10 formas de gobierno que tal vez no conozcas

Publicado el 19 enero 2013 por Vigilis @vigilis
Las formas en que los dioses deciden sobre quién ostenta el poder de los colectivos humanos son tan variadas como los propios humanos. Tanto en los gobiernos como en las organizaciones de cualquier caracter privado, son variadas las formas tanto en el espacio como en el tiempo. Veremos que hay formas electivas y formas no electivas. Las formas no electivas tienen cosas buenas: despejan dudas o debates que, cuando se trata de ostentar el mando, históricamente acababan en cráneos rotos. La forma electiva también tiene algo muy bueno: se puede elegir al que más beneficiará al elector.
Algunas de las que traigo aquí pueden sonar extrañas, por eso procuraré acompañar con ejemplos.
Gerontocracia

Etimológicamente «poder de los ancianos». Se trata de una forma de mando o poder en el que la preferencia recae en los mayores por edad. En el Neolítico, los mayores eran quienes guardaban la memoria del colectivo, a quienes se les suponía más sabiduría. No hay que ir tan lejos para encontrar ejemplos: en los parlamentos españoles, cuando se inaugura una nueva legislatura, se compone una mesa de edad para presidir la cámara. El diputado electo más viejo preside la sesión.
Oclocracia

La Democracia (gobierno del pueblo), según Aristóteles, degenera en Oclocracia, que es el gobierno de la masa. Según Polibio, se trata de la «tiranía de las masas incultas». Cuando una multitud tiene capacidad de gobernar, sus aspiraciones confusas, irracionales, egoístas y contradictorias se resuelven de forma degenerada. El fundamentalismo democrático de Gustavo Bueno podría ser una fase embrionaria de la oclocracia. Un paso previo. No caer en la oclocracia es uno de los grandes retos de los partidarios de la democracia. Las asambleas del 15M podrían ser un ejemplo de organización oclócrata.
Democracia

Es el gobierno del pueblo. El pueblo, no la masa, es quien manda. Tradicionalmente en las polis demócratas griegas, los ciudadanos, por ser ciudadanos, ya eran legisladores. No confundir con la República, un sistema en el que los ciudadanos de pleno derecho eligen a los legisladores para que representen sus asuntos e intereses. Ejemplo actual de democracia lo podemos encontrar en las cooperativas, en las que se supone que todos participan del gobierno común con voz y voto.
Critarquía

Etimológicamente, «poder de los jueces». El primer poder de un jefe es el poder de juzgar, tan solo cuando los jefes no legislan ni gobiernan se puede hablar de Critarquía. Es una forma de organización común en sociedades premodernas. La falta de controles puede degenerar en anarquía y como a río revuelto ganancia de pescadores, no es difícil que esto degenere en Mad Max. Es el sistema que gobierna los deportes o Eurovisión.
Noocracia

O poder de la inteligencia. Sería aquella forma de gobierno en que las decisiones se basarían en el conocimiento, la lógica y la inteligencia de las mentes más preclaras del colectivo. Es un ideal planteado por griegos antiguos. Como determinar qué es lo inteligente es un imposible metafísico, debido a que las aspiraciones, deseos y rencillas particulares son contradictorias con las aspiraciones de los demás, es un gobierno imposible. Incluso en el gobierno de uno solo, un individuo no puede ser noócrata todo el tiempo. Es común que las personas tomemos decisiones que van contra nuestros propios intereses (decisiones no inteligentes). Los sistemas meritocráticos tienden a la Noocracia pero sin tocarla. En la literatura tendríamos como ejemplo a La Cultura de Iain Banks (aunque La Cultura también podría ser una Sinarquía). Todos los superordenadores malvados, en cierto modo serían noócratas.
Criptarquía

Sería el gobierno de lo oculto. Quien gobierna no desvela su naturaleza de gobernante. Este conocimiento está en manos de pocas personas. Los defensores de la Teoría de la Conspiración creen que existe una Criptarquía mundial por la que gente con contactos alienígenas dirige las finanzas y gobiernos de todo el mundo para lograr hacernos a todos esclavos y así tener más poder del poder infinito que ya presuponen a esas élites. Sería la forma de gobernarse de sociedades secretas como la empresa que fabrica Trivial Pursuit o los gnomos de la imprenta de Páginas Amarillas. Bromas aparte, toda forma de organización compleja exige cierto grado de Criptarquía. Es por eso que existen el espionaje industrial y los servicios de inteligencia.
Optocracia

Consiste en que la gente no sólo elige a sus gobernantes, sino también la forma de gobierno. En una misma comunidad convivirían varias formas de gobierno al mismo tiempo. Así, unos serían vasallos de un señor feudal, otros vivirían en un estado socialista y todos sus vecinos se podrían organizar como los yanomami. Lo positivo de este sistema es que la gente comprobaría de forma efectiva qué sistema le conviene. Lo negativo es que ciertas formas de gobierno parasitarían a otras.
Cleptocracia

El gobierno de los ladrones. Al contrario que en la ficción, donde ser ladrón puede ser algo honorable y hay normas que se siguen cuidadosamente (por ejemplo, el Gremio de Ladrones de la saga de los Elder Scroll), en la realidad la Cleptocracia no es deseable. Se trata de un sistema de gobierno no auto-reconocido en el que quien ostenta el poder extrae la riqueza de la mayoría. Todos los escalafones de la administración deben funcionar con sobornos y no existe una redistribución en sentido contrario. Ejemplos de cleptocracia los tenemos en las autocracias del sudeste asiático, en los países africanos y en la Comunidad Valenciana.
Hierocracia

He pensado que en puridad este sería el gobierno de la Antigua Roma (lo de la stabilitas rei publicae y ofrecer a Júpiter Capitolino un par de cerdos, ya sabéis). Todos los actos públicos tenían que ser consagrados, todos los cargos bendecidos por sacerdotes, etc. Hierocracia, gobierno de lo sagrado, es diferente a la Teocracia. Mientras en una Teocracia gobierna Dios o gente con línea directa con Dios, en la Hierocracia el propio gobierno debe ser santificado. Actualmente, mientras los chinos no regalen el Tibet a los lamas, el único gobierno hierócrata sería el de la Santa Sede (no se trata por tanto de una monarquía electiva). La Magocracia (gobierno de los magos) sería una forma degenerada de Hierocracia.
Plutocracia

El poder de la riqueza. Es aquella forma de gobierno en que la riqueza determina la capacidad de poder político. Quien controla la riqueza es quien manda. Cuando empezamos a ser sedentarios, aparecieron las primeras Plutocracias: ya no hacía falta golpear muy fuerte a tu vecino si podías pagar a otro que hiciera el trabajo sucio por ti. Es la forma de gobierno común en los estados socialistas: el Estado es quien controla la riqueza nacional y por tanto la usa para autojustificarse, en su propio beneficio y para la permanencia en el tiempo de su propio sistema. La experiencia ha demostrado que a los estados socialistas no se les gana con bombas, sino arruinándolos, pues ahí reside la base de su poder.
Más vale capitán borracho que barco con democracia
Según las condiciones que nos rodean, preferimos una forma u otra de gobernarnos. Se tiende a pensar que existe un sistema definitivo de gobierno, pero eso no es así. Hay ocasiones en que conviene variar. Por ejemplo cuando hay igualdad entre competidores o cuando se va en un barco. En estas situaciones, la democracia o el republicanismo a los que estamos acostumbrados, no funcionan. El caracter de la organización del colectivo también determina su estructura de mando. Es el caso del estamento militar. Incluso aunque no pensemos en ello, todos hemos vivido bajo el absolutismo como la mejor forma de provisión de servicios en un momento de nuestra vida (infancia, enfermedad...).
Así que si en un momento dado hay que hacer un paréntesis para arreglar un desaguisado (o empeorarlo), no sería extraño a nuestra naturaleza variar lo que actualmente conocemos. Insistamos en que otras formas de gobierno no tienen que asustar a nadie per se, el miedo surge del cambio en sí, no del resultado del cambio.