- Renuncia al diseño.
- No pienses que el blog es un escaparate. Nadie está conectado con nadie; en la red virtual todo es azaroso. Puede que escribas durante cinco años todas las semanas y sólo te lean aquellos que te conocen.
- No es necesario ser guay ni correcto, ni fomentar el buen rollo; opta siempre por una única escritura: la misma que dicta tu cabeza cuando hablas.
- En el blog cabe todo, desconfía de los géneros. Los géneros son la ortopedia de la literatura (Umbral).
- Jamás describas tu blog, jamás trates de explicarlo.
- Intenta escribir siempre un post definitivo, algo realmente emocionante.
- Olvídate del punto 3. Nadie habla como piensa. Escribe como si pensaras en voz alta. A nadie le interesa lo que puedas decir, interesa, sin embargo, lo que no se ve, la erótica del subconsciente.
- El diseño es el maquillaje de la escritura, recuerda el punto 1.
- No admitas consejos.
- No te fíes de un tipo que sólo da 10 consejos.