Revista Diario

10 cosas que nadie te ha dicho sobre tener una hija

Por Zulema @MamaEsBloguera

Nadie nos enseña como ser padres por mucho que nos empeñemos en leer blogs como este 🙂 , es algo se aprende sólo cuando llega el momento de serlo.

De aquí nace esta columna del bloguero norteamericano Bret Spears, donde expone las 10 cosas que nadie le dijo sobre tener una hija. A nosotros nos ha gustado mucho la versión en inglés de su post y por eso hemos creado una versión en castellano sintetizando todo su artículo. Esperamos que os guste.

10 cosas que nadie te ha dicho sobre tener una hija

1. Nunca nadie me dijo qué tan pronto podría fijarse en los chicos.
Como muchos de nosotros, yo compré la teoría social antropológica que considera a los chicos como los agresores románticos y a las chicas, como mucho, generosamente tolerantes al ser perseguidas. Esta idea que yo tenía giró radicalmente una noche en el gimnasio, cuando mi hija Mary Grace me tiró del brazo con fuerza y me dijo: “Papá, ¿ves a ese chico de ahí? ¡Me gusta!”. Mientras tomabamos nuestros batidos en la cafetería del gimnasio, yo no daba crédito a lo que acababa de escuchar. En un momento dado, se acercó hacia nosotros. Su nombre era Harry y era amable, alegre y educado. Él la trató con amabilidad y con gran respeto. El único inconveniente de este primer amor era que el chico tenía 19 años, 1,95 metros de estatura, apariencia de surfista y físico de atleta. Era un trabajador de la cafetería. Y ella tenía 3 años.

2.- Nunca nadie me dijo cuantísimo podría enamorarme aún más de mi esposa.

3. Nunca nadie me dijo que todos mis intentos anteriores para conocer la anatomía femenina se vería seriamente revolucionado por un solo pañal sucio.
El efecto resultante de descubrir la vagina de tu pequeña manchada con caca es asombrosa. He estado limpiando a  mi hija con una toallita de bebé en una mano y una lupa en la otra, para extirpar quirúrgicamente todos los restos.

4. Nunca nadie me dijo que el tener una hija me convertiría de forma radical en una feminista.

5. Nunca nadie me dijo lo que te espera al otro lado de toda esa ternura.
Es muy común que los papás que tienen hijas digan cosas como, “Oh, cree que sabe qué es el amor, pero prepárate! Nunca has sentido nada como esto “. Y, en parte, es cierto. Lo que apenas se comenta es de la inmensa RABIA que provoca la otra cara de la moneda, la parte delicada de la ternura.

6. Nunca nadie me dijo que las canciones de cuna son las más grandes jamás escritas.
No importa qué tan ñoña, empalagosa o artificiosa, cuando tienes una hija, las canciones infantiles ejercen un poder emocional misterioso y violento que resulta irresistible.

En reuniones de amigos yo y algunos de los otros padres realizamos recopilaciones de canciones y terminamos riéndonos un rato…

7. Nunca nadie me dijo la extraordinaria importancia del color rosa.
La Navidad pasada, Mary Grace pidió a Santa por una muñeca. Cuando Noel le preguntó de qué color la quería, sin apenas dudarlo un instante, dijo, ¡”rosa”! La he visto conmovida hasta las lágrimas al escuchar que su plato rosa estaba en el lavavajillas y no está disponible para su uso en la cena.
Podría presentarse en su habitación un unicornio alado de color azul y, sinceramente, creo que sería algo como esto: “Um, gracias a Jesús por mi caballo volador, pero podría haber sido rosa… ”

8.- Nunca nadie me dijo (bueno, tal vez mi esposa me había dicho esto, pero en realidad nunca le creí) que muchas chicas empiezan a pensar en la planificación de su boda desde que son pequeñas.
Personalmente, culpo a Disney. Cada trozo de tela blanca en nuestra casa es presa fácil para un ensayo falso de la boda. Ella actúa muy seriamente. Al principio era lindo porque ella quería casarse conmigo, pero recientemente un contrincante preescolar me ha quitado mi puesto de novio. Ella dice que es porque él es “gracioso y guapo”.

9. Nunca nadie me dijo el enfado irracional que me produciría el saber que mi niña quería casarse con el chico bromista y guapo de su clase en vez de conmigo.

10. Nunca nadie me dijo lo mucho que me gustaría disfrutar de la manicura, las fiestas de niñas, las exploraciones por el armario, los bailes improvisados, las cajas de pasteles y las muñecas.
Algunos lectores sólo se quedarán con lo tierno. Pero los que tienen hijas también se verán identificados con la parte menos tierna y bonita que se describe en este relato.


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