1. El regalo debe ser, antes que nada, divertido. Los Reyes deben comprender que los niños viven las fiestas navideñas con mucha ilusión. Nada más traumático para un pequeñín que abrir el preciado paquete y encontrarse con una pijama de lana o un mochila para el cole. Así que ni ropa, ni útiles escolares, ni muebles para la habitación. Al menos, claro, que estén incluidos en la carta.
2. Antes de elegir el regalo es necesario conocer bien al destinatario. ¿Qué es lo que más le gusta? ¿Hay algo que le haga particular ilusión? Una buena técnica es cerrar los ojos e imaginar la cara que pondrán cuando vean el regalo.
3. En medio de la crisis es natural que no se asigne un gran presupuesto a los regalos, pero eso no debe repercutir -de ninguna manera- en la calidad de los juguetes. Es primordial los regalos de los niños cumplan con la normativa de calidad europea.
4. Elegir el regalo de acuerdo a la edad del niño. Muchas veces los Reyes se emocionan tanto que, inconscientemente, buscan juguetes que les gusten a ellos sin pensar en el menor: grave error. El obsequio debe adaptarse no solo a los gustos del pequeño, sino también a su madurez porque si no se pierde pronto el interés.
5. Precio no es igual a aprecio. El amor hacia los niños no se demuestra comprando el regalo más caro. Aunque son los Reyes quienes deciden el precio del juguete, es importante que no se dejen llevar por las campañas publicitarias.
6. Cumplir a pie juntillas los caprichos de los nenos no es la mejor decisión. Los padres deben orientar a sus hijos respecto a las peticiones que hacen en sus cartas y hacerles entender que no pueden tener todo lo que quieren.
7. Los niños menores de un año disfrutan más de los móviles y aquellos objetos que estimulan su curiosidad y sus sentidos a través de colores alegres y sonidos divertidos.
8. Entre los dos y los cuatro años la imaginación y la creatividad son fundamentales. Los disfraces y los juegos de rol son una buena opción puesto que disfrutan imitando a los adultos. También en este rango de edad prevalece el gusto por juguetes sobre ruedas como triciclos y corre pasillos.
9. A partir de los cinco años es más fácil escoger un juguete puesto que el pequeño ya sabe lo que quiere y tiene la capacidad para decirlo. Si el niño se inclina por la tecnología y quiere una consola, por ejemplo, es importante elegir juegos que estimulen la movilidad o acompañar el juguete con otro que pueda disfrutar lejos del sofá. Lo importante es no promover el sedentarismo infantil.
10. Acompaña el regalo con una misiva. Al menos a mí me hacía mucha ilusión encontrar una carta junto a mis juguetes. Es una buena forma de felicitar a los niños buenos y reprender ligeramente a los que se han portado mal.
¡Buena suerte y felices fiestas!