Sabéis que en diversas y múltiples ocasiones he hablado sobre los celos entre hermanos, será porque este es un tema que me preocupa especialmente por ser parte de mi día a día desde hace 3 años prácticamente. Poco a poco van desapareciendo los comportamientos más visibles y preocupantes. Poco a poco con la ayuda de mucha paciencia y sobretodo mano izquierda vamos avanzando y creando nuevos comportamientos más aceptables.
Precisamente por saber lo que nos preocupa esta temática tanto a padres como otros familiares cercanos le dedico tantos artículos, buscando la forma de hacer más llevaderos estos celos que a veces ciegan y distorsionan la conducta normal de nuestros pequeños.
El tiempo y el desarrollo cognitivo de nuestros pequeños ayudará a madurar estos sentimientos y a poder verbalizarlos y gestionarlos mejor. Pero nuestra forma de actuar tendrá un peso determinante en la duración y en la expresión de los celos y sobre todo en la forma de vivirlos por parte de todos los miembros de la familia, en especial del niño que siente celos de su hermano. Por ello creo conveniente destacar esta 10 actitudes o comportamientos que pueden ayudar si tenemos un niño que está viviendo con dolor estos sentimientos tan naturales.
10 actitudes y comportamientos de los padres que pueden ayudar cuando tenemos un niño que siente celos de su hermano:
- Ser más pacientes y tolerantes con él.
- Destacar sus virtudes, ver todo lo positivo que tiene, es y hace.
- Ignorar ciertos comportamientos negativos.
- Rebajar el nivel de exigencia, solo es un niño pequeño.
- No intervenir en todas las pequeñas rencillas, peleas o roces que inevitablemente se producen en la convivencia entre hermanos.
- Reñirle menos, no es necesario estar siempre encima de él, esto provocará más frustración y sumará malestar.
- Abrazarle, demostrarle que seguimos estando a su lado, que le queremos y que no perderá nuestro amor. Somos sus padres, siempre estaremos a su lado y le ayudaremos.
- No hablar de él ni de su comportamiento delante de otras personas, aunque sea un niño y parezca distraído en otras cosas, él o ella entiende todo lo que decimos y se siente mal cuando le "criticamos".
- No compararle con otros niños o con su hermano, aunque pueda parecer inevitable sabemos que las comparaciones son odiosas y producen un dolor añadido que no lleva a nada. Cada persona es como es y a pesar que tengamos mucho por aprender cada uno somos quienes somos con nuestros más y nuestros menos.
- Procurar que cada niño tenga tiempo con mamá y papá a solas, que tengan sus própias cosas, sus gustos y amigos, es decir, que cada cual tenga su própia vida.