un socio, busca un inversor, ya que de esa forma tienes algo mucho peor que un banco al querer obtener beneficios sin interesarse por los problemas del negocio.
2. Estudia profundamente si tu socio ha tenido problemas fiscales o está en la lista del ASNEF o del RAI, ya que de ser así, únicamente estás ensuciando la imagen de tu empresa convirtiéndola en una empresa de poco fiar cada vez que aparezca el nombre de tu socio.
3. No está bien inmiscuirse en la vida personal de una persona, pero a la hora de elegir a tu socio deberás conocerlo mejor que su propia mujer. Si dejas entrar en tu empresa a una persona con problemas de alcohol o algún tipo de ludopatía, estás poniendo en riesgo todo tu proyecto.
4. A la hora de elegir un socio, intenta que sus conocimientos sean diferentes a los tuyos, aportando otro tipo de valor. Por ejemplo, si tu eres experto en fabricación, busca un socio experto en ventas. Si los dos tenéis la misma especialidad, al final tendréis una carencia que únicamente se cubre con otra contratación o un tercer socio.
5. La química es fundamental para los negocios al igual que en el matrimonio. Tu socio será una persona con la que pasarás gran parte del día, por lo que asegúrate que existe buena química, si no, la relación acabará en un divorcio empresarial.
6. Las personas con ambición son excelentes para los negocios, pero las personas con aires de grandeza terminan siendo un problema en el momento que el negocio comienza a dar altos beneficios.
7. No tengas miedo a poner todo lo que debas poner por escrito. Más vale dejar las cosas claras al principio. De esta forma, tu socio puede decidir si entra o no entra en tus condiciones, no habiendo futuros problemas después.
8. Llévate a tu socio a cenar a casa con tu mujer y a ser posible con su mujer. Te sorprendería saber cuántas cosas pueden salir a la luz en una cena corriente. De paso, tu mujer utilizará su intuición femenina para que pueda darte su opinión también, la cual, aún no siendo una opinión concluyente, al menos la debes oir y analizar.
9. Siempre intenta conservar el 51% de la compañía. Si la idea es tuya y tú has dado los primeros pasos, nunca regales aquello por lo que comenzaste a pelear.
10. A ser posible, intenta ampliar tu círculo de amistades y proponérselo a personas que ya sabes cómo actúan y cómo son. Siempre tomarás decisiones más claras y seguras que dejando entrar a un desconocido por la impresión que te ha causado en varias citas.
Recuerda: Si con personas honestas y sensatas es casi seguro que tendrás tus diferencias en el futuro, imagínate si dejas entrar en tu negocio a una persona con la que desde el principio careces de compatibilidad y química.