Publicación original de Jeff Haden en Linkedin
Ganar el público en cuestión de segundos como conferenciante es algo realmente duro de conseguir. Sin embargo, perder su público en los primeros minutos de su conferencia es algo realmente fácil.
Para asegurarte que no pierdas tu público, Jeff Haden ha preguntado a Boris Veldhuijzen van Zanten, conferenciante experimentado y fundado de Twittercounter y The Next web algunas cosas que nunca se deben decir durante las presentaciones.
Te dejamos aquí sus preguntas:
1. “Tengo jet-lag/resaca o estoy cansado”
No sabemos muy bien porqué, pero hemos visto que casi una de cinco presentaciones empiezan con una excusa “Me ha llegado la invitación ayer” o “Estoy muy cansad@ de mi viaje” o cualquier otra excusa que el público no quiere escuchar.
El público solo quiere ver lo mejor del conferenciante. Si te sientes mal y no puedes dar lo mejor de ti mismo, tal vez tendrías que hacer cancelado tu presentación. Toma vitaminas, un café y ¡dalo todo!
2. “¿Me escucháis?”
Esa es la manera en la que muchos conferenciantes empiezan sus presentaciones. Dan unos golpecitos al micrófono 3 veces y gritan “¿Me escucháis todos en el fondo?” y sonríen de manera embarazosa cuando está claro que, sí, todos le escuchan muy bien, pero no han dicho nada.
No es tu responsabilidad verificar que el audio funciona bien. Hay personas responsables de ello (Y en el caso de que no haya, mejor probarlo con antelación)
Si hablas en el micrófono y tienes la sensación de qué no funciona, relájate y ve a buscar el moderador para que te ayude.
Mientras tanto, sonríe y ten confianza.
3. “No os puedo ver porque las luces están muy fuertes”
Sí, cuando estás en el escenario, muchas veces las luces brillan mucho y tendrás dificultades para ver a tu público. Pero no necesitan saberlo.
Mira simplemente en frente, sonríe a menudo, y actúa como si estarías en casa. Siéntete libre de dar unos pasos hacía el público si quieres verlos de más cerca.
¡Y no cubres tus ojos para ver al público! Pide simplemente al técnico de encender las luces si quieres preguntar algo al público o contar el número de manos levantadas. Aún mejor, habla con los técnicos antes del eventos para que sepan cuando les vas a pedir que encienden las luces.
4. “Volveré a hablar de este tema más adelante”
Si tienes la suerte de tener un público con muchas ganas de aprender e interactuar, no deja pasar esta oportunidad y disfrútala. Si alguien es bastante valiente para levantar la mano y preguntar algo, felicítalo e invita el resto de la audiencia a hacer lo mismo.
No pospongas nunca nada.
5. “¿Podrías leer esto?”
La regla general es que el tamaño de la fuente tenga el doble de la edad media de su audiencia. Sí, eso quiere decir que si vas a tener un público de edad media 40 años, tendrás que poner la fuente a 80.
No podrás poner mucho texto en las diapositivas, lo que nos lleva al punto siguiente.
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6. “Dejadme leer esto en voz alta para vosotros”
Nunca, nunca, nunca se tiene que poner mucho texto o la gente se va a pasar el tiempo leyéndolo. Y si por casualidad lo haces, no lo tienes que leer en voz alta.
La mejor forma de perder la atención de su público es añadiendo texto a la diapositiva. Eso es lo que pasa cuando tienes más de 4 palabras en una diapositiva: la gente lo lee. Y ¿qué pasa cuando empiezan a leer? Dejan de escucharte.
Usa solo títulos cortos en las diapositivas y memoriza el texto.
7. “Por favor, apaguen sus teléfonos, portátiles, tabletas”
Hace varios años, podías pedir a tu público que apaguen sus aparatos electrónicos. Ahora, esto no tiene sentido: el público tuitea tus brillantes frases o toma notas. O juegan o miran su Facebook.
Puedes pedir al público que pongan sus móviles en silencia, pero tienes que confiar en qué tu presentación será tan extraordinaria que apagarán sus portátiles y te escucharán con toda su atención.
Pedir la atención no funciona. Es mejor ganarla.
8. “No necesitáis apuntar nada o tomar fotos. Os mandaré la presentación más adelante”
Está genial que mandarás la presentación más adelante. Pero si es una buena presentación y no tiene muchas palabras (ver punto 4), no servirá de nada a tu público.
Para muchas personas, el hecho de escribir es una buena forma de memorizar algo. En resumen, deja el público hacer lo que quieran durante la presentación
9. “Déjame contestar a esta pregunta”
Por supuesto, es fantástico si contestas a la pregunta justo después de que alguien te lo haya hecho, pero tienes que hacer algo antes. Muchas veces, las preguntas no quedan muy claras.
Es mejor decir “Voy a repetir la pregunta, así todos la escucharán bien” y después contestar.
Además, si coges el hábito de repetir la pregunta, te dará más tiempo para pensar en la respuesta.
10. “Será una presentación corta”
Es una promesa que nadie cumple. Sin embargo, ¡muchas presentaciones empiezan de esta forma!
Al público le da igual que la presentación sea corta o larga. Han invertido su tiempo en tí, así que quieren estar informados e inspirados. Así que decir “esta presentación cambiará tu vida” o “Está previsto que la presentación dure 30 minutos, pero la haré en 25 minutos para que podáis ir a tomar café”
Conclusión: Llega muy preparado, sé tú mismo y sé profesional. Al público le encantará la presentación si es clara, seria y no le haces perder su tiempo.
Y tú ¿Qué consejo(s) darías?