Ya ha llegado el fresco y cuando el clima no acompaña o simplemente queréis pasar tiempo juntos en familia, realizar ejercicios con niños en casa puede ser una forma fantástica de mantenerse activos y fortalecer el vínculo familiar. No hacen falta aparatos, solo ganas de moverse y disfrutar.
En este artículo te proponemos 10 actividades fáciles, seguras y llenas de energía para que los peques liberen movimiento mientras se divierten.
Crea un pequeño recorrido con cojines, sillas, mantas y cuerdas. Los niños pueden saltar, gatear o rodear los obstáculos cronometrando su tiempo. Además de mejorar su coordinación, ¡les encantará superar sus propios récords!
El yoga para niños ayuda a fomentar la calma, la concentración y la flexibilidad. Puedes usar vídeos o inventar posturas inspiradas en animales: la rana, el gato, el perro o la mariposa. Perfecto para antes de dormir o después de una jornada de juegos intensos.
Divide el salón o pasillo en dos zonas y haced una carrera de relevos con peluches o juguetes. Es ideal para varios niños o para disfrutar en familia. Favorece la agilidad, la cooperación y el espíritu de equipo.
Pon música alegre y deja que los niños inventen sus propios pasos de baile. El baile mejora la coordinación y ayuda a liberar energía acumulada. Además, es una actividad fantástica para combatir el estrés y fomentar la creatividad.
Utiliza una cesta o cubo y unas pelotas pequeñas (pueden ser de calcetines enrollados). Cada acierto puede sumar puntos o premios simbólicos. Es un ejercicio estupendo para trabajar la puntería y la motricidad fina.
Dibuja una línea en el suelo con cinta adhesiva y anima a los peques a caminar sobre ella sin salirse. También pueden hacerlo con los ojos cerrados o llevando un peluche sobre la cabeza. Perfecto para estimular el equilibrio y la concentración.
Conviértelo en un juego: pon un cronómetro y desafíales a recoger todos los juguetes antes de que termine la música. Así transformas una tarea cotidiana en un momento de diversión y orden.
Imita animales o personajes: saltar como una rana, rugir como un león o volar como un pájaro. Este tipo de ejercicios despierta la imaginación y refuerza la expresión corporal.
Infla varios globos y desafíales a mantenerlos en el aire el mayor tiempo posible sin que toquen el suelo. Favorece la coordinación, la atención y la rapidez de reacción.
Finalizad la sesión con unos estiramientos suaves, respirando profundamente y relajando los músculos. Es el cierre perfecto para enseñarles a cuidar su cuerpo después del esfuerzo.
- Refuerza la autoestima y la confianza.
- Mejora la coordinación y la resistencia física.
- Favorece la comunicación familiar y la colaboración.
- Ayuda a regular el sueño y el estado de ánimo.
El movimiento es una de las formas más sanas de aprender y compartir. Dedicar un ratito al día a estas actividades mejora la convivencia y la alegría en casa.
Nos leemos en la próxima ocasión! Hasta pronto y cuidaros!
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