10 cosas que odio de ti

Publicado el 10 septiembre 2013 por Andrea Alanís @andrealanis

Amor, amor, amor, amor ¿qué haríamos sin amor? forma parte de nuestro ADN y a veces ni siquiera necesitamos pretextos para poder hablar de aquello que nos hace vibrar, sonreír, disfrutar y a veces hasta llorar. ¿Pero qué pasa cuando el amor te llega por sorpresa? En ese mal timming en el que guardas a la cursi y sacas la careta de ruda y cuando estás lo suficientemente dolida como para enfrentarte a otra “decepción”.

Te llama, te busca y sales con él. Total lo que quieres es divertirte. Le picas el orgullo diciendo que sales con alguien más y sigues jugando a ese quiero pero no quiero. Él puede que se sienta mmm digamos dolido por tu desgarradora sinceridad y se plantea dos escenarios:

  • Mandarte a volar
  • Conquistarte hasta que caigas

Decide no mandarte a volar y empieza a conquistarte y tú, sigues jugando a no enamorarte. Los expertos podrían decir que tu actitud es una excusa que engloba miedos, fracaso y demás marañas. Pero yo digo que sólo te haces la tonta porque admitámoslo nos gusta ser drama queen y nos encanta decir no cuando queremos decir sí. Y cuando pasan los años y te vas volviendo mayor, es tu escudo para parecer cool, toda una “open mind” aunque en el fondo te mueras por las rosas, la cena romántica y las serenatas de madrugada. De ahí que aceptamos relaciones “abiertas” y hasta aceptamos vivir con el chico sin casarnos y aunque en el fondo te mueras por hacerlo, de dientes para afuera pregonas – Pero en estos tiempos NADIE se casa HELLLOOOOOO! -

Tranquila no contaré nuestro secreto pero tu y yo sabemos que cambiamos a Ken por los muñecos de carne y hueso y siempre siempre siempre que nos gusta un chico fantaseamos con soy la Sra de y te imaginas la combinación de apellidos. Hijo incluido. Pero ante los ojos de ÉL somos rudas y verdaderas drama queen – si me quiere que me busque – si me quiere que me ruegue -.

Con suerte el chico en cuestión saca a relucir su naturaleza cavernícola y se dispone a cazarte. Y cuándo lo hace ¡PUM! terminas odiándolo porque descubres que lo ruda ruda ruda no se te da y por más que quieras seguir jugando pues caes redondita a sus pies.

Emulando a Kat Stratford en 10 cosas que odio de ti (10 things I hate about you | Gil Junger 1999)  aquí eso que odias de él y lo haces, porque te gritan a los cuatro vientos que estás profundamente enamorada.

  1. Odio la manera en que me hablas
  2. Odio cuando te me quedas viendo así nomás
  3. Odio cuando me molestas
  4. Odio que siempre tengas razón
  5. Odio cuando mientes para hacerme sentir bien
  6. Odio que me hagas reír cuando sólo quiero llorar
  7. Odio que sepas lo que quiero sin que te lo diga
  8. Odio que me hagas cosquillas cuando sólo quiero pelear
  9. Odio que conozcas mi lado débil
  10. Odio el no poder odiarte más

Es en este escenario cuando tu careta de ruda se cae y queda al descubierto esa faceta cursi que todaaaaaas tenemos.

Amor, amor, amor. ¿Qué haríamos sin el amor?

Hay una razón por la que dos personas permanecen unidas: Juntos encuentran lo que no puede haber con nadie más.