10 lecciones de cine por Alejandro Jodorowsky

Publicado el 06 agosto 2013 por Fimin

06 de Agosto del 2013 | etiquetas: Directores en filmin

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Alenjandro Jodorowsky ha vuelto poniendo fin a 23 años de silencio cinematográfico (que no creativo) y lo ha hecho a lo grande. Con “La Danza de la Realidad” ha expandido como nunca las barreras del metalenguaje, transmutando el cine en algo que va más allá del entretenimiento, metiéndose de lleno en la tierra de la experimentación, la espiritualidad y la magia. Su estreno en Cannes, como era de esperar, dividió a la crítica, y para regocijo de los que lo aman, pudieron tener Jodorowsky por partida doble gracias al documental “The Dune of Jodorowsky”.

El mago y camaleón chileno, al cual posiblemente ningún arte se le resista, se ha desnudado ante el equipo de Filmmaker y les ha contado sus 10 claves, o lecciones de vida, para rodar una película. No hay que rodar pensando en el dinero que vas a ganar, si no en cuánto vas a perder, porque el arte no es un negocio, y un consejo muy similar a este fue el que le tuvo que hacer Jodorowksy a Winding Refn cuando le pidió consejo tras el éxito masivo de “Drive”. “No dejes que tu visión sea destruida, debes mantenerte fiel”.  No es extrañar pues que "Only God Forgives" vaya enteramente dedicada a su figura. 

1. Dirigir puede ser terapéutico

Trabajo con mi familia porque es una terapia. He inventado una terapia llamada psicomagia y la aplico a mis películas. Rodar una película debería ser como abrirte a los límites de tu mente. Primero, es bueno trabajar con tu familia porque colaboras con ellos y ellos contigo. Hay muchos Jodorowksys en la película. Mi hijo interpreta a mi padre, y hacia el final como su abuelo. Este es el séptimo trabajo que hago con mi hijo. He hecho películas y teatro con él. Hemos trabajado juntos desde que era pequeño en “El Topo”. Ahora tiene 50 años. Con su actuación ha cambiado el personaje de mi padre, que era muy cruel. Ahora, a través de mi hijo, es una persona graciosa. Se ha vuelto humano. Esta terapia trae un gran cambio. Esta película es como un vínculo psicológico para toda la familia. Realmente lloré mucho, si sabes a lo que me refiero cuando digo esto. Y espero que este trabajo psicológico os ayude a vosotros también, porque ir al cine no es solo por placer o evasión. También es un experimento.

2. Dirigir es una experiencia espiritual. Sigue intentando llegar a ese lugar espiritual.

Tenemos límites. Nuestra familia, nuestra sociedad, nuestra cultura nos limita. Y el trabajo espiritual sirve para abrirnos a los límites cada vez más, para entender cada vez más, sentir más, desear, hacer más y más. Hoy en día el cine es una industria y uno tiene que preguntarse qué es lo que le queda al director. El director realmente es el corazón del rodaje. Es el poeta, el artista, creando su trabajo. Cuando rodaba este trabajo, debo decir que es algo estaba por encima de mi. No lo cree. Lo recibí, porque creo que eso es lo que pasa. Lo que se recibe es, realmente, sagrado, y ese es el motivo por el cual hice esta película, y también por el cual los actores fueron mucho más allá que cualquier actor iría, porque intentaban descubrirse a si mismos también.

3. El rodaje es sagrado

Rodar no es una religión. Puede ser una actividad mística, incluso sagrada. ¿Qué significa sagrado para mi? Bueno, para mi, sagrado significa vivir siendo “tú” completamente, ser quien eres. Si somos quién realmente somos, es sagrado.

4. Tienes que estar presente, siempre

No hay mucho diferencia entre la preparación y estar en el set. Cuando ruedo, estoy completamente ahí. En cada momento estás haciendo una película, todos los días, a todas horas. Siempre estoy al 100%.

5. El talento no se puede forzar. Se puede nutrir.

Quiero talento innato. El talento es algo natural que tienes o no tienes. Yo mismo, soy un monstruo de mi imaginación. No puedo invitar la imaginación a mi trabajo. Cuando estaba en la universidad, tuve dos caminos delante mío: inteligencia o imaginación. Escogí la últilma. No quería ser un intelectual. Soy muy inteligente, ¿sabes? Pero tuve que reprimirlo porque quería desarrollar mi imaginación. Trabajo duro para conseguir abrir mi imaginación.

6. Identifica lo que se te da bien muy temprano

En otro tiempo de mi vida, quise hacer actuaciones como mimo en Chile. Iba a trabajar con Marcel Marceau, y quería ser mejor que él. Me comparaba con él y me di cuenta que no podía ser mejor, porque Marceu era realmente un genio en la mímica. Era imposible; él había nacido así. Y entonces pensé, “¿qué estoy haciendo con él? No acabaré siendo un viejo pintado de blanco. Y si no puedo ser igual de bueno que él como mimo, seré mejor que él en inteligencia”. Porque él hacía pantomimas, aún como Charlie Chaplin. Así que decidí que le daría mis ideas, pantomimas metafísicas, y así sería cómo colaboraría con él.Y entonces me convertí en el escritor de Marceau. Hice “The Maks Maker”, “The Cage”. Hice muchas con él. Durante cinco años trabajé como su escritor de pantomimas. Y lo que aprendí con Marceu, lo usé en “Santa Sangre”

7. Levántate cuando te caigas

De la experiencia de “Dune”, aprendí a cómo fallar. Me dije que el fallo no existe, necesitas cambiar tu camino. Y eso es lo que hice, lo cambié. Cualquier cosa que no pude hacer en “Dune”, las haría en otras cosas. Aprendí cómo empezar una nueva vida. Si caes y te quedas en el suelo, es malo. Pero si caes y entonces te levantas, es bueno. Aprendes.

8. Trabaja con gente que piense similar a ti.

He hecho todas mis películas con ladrones, gángsters y gente loca. Esta es la primera vez que hago una película con gente normal que ama el cine. Es la primera vez que lo hago, porque no puedo trabajar con hombres de negocios. Me pervierten. En lo único que piensas es en el dinero, en vender objetos. No quiero tener que pensar como el capitalista que vende relojes, cafés o whisky. No, no quiero hacer eso. Hago películas para perder dinero. Cuando el productor está haciendo mi película le digo, “Quiero perder dinero”, porque no quiero hacer una película que surja del deseo de querer el dinero. Pero si ganamos algo, lo utilizaré para hacer otra película.

9. No es sobre el proceso, es sobre las ideas.

Un artista, un verdadero artista, no tiene un proceso creativo. Debería ser como un sueño. ¿Qué es esto, un proceso para hacer sueños? No hago sueños, sueño. No hago ideas, tengo ideas. Recibo en mi mente las ideas. Me vienen y hago lo que siento, pero no preparo el proceso. Eso es una ciencia, y yo no soy un científico.

10. Pero eso no significa que no puedass tener una rutina

Mi rutina de escritura es diaria, me pongo algo de música, la misma desde hace veinte años. Entonces quemo una rama de incienso, me perfumo las plantas de mis pies, me pinto el testículo izquiero de rojo y escribo.