1. No montaban en camellos.
El camello no se usó regularmente en Egipto hasta el final de la era dinástica. Los egipcios usaban burros como bestias de carga, y los barcos como el medio de transporte más conveniente.
El río Nilo fluía por el centro de su fértil tierra constituyendo una carretera natural (¡y con alcantarilla!). La corriente ayudaba a quienes necesitaban remar de sur a norte, mientras que el viento facilitó la vida de aquellos que deseaban navegar en la dirección opuesta. El río estaba vinculado a asentamientos, canteras y sitios de construcción por canales. Se utilizaron enormes barcazas de madera para transportar granos y pesados bloques de piedra; los barcos ligeros de papiro transportaban a la gente que hacía negocios a diario. Y todos los días, muy por encima del río, creían que el dios del sol Ra navegaba por el cielo en su barco solar.
2. No todos los egipcios eran momificados.
La momia, un cadáver eviscerado, seco y vendado, se ha convertido en un objeto egipcio definitorio por antonomasia. Sin embargo, la momificación era un proceso costoso y que requería mucho tiempo, por lo que era reservado para los miembros más ricos de la sociedad. La gran mayoría de los muertos de Egipto fueron enterrados en fosas simples en el desierto.
Entonces, ¿por qué la élite sintió la necesidad de momificar a sus muertos? Porque creían que era posible volver a vivir después de la muerte, pero solo si el cuerpo conservaba una forma humana reconocible. Irónicamente, esto podría haberse logrado fácilmente enterrando a los muertos en contacto directo con la arena caliente y estéril del desierto, ya que se habría producido una desecación natural. Pero la élite quería ser enterrada en ataúdes dentro de las tumbas, y esto significaba que sus cadáveres, que ya no estaban en contacto directo con la arena, comenzarían a pudrirse. Para obtener un cuerpo reconocible fue necesario elaborar unos requisitos de entierro comunes que condujeron a la ciencia de la momificación artificial.
3. Los vivos compartían comida con los muertos.
La tumba fue diseñada como un hogar eterno para el cuerpo momificado y el espíritu ka que vivía a su lado. Se dispuso una capilla accesible que permitía a las familias, simpatizantes y sacerdotes visitar al difunto y dejar las ofrendas regulares que requería el ka, mientras que una cámara funeraria oculta protegía a la momia de un posible daño.
Alimentos del Antiguo Egipto
Dentro de la capilla de la tumba, se ofrecían alimentos y bebidas regularmente. Tras haber sido consumidos espiritualmente por los ka, eran consumidos físicamente por los vivos. Durante la "fiesta del valle", un festival anual de muerte y renovación, muchas familias pasaban la noche en las tumbas de sus antepasados. Las horas de oscuridad se gastaban bebiendo y festejando a la luz de las antorchas mientras los vivos celebraban su reunión con los muertos.
4. Las mujeres egipcias tenían los mismos derechos que los hombres.
En Egipto, hombres y mujeres de estatus social equivalente eran tratados como iguales a los ojos de la ley. Esto significaba que las mujeres podían poseer, ganar, comprar, vender y heredar propiedades. Podían vivir desprotegidas por tutores y, si eran viudas o divorciadas, podrían criar a sus propios hijos. Asimismo podían presentar demandas ante los tribunales de justicia y también ser demandadas y castigadas. Y se esperaba de ellas que reemplazaran a un marido ausente en asuntos comerciales.
En el antiguo Egipto lo lógico era que todos se casaran, y a los esposos y a las esposas se les asignaban papeles complementarios pero opuestos dentro del matrimonio. La esposa, la "amante de la casa", era responsable de todos los asuntos internos y domésticos. Ella criaba a los niños y dirigía la casa mientras su esposo, la pareja dominante en el matrimonio, desempeñaba el papel externo y el de asalariado.
5. Los escribas rara vez escribían en jeroglíficos
La escritura jeroglífica, que consta de muchos cientos de imágenes complejas, era hermosa de ver, pero su creación requería mucho tiempo. Por lo tanto, estaba reservado para los textos más importantes; los escritos que decoran las paredes de las tumbas y los templos, y los textos que registran los logros reales.
Mientras se dedicaban a sus asuntos cotidianos, los escribas de Egipto usaban habitualmente escritura hierática, una forma simplificada o abreviada de escritura jeroglífica. Hacia el final del período dinástico, usaron la escritura demótica, una versión aún más simplificada de hierático. Los tres estilos se usaron para escribir el idioma egipcio antiguo.
Pocos de los antiguos egipcios habrían podido leer los tres tipos de escritura: se estima que no más del 10 por ciento (y quizá bastantes menos) de la población sabía leer y escribir.
6. El rey de Egipto podía ser una mujer.
Lo ideal era que el rey de Egipto fuera el hijo del rey anterior. Pero esto no siempre era posible, y la ceremonia de coronación tenía el poder de convertir al candidato más improbable en un rey inexpugnable.En al menos tres ocasiones conocidas las mujeres tomaron el trono, gobernando por derecho propio como reinas y usando el título completo del rey. La más exitosa de estas mujeres gobernantes fue Hatshepsut: gobernó Egipto durante más de 20 prósperos años.
En inglés, donde "rey" es específico de género, podríamos clasificar a Sobekneferu, Hatshepsut y Tauseret como reinas reinantes. En egipcio, sin embargo, la frase que traducimos convencionalmente como "reina" literalmente significa "esposa del rey", y es completamente inapropiada para referirse a estas mujeres.
7. Pocos egipcios se casaron con sus hermanas.
Algunos de los reyes de Egipto se casaron con sus hermanas o medias hermanas. Estos matrimonios incestuosos aseguraban que la reina fuera preparada en sus deberes desde el nacimiento, y que permaneciera completamente leal a su esposo y sus hijos. También proporcionaron maridos apropiados para princesas que de otro modo podrían permanecer solteras, al tiempo que restringían el número de posibles reclamantes para el trono. Incluso proporcionaron un vínculo con los dioses, varios de los cuales (como Isis y Osiris) disfrutaron de uniones incestuosas. Sin embargo, los matrimonios entre hermanos nunca fueron obligatorios, y algunas de las reinas más prominentes de Egipto, incluida Nefertiti, de quien estudios recientes plantean que no era egipcia, eran de nacimiento no real.
Los matrimonios incestuosos no eran comunes fuera de la familia real hasta el final de la era dinástica. La terminología restringida de la realeza egipcia ('padre', 'madre', 'hermano', 'hermana', 'hijo' e 'hija' son los únicos términos utilizados), y la tendencia a aplicar estas palabras libremente para que 'hermana' pueda con igual validez describir a una hermana real, una esposa o una amante, ha generado mucha confusión sobre este tema.
8. No todos los faraones construyeron pirámides.
Casi todos los faraones del Reino Antiguo (2686–2125 a. C. aproximadamente) y del Reino Medio (c. 2055–1650 a. C.) construyeron tumbas piramidales en los desiertos del norte de Egipto. Estos famosísimos monumentos vincularon a los reyes con el dios del sol Ra recreando el montículo de la creación que surgió de las aguas del caos primordial al principio de los tiempos.
Pero a comienzos del Reino Nuevo (1550 a. C.) estaban pasados de moda. A partir de entonces los reyes comenzaron a construir dos monumentos funerarios completamente separados. Por un lado sus momias eran enterradas en tumbas ocultas excavadas en la roca en el Valle de los Reyes, en la orilla oeste del Nilo, en la ciudad sureña de Tebas; por otro lado, se construía un templo conmemorativo muy visible, situado en la frontera entre la tierra cultivada (hogar del vivir), y el desierto estéril (hogar de los muertos), que era utilizado como el principal lugar de culto mortuorio real.
Templo de Hashepsut en Deir el-Bahari
Tras el colapso del Reino Nuevo, los reyes posteriores fueron enterrados en tumbas en el norte de Egipto. Algunos de estas tumbas no han sido descubiertas aún.
9. La Gran Pirámide no fue construida por esclavos.
El historiador clásico Herodoto creía que la Gran Pirámide había sido construida por 100.000 esclavos. Su imagen de hombres, mujeres y niños que trabajaban desesperadamente en las condiciones más duras ha demostrado ser muy popular entre los productores de cine modernos y ha calado hondo en nuestra mentalidad actual. Sin embargo, es un gran error.
La evidencia arqueológica indica que la Gran Pirámide fue construida por una fuerza laboral de 5.000 empleados permanentes y asalariados, y hasta 20.000 trabajadores temporales. Estos trabajadores eran hombres libres, convocados bajo el sistema de servicio nacional de corvea para realizar un turno de tres o cuatro meses en el sitio de construcción antes de regresar a casa. Fueron alojados en un campamento temporal cerca de la pirámide, donde recibieron pagos en forma de alimentos, bebidas, atención médica y, para los que murieron en activo, entierros en el cementerio cercano.
10. Cleopatra pudo no haber sido hermosa.
Cleopatra VII, la última reina del antiguo Egipto, se ganó los corazones de Julio César y Marco Antonio, dos de los hombres más importantes de Roma. Por tanto ¿debió ser una belleza excepcional como la literatura o el cine nos la han retratado?
Sus monedas sugieren que probablemente no. Todas las imágenes nos muestran un perfil con una nariz prominente, mentón pronunciado y ojos hundidos. Teniendo en cuenta que las monedas de Cleopatra reflejan las habilidades de sus creadores, es muy posible que la reina no quisiera parecer demasiado femenina en las monedas que representaban su soberanía tanto dentro como fuera de Egipto.
Lamentablemente no tenemos una descripción de un testigo ocular de la reina. Sin embargo el historiador clásico Plutarco, que nunca conoció a Cleopatra, nos dice que su encanto radicaba en su comportamiento y en su hermosa voz.
Monedas de Cleopatra